SANTA TERESA DE
LISIEUX
Oraciones
INTRODUCCIÓN A LAS
ORACIONES
ORACION 1 Querida Virgen
Santísima
ORACION 2 [Billete de su
Profesión]
ORACION 3 Miradas de amor a
Jesús
ORACION 4 Homenaje a la
Santísima Trinidad
ORACION 5 "Flores
místicas"
ORACION 6 Acto de Ofrenda al
Amor Misericordioso
ORACION 7 [ORACION a
Jesús en el sagrario]
ORACION 8 [ORACION para el abate
Bellière]
ORACION 9 [ORACION de Celina y
de Teresa]
ORACION 10 [Ofrenda del
día]
ORACION 11 Que yo me parezca a
ti
ORACION 12 Consagración
a la Santa Faz
ORACION 13 "Padre eterno,
tu Hijo único"
ORACION 14 [Al Niño
Jesús]
ORACION 15 "Padre eterno,
ya que me has dado"
ORACION 16 [A la Santa Faz]
ORACION 17 "Señor
Dios de los ejércitos"
ORACION 18 Santos Inocentes y
San Sebastián
ORACION 19 [Acto de fe]
ORACION 20 ORACION para
alcanzar la humildad
ORACION 21 "Si yo fuese la
Reina del cielo"
INTRODUCCIÓN A
LAS ORACIONES
Aun
cuando Teresa haya compuesto las veintiún
oraciones que aquí recogemos, nunca sintió la
tentación de rivalizar con la intensa creatividad de su época
en este campo. Es más, ella misma confesó que no apreciaba
demasiado esta superproducción: "Fuera del Oficio divino, que tan indigna soy de recitar, no
me siento con ánimos para sujetarme a buscar en los libros bellas
oraciones; me causa dolor de cabeza. ¡Hay tantas...! ¡...Y cada
cual más bella...!" (Ms
C 25rº).
Estas
líneas, escritas en junio de 1897, dejan traslucir un cierto humor;
y sin embargo, está ya muy enferma cuando redacta su último
manuscrito. No, Teresa nunca quiso componer "bellas" oraciones.
Se ha vuelto demasiado sencilla, demasiado niña, demasiado
"pequeña" desde que ha entrado por el camino de la
confianza y del amor. A sus ojos, lo único que cuenta es la verdad.
Hay que tener mucho cuidado con la "moneda falsa" en materia
espiritual (CA 8.7.16). La joven carmelita, siempre tan lúcida,
tiene verdadero miedo a la inflación verbal: "No desprecio los pensamientos profundos, que alimentan al
alma y la unen a Dios. Pero hace mucho tiempo ya que he comprendido que no
hay que apoyarse en ellos, ni hacer consistir la perfección en
recibir abundantes luces. Los pensamientos más hermosos no son nada
sin las obras" (Ms c
19vº).
Ella
reza de la manera más sencilla: "Dios nunca se cansa de escucharme cuando le cuento con toda
sencillez mis penas y mis alegrías como si él no las
conociese..." (Ms C
32vº).
Todo
lo que brota del corazón y de la pluma de sor Teresa del Niño
Jesús tiene esa misma autenticidad interior. La única
"definición" que nos dejó manifiesta esa
espontaneidad: "Para
mí, la ORACION es un impulso del corazón, una simple mirada
dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del
sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra, es algo
grande, algo sobrenatural, que me dilata el alma y me une a Jesús"
(Ms C 25rº).
Evidentemente,
estas veintiún oraciones no deben
hacernos olvidar todas las que se encuentran en sus otros escritos.
Así por ejemplo, en los Manuscritos Autobiográficos con
frecuencia el relato se desliza hacia la ORACION1.
En el simple plano literario, Teresa alcanza cotas muy altas cuando se
dirige directamente a Jesús. Como ocurre en el Ms
B: "Al escribir, le hablo a
Jesús; así me resulta más fácil expresar mis
pensamientos" (Ms B 1vº).
Arrastrada por su impulso interior, tropieza con las limitaciones del
lenguaje y lamenta con frecuencia no poder expresar lo que siente: "¡Cómo me
gustaría saber explicar mi pensamiento!"(Ms
A 38 vº). "A la palabra humana le es
imposible expresar ciertas cosas que el corazón del hombre apenas si
puede vislumbrar..." (Ms
B 1rº). Y cuando llega a los límites de lo inefable, Teresa
entra en la ORACION silenciosa que ya no requiere palabras: "Muchas veces, sólo el
silencio es capaz de expresar mi ORACION, pero el huésped divino del
sagrario lo comprende todo, aun el silencio del alma de una hija que
está llena de gratitud..." (Cta
138; Cta 106).
Se
comprende así la importancia de las dos horas diarias de ORACION en
la vida de carmelita de Teresa. Basta leer la parábola del "pajarillo" (Ms
B 4vº/5 rº) para captar en todo su realismo
la actitud de la carmelita, allí quieta "mirando fijamente a su Sol divino", sin
importarle las nubes ni las tormentas.
Por
lo demás, ¿no es altamente revelador que treinta y tres de
sus cincuenta y cuatro poesías sean verdaderas oraciones? Las
Recreaciones están también salpicadas de ellas por todas
partes. Y las cartas contienen también invocaciones a Jesús y
numerosas citas bíblicas.
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LAS ORACIONES DE TERESA
Teresa
ha dejado veintiún oraciones escritas, de importancia cuantitativa
muy dispar, ya que algunas no constan más que de una línea y
la más larga tiene setenta y cinco.
Sin
usar demasiados artificios, se las podría agrupar según unos
criterios de fácil aplicación:
- Oraciones
espontáneas, escritas en situaciones de angustia o de
alegría (Or 1, 14, 15,
16, 17, 19, 21);
- Oraciones
"pedagógicas", compuestas para una u otra de las
novicias (Or 3, 4, 5, 7,
18, 20) y para una persona seglar (Or
10);
- Oraciones mayores,
en un momento decisivo de la vida de Teresa (profesión, Or
2; Acto de ofrenda, Or 6; ORACION
por un hermano espiritual, Or 8;
consagración a la Santa Faz, Or
12).
Estas
oraciones van punteando a su manera el caminar de Teresa y ritmando su "carrera de gigante" 2.
La
importancia de las mismas no se mide por su extensión. Nada tan
conmovedor como esas "oraciones-grito" (Or
1, 11, 19), o jaculatorias como entonces se las llamaba, flechas lanzadas
hacia el cielo según los Padres del desierto. Tienen que haber
salido de lo más hondo de un corazón angustiado para que
Teresa haya querido escribirlas con el fin de poderlas repetir y volver a
leer una y otra vez.
La
súplica a la Virgen María (Or
1) que le había sonreído "en la mañana de su vida" el 13 de marzo de
1883, es sin duda un eco de aquellos dos "sufrimientos del alma" (Ms
A 30 vº) que padeció todavía
durante mucho tiempo después de su curación física.
Trece
años más tarde, sumergida en una angustia todavía
mayor, la ORACION 19 (1897) ilustra un pasaje del Ms
C: "Creo haber hecho
más actos de fe de un año a esta parte que en toda mi
vida" 3. Estas dos
líneas escritas en un pobre borrador, y que atestiguan la rudeza del
combate, son más elocuentes que mil palabras.
La
ORACION 11, todavía más breve, escrita en la parte superior
de un icono de la Santa Faz de Tours, expresa el intenso deseo de parecerse
al Amado que anunciara Isaías 53. En el
cara a cara Teresa-Jesús, la carmelita implora la gracia de la
semejanza, según los deseos de su maestro san Juan de la Cruz:
hacerse semejante al esposo del Cantar
de los Cantares 4. Un deseo que
aparece expresado de nuevo en la ORACION 16: "Dígnate imprimir en mí tu divina semejanza".
Menos
vibrantes de angustia y de amor impetuoso aparecen las poesías de
los años 1893-1894, que se pueden calificar de
"pedagógicas" a condición de no pensar que Teresa
las escribió únicamente para otros las usaran. Es muy cierto
que pretende ayudar a las novicias que le han sido confiadas, pero cuando
dice "nosotras" se implica también ella por entero. Al
ponerse a la cabeza de aquel pequeño rebaño, lo arrastra tras
de sí a un esfuerzo ascético de reparación (Or
9), sobre todo de las blasfemias (Or
4); les enseña a mantener los ojos bajos en el refectorio (Or
3), a adiestrarse en las oraciones y en los sacrificios (Or
5), a "hacer el examen de la
noche" (Or 7), a alcanzar la
humildad (Or 20).
No
es, sin duda, una simple coincidencia el que las Oraciones 11 a 16 (año 1896 y
principios del 1897) estén centradas en la contemplación de
la Santa Faz. A partir del 10 de enero de 1889 (fecha de su toma de
hábito), sor Teresa del Niño Jesús había
completado su nombre con la advocación "(y) de la Santa Faz". Con mucha frecuencia
había meditado en misterioso Siervo del Segundo Isaías. Y
esta fascinación por "la Faz adorable de Jesús"
nunca se extinguió en ella. El cántico del 12 de agosto de
1895 es una clara prueba de que esta contemplación persistía:
Tu Faz es mi sola patria...
En ella, escondida siempre,
a ti me pareceré... 5.
La
brusca entrada en la noche, en Pascua de 1896, reavivó la
atracción por esta "Faz
querida" y "velada".
Ahí tiene su origen, el 6 de agosto de ese año, fiesta de la
Transfiguración, la consagración a la Santa Faz (Or
12), cuya importancia no ha sido quizás suficientemente subrayada
por los estudiosos de Teresa. Basta ver el original para observar con
qué cuidado quiso ella solemnizarlo. Nótese la fuerte
inspiración apostólica ("nos hacen falta
almas..."), que coincide en este período con la
ampliación de su deseo misionero.
Este
había sufrido un fuerte impulso algunos meses antes debido a un
acontecimiento imprevisto que la afectó profundamente: la madre
Inés de Jesús le encomendó un seminarista, el abate Bellière,
para que lo ayudase espiritualmente (Ms
C 32rº). Una vez más uno de sus deseos más queridos
-tener un hermano sacerdote- acaba de cumplirse de manera inesperada. E
inmediatamente redacta para él un ORACION apostólica, que es
también, en cierto modo, un acto de ofrenda, ya que por ese futuro
misionero Teresa "ofrece
feliz todas las oraciones y todos los sacrificios" de que pueda
disponer (Or 8).
El
24 de febrero de 1897, le pedirá que haga "todos los días" esta ORACION por ella: "Padre misericordioso, en el nombre
de nuestro buen Jesús, de la Virgen María y de los santos, te
suplico que abrases a mi hermana en tu Espíritu de amor y que le
concedas la gracia de hacerte amar mucho" 6.
La
estampa de la Santa Faz que Teresa confeccionó para su breviario (Or
15 y 16), paralela a la del Niño Jesús (Or
13 y 14), pone bien de manifiesto ese deseo acentuado de semejanza, de
identificación con el Cristo niño y sufriente. El 7 de junio
de 1897, posará, aunque ya muy agotada, ante la cámara
fotográfica de Celina 7, para dejar un
testamento visual en dos retratos; y su nombre resumirá su
vocación y su "misión":
"Yo soy Jesús de
Teresa", dice el Niño Jesús levantando un dedo
hacia el cielo. "Yo soy Jesús de Teresa", susurra la Santa
Faz con sus ojos bajos. "Yo
soy Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz",
responde en un eco la que pronto va a entrar en su pasión siguiendo
a Jesús en Getsemaní.
Las
oraciones inspiradas en Juana de Arco (Or
17) -aún no canonizada-, en san Sebastián y en los santos
Inocentes (Or 18) expresan la lucha de Teresa que a
finales de 1896 y comienzos de 1897 ha entrado en una fase aguda: lucha
contra la enfermedad, algunos de cuyos síntomas pueden anunciar un
final cercano. Al derramar también ella "la sangre de (su) corazón", quiere animar a su hermana Celina que
está manteniendo también un duro combate por seguir su
vocación al Carmelo (Or 17).
Y
ya en la enfermería, y en el límite de sus fuerzas, Teresa
redacta otra ORACION pedagógica para sor Marta, que cumplirá
treinta y dos años en la festividad de Nuestra Señora del
Carmen, "para obtener la
humildad" (Or 20). Esta
meditación sobre los "anonadamientos"
de Jesús y sobre su propia debilidad, y el recurso a la Misericordia
divina son otras tantas realidades que la enferma está viviendo.
Pronto, en plena agonía, se atreverá a pronunciar esta frase
audaz: "Sí, he
comprendido la humildad de corazón... Me parece que soy humilde..."
(CA 30.9).
Tres
semanas antes había escrito dificultosamente su último
autógrafo, una ORACION dirigida a María en la fiesta de la
Natividad, séptimo aniversario de su profesión 8.
Jalonando
este recorrido, emergen dos oraciones espontáneas, cual dos
montañas de altura sin igual desde las que se dominan alturas y
colinas: el billete de su profesión del 8 de septiembre de 1890 y el
Acto de ofrenda del 9 de junio de 1895.
El
primero, de grafía dolorida, expresa "a la vez el miedo de una
niña y la audacia de un guerrero" 9.
El nombre de Jesús -a quien Teresa tutea- aparece ocho veces en
veintitrés líneas; le suplica que él, y sólo
él, lo sea todo para ella y le pide el amor, "un amor cuyo centro no sea yo, sino tú, Jesús
mío". Ese día, quiere salvar "muchas almas".
El
segundo texto domina sobre todo el conjuntos de
las Oraciones: se trata del célebre "Acto de Ofrenda de mí misma como víctima de
holocausto al Amor misericordioso de Dios". Las circunstancias
históricas que referimos confirman la opinión de cuantos,
siguiendo a Mons. Combes, ven en esta nueva orientación de la
espiritualidad "una de las revoluciones más emocionantes y
grandiosas que el Espíritu Santo ha desencadenado en la evolución
espiritual de la humanidad" 10. La madre
Inés de Jesús sometió el texto a la aprobación
de la Iglesia antes de ofrecerlo a las carmelitas. Teresa lo había
propuesto espontáneamente a Celina a algunas otras hermanas. A
partir de entonces, ha sido difundido en todo el mundo en millares y
millares de ejemplares en todas las lenguas.
Para
comprender la Oraciones en todo su valor, es preciso situar cada una de
ellas en su ámbito cronológico. Al igual que en el resto de
sus escritos, Teresa se comprometió de lleno en estos textos tan
variados, cuya verdad radical no puede quedar velada por un lenguaje en
ocasiones convencional. Sus oraciones brotaron de la necesidad: una
necesidad interior en los once texto
espontáneos, y una necesidad de caridad fraterna para ayudar a sus
hermanas, a un seminarista, a una mujer casada. En todas y en cada una de
esas ocasiones Teresa se expresa con total veracidad.
He
aquí, pues, el tesoro que nos ofrece aquella joven carmelita que
escribía en su último manuscrito: "Toda mi fuerza se encuentra en la ORACION y en el sacrificio;
estas son las armas invencibles que Jesús me ha dado, y logran mover
los corazones mucho más que las palabras. Muchas veces lo he
comprobado por experiencia" (Ms
C 24vº).
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ORACION 1 (notas)
Querida
Virgen Santísima, haz que tu Teresita ya nunca más se
atormente.
ORACION 2 (notas)
[Billete de su Profesión]
8 de septiembre de 1890
¡Oh
Jesús, divino esposo mío 1!, que nunca
pierda yo la segunda vestidura de mi bautismo 2.
Llévame antes de que cometa la más leve falta voluntaria. Que
nunca busque yo, y que nunca encuentre, cosa alguna fuera de ti; que las
criaturas no sean nada para mí y que yo no sea nada para ellas, sino
que tú, Jesús ¡lo seas todo 3...!
Que las cosas de la tierra no lleguen nunca a turbar mi alma, y que nada
turbe mi paz. Jesús, no te pido más que la paz, y
también el amor, un amor infinito y sin más límites
que tú mismo, un amor cuyo centro no sea yo sino tú 4, Jesús mío. Jesús, que yo muera
mártir 5 por ti, con el martirio del
corazón o con el del cuerpo, o mejor con los dos... Concédeme
cumplir mis votos con toda perfección, y hazme comprender
cómo debe ser una esposa tuya. Haz que nunca sea yo una carga para
la comunidad, sino que nadie se ocupe de mí, que me vea pisada y
olvidada 6 como un granito de arena7 tuyo, Jesús.
Que
se cumpla en mí perfectamente tu voluntad, y que yo llegue al lugar
que tú has ido por delante a prepararme...
Jesús,
haz que yo salve muchas almas, que hoy no se condene ni una sola y que
todas las almas del purgatorio alcancen la salvación 8...
Jesús, perdóname si digo cosas que no debiera decir,
sólo quiero alegrarte 9 y consolarte.
ORACION 3 (notas)
Miradas de amor a
Jesús
Jesús,
tus humildes esposas hacen el propósito de mantener los ojos bajos en
el refectorio, a fin de honrar y de imitar el ejemplo que tú les
diste en el palacio de Herodes 1. Cuando ese
príncipe impío se burlaba de ti, Hermosura infinita, ni una
sola queja salió de tus divinos labios, ni siquiera te dignaste
posar en él tus ojos adorables. Ciertamente, divino Jesús,
Herodes no merecía que lo miraras; pero nosotras, que somos tus
esposas, deseamos atraer sobre nosotras tu mirada divina; te pedimos que
nos recompenses con una mirada de amor 2 cada vez que
nos privemos de levantar los ojos; y te pedimos también que no nos
niegues tampoco tu dulce mirada cuando caigamos, pues no llevaremos cuenta 3 de nuestros fallos 4. Formaremos un
ramillete que tú, así lo esperamos, no vas a rechazar. En
esas flores verás nuestro deseo de amarte, de parecernos a ti, y
bendecirás a tus pobres hijas.
¡Jesús,
míranos con amor y danos tu dulce beso! Amén.
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ORACION 4 (notas) Homenaje
a la Santísima Trinidad
Aquí
estamos, Dios mío, postradas ante ti. Venimos a implorar la gracia
de trabajar por tu gloria.
Las
blasfemias de los pecadores resuenan dolorosamente en nuestros
oídos. Y para consolarte y reparar las injurias que te hacen sufrir
las almas redimidas por ti, ¡oh adorable Trinidad!, queremos formar
un concierto con todos los pequeños sacrificios que vamos a hacer
por tu amor. Durante quince días, te ofreceremos el canto de los
pajarillos 1 del cielo, que no cesan de alabarte
y de reprochar a los hombres su ingratitud. Te ofrecemos también,
Dios mío, la melodía de los instrumentos musicales, y
esperamos que nuestra alma merezca ser una lira armoniosa que tú
hagas vibrar para consolarte de la indiferencia de tantas almas que no
piensan en ti. Queremos también, durante ocho días, atesorar
diamantes y piedras preciosas que reparen el ansia de los pobres mortales
por correr tras las riquezas pasajeras sin pensar en las eternas.
¡Dios mío!, concédenos la gracia de ser nosotras
más diligentes en la búsqueda de los sacrificios, que las
almas que no te aman en correr tras los bienes de la tierra 2.
Por
último, durante ocho días, tus hijas recogerán el
perfume de las flores, deseando reparar así las indelicadezas que te
hacen sufrir las almas sacerdotales y religiosas 3.
¡Oh, bienaventurada Trinidad!, concédenos la gracia de ser
fieles y la de poseerte cuando termine el destierro de esta vida...
Amén.
ORACION 5 (notas) "Flores
místicas"
Cubierta:
¡Magdalena! ¡Mi queridísima esposa!
Yo soy todo tuyo y tú eres mía para
siempre.
Página del título:
1rº Flores Místicas 1
destinadas a formar una Cesta de Bodas.
Se oyó una voz: "Que llega el Esposo, salid
a recibirlo..." (Evangelio)
Aspiraciones 2:
(Para
el texto completo de las páginas, cf Prières
p. 73. Omitimos aquí el enunciado del día y la palabra
"Aspiraciones" que se repite dieciséis veces.)
2rº Rosas blancas.
¡Jesús, purifica mi alma para se haga digna
de ser tu esposa!
2vº Margaritas.
¡Jesús, concédeme la gracia de
realizar todos mis actos sólo por complacerte a ti!
3rº Violetas blancas.
¡Jesús, manso y humilde de corazón,
haz mi corazón semejante al tuyo!
3vº Lirio de los valles.
Santa Teresa, Madre mía, enséñame a
salvar almas, para que pueda ser una verdadera carmelita 3.
4rº Agavanzo.
Jesús, a ti sólo sirvo 4
cuando sirvo a mis Madre y a mis hermanas.
4vº Flores de té.
Jesús, María y José, concededme la gracia
de hacer unos buenos ejercicios espirituales y preparad mi alma para el
hermoso día de mi profesión.
5rº Campanillas blancas.
Santa María Magdalena, obtenme la gracia de que
mi vida no sea más que un acto de amor.
5vº Madreselva.
Jesús, enséñame a renunciar siempre
a mí misma para agradar a mis hermanas.
6rº Vincapervincas blancas.
Dios mío, yo te amo con todo el corazón.
6vº Peonías blancas.
Dios mío, mira el Rostro de Jesús y
convierte en elegidos a los pobres pecadores 5.
7rº Jazmín.
Jesús, no quiero probar ninguna alegría
fuera de ti.
7vº Miosotis blancas.
Santo ángel de mi guarda, cúbreme siempre
con tus alas, para que nunca tenga la desgracia de ofender a Jesús.
8rº Reina de los prados.
María, Madre mía querida, concédeme
la gracia de no empañar nunca la vestidura de inocencia que me vas a
dar el día de mi profesión.
8vº Verbenas blancas.
Dios mío, creo en ti, espero en ti, y te amo con
todo el corazón.
9rº Lirios blancos.
Dios mío, te doy gracias por todas las gracias
que me has concedido durante estos ejercicios.
9vº Ha llegado el Gran Día 6.
Flor de lis.
¡¡¡Mi Jesús amado, tú
eres ya todo mío y yo soy ya para siempre tu humilde esposa...!!!
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ORACION
6 (notas)
Acto de Ofrenda al Amor Misericordioso
J.M.J.T.
Ofrenda de
mí misma como víctima de holocausto al amor misericordioso de
Dios 1
¡Oh
Dios mío, Trinidad santa!, yo quiero amarte y hacerte amar 2, y trabajar por la glorificación de la santa
Iglesia salvando a las almas que están en la tierra y liberando a las
que sufren en el purgatorio. Deseo cumplir perfectamente tu voluntad y
alcanzar el grado de gloria que Tú me has preparado en tu reino. En
una palabra, quiero ser santa. Pero siento mi impotencia, y te pido, Dios
mío, que Tú mismo seas mi santidad 3.
Ya
que me has amado 4 hasta darme a
tu Hijo único para que fuese mi Salvador y mi Esposo, los tesoros
infinitos de su méritos son míos; te los
ofrezco gustosa, y te suplico que no me mires sino a través de la
Faz de Jesús y en su Corazón abrasado de amor 5.
Te
ofrezco también todos los méritos de los santos (de los que
están en el cielo y de los que están en la tierra), sus actos
de amor y los de los santos ángeles. Y por último, te
ofrezco, ¡oh santa Trinidad!, el amor y los méritos de la
Santísima Virgen, mi Madre querida; a ella le confío mi
ofrenda 6, pidiéndole que te la
presente. Su divino Hijo, mi Esposo amadísimo, en los días de
su vida mortal nos dijo: "Todo lo que pidáis al Padre en mi
nombre, os lo concederá". Por eso estoy segura de que
escucharás mis deseos. Lo sé, Dios mío, cuanto
más quieres dar, tanto más haces desear 7.
Siento en mi corazón deseos inmensos 8,
y te pido confiadamente que vengas a tomar posesión de mi alma.
¡Ay!, no puedo recibir la sagrada Comunión con la frecuencia
que deseo, pero, Señor, ¿no eres Tú todopoderoso...?
Quédate en mí como en el sagrario, no te alejes nunca de tu
pequeña hostia 9...
Quisiera
consolarte de la ingratitud de los malos, y te suplico que me quites la
libertad de desagradarte 10. Y si por
debilidad caigo alguna vez, que tu mirada divina purifique 11
enseguida mi alma, consumiendo todas mis imperfecciones, como el fuego, que
todo lo transforma en sí...
Te
doy gracias, Dios mío, por todos los beneficios que me has
concedido, y en especial por haberme hecho pasar por el crisol del
sufrimiento 12. En el último día te
contemplaré llena de gozo llevando el cetro de la Cruz. Ya que te
has dignado darme como lote esta cruz tan preciosa, espero parecerme a ti
en el cielo y ver brillar en mi cuerpo glorificados los sagrados estigmas
de tu Pasión...
Después
del destierro de la tierra, espero ir a gozar de ti en la Patria, pero no
quiero acumular méritos para el cielo 13,
quiero trabajar sólo por tu amor, con el único fin de
agradarte, de consolar a tu Sagrado Corazón y de salvar almas que te
amen eternamente.
En
la tarde de esta vida 14,
compareceré delante de ti con las manos vacías 15, pues no te pido, Señor, que lleves cuenta de
mis obras. Todas nuestras justicias tienen manchas 16
a tus ojos. Por eso yo quiero revestirme de tu propia Justicia y recibir de
tu Amor la posesión eterna de Ti mismo. No quiero otro trono ni otra
corona que Tú mismo, Amado mío...
A
tus ojos, el tiempo no es nada, y un solo día es como mil
años. Tú puedes, pues, prepararme en un instante para
comparecer delante de ti...
A
fin 17 de vivir en un acto de perfecto
amor 18, yo me ofrezco como víctima
de holocausto a tu Amor misericordioso, y te suplico que me consumas sin
cesar 19, haciendo que se desborden sobre mi
alma las olas de ternura infinita que se encierran en ti, y que de esa
manera llegue yo a ser mártir de tu amor, Dios mío...
Que
ese martirio, después de haberme preparado para comparecer delante
de ti, me haga por fin morir 20, y que mi
alma se lance sin demora 21 al eterno
abrazo 22 de tu Amor misericordioso...
Quiero,
Amado mío, renovarte esta ofrenda 23
con cada latido de mi corazón y un número infinito de veces,
hasta que las sombras se desvanezcan y pueda yo decirte mi amor en un cara
a cara eterno...
María
Francisca Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz
rel. carm. ind.
Fiesta de la Santísima Trinidad
El 9 de junio del año de gracia 1895.
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ORACION 7 (notas) [ORACION
a Jesús en el sagrario]
Jesús +
16
de julio de 1895
¡Oh
Dios escondido en la prisión del sagrario!, todas las noches vengo feliz
a tu lado para darte gracias por todos los beneficios que me has concedido
y para pedirte perdón por las faltas que he cometido en esta
jornada, que acaba de pasar como un sueño...
¡Qué
feliz sería, Jesús, si hubiese sido enteramente fiel! Pero,
¡ay!, muchas veces por la noche estoy triste porque veo que hubiera
podido responder mejor a tus gracias... Si hubiese estado más unida
a ti, si hubiera sido más caritativa con mis hermanas, más
humilde y más mortificada, me costaría menos hablar contigo
en la ORACION 1.
Sin
embargo, Dios mío, lejos de desalentarme a la vista de mis miserias,
vengo a ti confiada, acordándome de que "no tienen necesidad de
médico los sanos, sino los enfermos". Te pido, pues, que me
cures, que me perdones, y yo, Señor, recordaré que "el
alma a la que más has perdonado debe amarte también
más que las otras..." Te ofrezco todos los latidos de mi
corazón como otros tantos actos de amor y de reparación, y
los uno a tus méritos infinitos. Y te pido, divino Esposo
mío, que seas tú mismo el Reparador 2
de mi alma y que actúes en mí sin hacer caso de mis
resistencias; en una palabra, ya no quiero tener más voluntad que la
tuya. Y mañana, con la ayuda de tu gracia, volveré a comenzar
una vida nueva, cada uno de cuyos instantes será un acto de amor y
de renuncia 3.
Después
de haber venido así, cada noche, al pie de tu altar, llegaré
por fin a la última noche de mi vida, y entonces comenzará
para mí el día sin ocaso de la eternidad, en el que
descansaré sobre tu divino Corazón de las luchas del
destierro 4... Amén.
ORACION
8 (notas)
[ORACION para el abate Bellière]
J.M.J.T.
Jesús
mío, te doy gracias por haber colmado uno de mis mayores deseos: el
de tener un hermano sacerdote y apóstol...
Me
siento sumamente indigna de este favor; sin embargo, ya que has querido
concederle a tu pobre y humilde esposa la gracia de trabajar de manera
especial por la santificación de un alma destinada al sacerdocio, te
ofrezco por ella, muy contenta, todas 1 las oraciones
y los sacrificios de que puedo disponer; te pido, Dios mío, que no mires
a lo que soy, sino a los que debiera y quisiera ser, es decir una religiosa
totalmente abrasada en tu amor 2.
Tú
sabes, Señor, que mi única ambición es hacerte conocer
y amar, y ahora mi deseo se va convertir en realidad. Yo no puedo hacer
más que orar y sufrir, pero el alma a la que te has dignado unirme
con los lazos de la caridad irá a combatir a la llanura para
conquistarte corazones, mientras yo, en la montaña del Carmelo, te
pediré que le des la victoria.
Divino
Jesús, escucha la ORACION que te dirijo por el que quiere ser tu
misionero, guárdale en medio de los peligros del mundo 3, y hazle sentir cada día más la vanidad y
la nada de las cosas pasajeras y la dicha de saber despreciarlas por tu
amor. Que su sublime apostolado se ejerza ya desde ahora sobre los que lo
rodean, y que sea un apóstol digno de tu Sagrado Corazón 4...
¡María,
dulce Reina del Carmelo!, a ti te confío el alma de este futuro
sacerdote cuya indigna hermanita soy. Enséñale ya desde ahora
con cuánto amor tocabas tú al divino Niño Jesús
y lo envolvías en pañales 5, para que
él pueda un día subir al altar santo y llevar en sus manos al
Rey de los cielos.
Te
pido también que lo guardes siempre a la sombra de tu manto
virginal, hasta el momento feliz en que, dejando este valle de
lágrimas 6, puede
contemplar tu esplendor y gozar por toda la eternidad de los frutos de su
glorioso apostolado...
Teresa
del Niño Jesús
rel. carm. ind.
ORACION
9 (notas)
[ORACION de Celina y de Teresa]
"Os
aseguro que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir
algo, mi Padre del cielo se lo concederá. Porque donde dos o tres
están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos".
San
Mateo, c. 18, vv. 19-20.
Dios
mío, te pedimos que tus dos lirios nunca estén separados en
la tierra 1. Que juntas 2
os consuelen del poco amor que encuentras en este valle de lágrimas,
y que por toda la eternidad sus corolas brillen con un mismo resplandor y
derramen el mismo perfume cuando se inclinen hacia ti.
Celina
y Teresa
Recuerdo
de la noche de Navidad de 1895
ORACION
10 (notas)
[Ofrenda del día]
Dios
mío, te ofrezco todas las acciones que hoy realice por las
intenciones 1 del Sagrado Corazón y para su
gloria. Quiero santificar los latidos de mi corazón, mis
pensamiento y mis obras más sencillas uniéndolo
todo a sus méritos infinitos, y reparar mis faltas
arrojándolas al horno ardiente de su amor misericordioso 2.
Dios
mío, te pido para mí y para todos mis seres queridos la
gracia de cumplir con toda perfección tu voluntad y aceptar por tu
amor las alegrías y lo sufrimientos de esta vida pasajera, para que
un día podamos reunirnos en el cielo por toda la eternidad.
Amén.
ORACION
11 (notas)
Que yo me parezca a ti
Haz que yo me parezca a ti
¡Jesús...!
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ORACION
12 (notas)
Consagración a la Santa Faz
Escóndeme,
Señor, en el secreto de tu Rostro...
Sor C. Genoveva de Sta.
T. - María de la Santa Faz.
Sor L. J. María de la Trinidad y de la Santa Faz.
Sor María F. T. del N. Jesús y de la Santa
Faz 1.
"Un
poquito de este puro amor más provecho hace a la Iglesia que todas
esas obras juntas" 2. "Pro eso
es gran negocio ejercitar mucho el amor, para que, consumándose
aquí el alma, no se detenga mucho acá o allá sin verle
cara a cara" 3...
Consagración
a la Santa Faz
¡Oh
Faz adorable de Jesús!, ya que has querido elegir nuestras almas de
manera especial para entregarte a ellas, venimos a consagrarlas a ti... Nos
parece, Jesús, oír que nos dices: "Abridme, hermanas
mías, esposas mías queridísimas, que tengo la Faz
cubierta de rocío y los cabellos del relente de la noche".
Nuestras almas comprenden tu lenguaje de amor, nosotras queremos enjugar tu
dulce Faz y consolarte del olvido de los malvados. A sus ojos, tú
estás todavía escondido, te consideran como objeto de
desprecio...
¡Oh Faz más bella que los lirios y las rosas de
primavera 4, tú no estás
escondida a nuestros ojos... Las lágrimas que velan tu mirada divina
nos parecen diamantes preciosos que queremos recoger para con su valor
infinito comprar las almas de nuestros hermanos.
De
tu boca adorada hemos escuchado la amorosa queja. Y sabiendo que la sed 5 que te consume es una sed de amor, quisiéramos,
para poder apagártela, poseer un amor infinito... Esposo
amadísimo de nuestras almas, si tuviésemos el amor de todos
los corazones, todo ese amor sería para ti... Pues bien, danos tu
ese amor y ven a apagar tu sed en tus pobres esposas...
Almas,
Señor, tenemos necesidad de almas 6...,
sobre todo de almas de apóstoles y de mártires, para que
gracias a ellas podamos iluminar con tu Amor a la multitud de los pobres
pecadores.
¡Oh
Faz adorable, lograremos alcanzar de ti esta gracia!
Olvidándonos
de que estamos desterradas junto a los canales de Babilonia, te cantaremos
al oído las más dulces melodías, y como tú eres
la verdadera, la única Patria de nuestros corazones, esos nuestros
cantos no serán cantados en tierra extranjera.
¡Oh
Faz adorada de Jesús!, mientras esperamos en día eterno en
que contemplaremos tu gloria infinita, nuestro único deseo es
hechizar tus divinos ojos escondiendo también nosotras nuestro
rostro para nadie aquí en la tierra pueda reconocernos...
Tu
mirada velada: he ahí nuestro cielo 7,
Jesús.
Firmado:
T.
del N. Jesús y de la Santa Faz
M.
de la Trinidad y de la Santa Faz
G
de Sta. T. María de la Santa Faz
ORACION
13 (notas)
"Padre eterno, tu Hijo único"
Todo
lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá...
Padre
eterno 1, tu Hijo único, el dulce
Niño Jesús, es mío, porque tú me lo diste 2. Te ofrezco los méritos infinitos de su divina
infancia, y te pido en su nombre que llames a las alegrías del cielo
a innumerables falanges de niñitos que sigan eternamente al divino
Cordero.
ORACION
14 [Al Niño
Jesús]
Yo soy Jesús de Teresa 1
¡Niñito
Jesús 2!, mi único tesoro,
yo me abandono a tus divinos caprichos, y no quiero otra alegría que
la hacerte sonreír. Imprime en mí tu gracia 3
y tus virtudes infantiles 4, para que en
el día de mi nacimiento para el cielo 5
los ángeles y los santos reconozcan a mí a tu pequeña
esposa,
Teresa
del Niño Jesús
ORACION
15 "Padre
eterno, ya que me has dado"
"Así
como en un reino con la efigie del príncipe se obtiene todo lo que
se desea, así también con la moneda preciosa de mi santa
humanidad, que es mi Faz adorable, obtendréis cuanto queráis 1".
(N.S.
a sor María de San Pedro)
Padre
eterno, ya que me has dado por herencia la Faz adorable de tu divino Hijo,
yo te la ofrezco, y te pido, a cambio de esta Moneda infinitamente
preciosa, que olvides las ingratitudes de las almas que se han consagrado a
ti y que perdones a los pobres pecadores.
ORACION
16 [A la Santa Faz]
Yo soy Jesús de Teresa 1
¡Oh
Faz adorable de Jesús, única Hermosura que cautiva mi
corazón!, dígnate imprimir en mí tu divina semejanza, para
que no puedas mirar el alma de tu humilde esposa sin contemplarte a ti
mismo 2.
¡Oh
Amado mío!, yo acepto, por tu amor, no ver aquí abajo la
dulzura de tu mirada ni sentir 3 el inefable
beso de tu boca; pero te pido que me abrases en tu amor, a fin de que me
consuma rápidamente 4 y haga
aparecer pronto ante tu presencia a
Teresa
de la Santa Faz
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ORACION
17 (notas)
"Señor Dios de los ejércitos"
ORACION inspirada por una estampa
que representa a la Venerable Juana de Arco
Señor
Dios de los ejércitos, que nos dijiste en el Evangelio: "No he
venido a sembrar paz, sino espadas" 1,
ármame para la lucha. Ardo en deseos de combatir por tu gloria, pero
te pido que fortalezcas mi valor... Así podré exclamar con el
santo rey David: "Tú solo, Señor, eres mi escudo,
tú adiestras mis manos para el combate..."
¡Amado
mío!, sé muy bien a qué combate me tienes destinada, y
que no es en los campos de batalla 2 donde
tendré que luchar...Yo soy prisionera de tu amor, voluntariamente he
remachado la cadena que me une a ti y que me separa para siempre del mundo
que tú maldijiste 3... Mi espada
no es otra que el Amor; con ella arrojaré del reino al extranjero y
te haré proclamar Rey de las almas 4
que no quieren someterse a tu divino poder.
Es
cierto, Señor, que no necesitas de un instrumento tan débil
como yo; pero, como dijo Juana, tu virginal y valiente esposa: "Para
que Dios dé la victoria, hay que luchar" 5.
Pues bien, Jesús mío, yo lucharé por tu amor hasta la
tarde de mi vida 6. Puesto que
tú no has querido gozar de descanso en la tierra, yo quiero seguir
tu ejemplo, esperando que así se realice en mí aquella promesa
que salió de tus divinos labios: "El que quiera servirme, que
me siga, y donde esté yo allí estará también mi
servidor, y mi Padre lo honrará".
Estar
contigo, estar en ti, ése es mi único deseo...La certeza que
tú me das de que esto se realizará me hace soportar el
destierro, a la espera del día radiante del cara a cara eterno...
ORACION
18 (notas)
Santos Inocentes y San Sebastián
¡Santos
Inocentes 1, que mi palma y mi corona se
parezcan a las vuestras!
¡San
Sebastián 2,
alcánzame tu amor y tu valor, para que yo pueda combatir como
tú por la gloria de Dios...!
Glorioso
soldado de Cristo 3, tú que
peleaste victoriosamente por la gloria del Dios de los ejércitos y
que alcanzaste la palma y la corona del martirio, escucha mi secreto 4: "Como el angelical Tarsicio
5, yo también llevo al
Señor". No soy más que una niña, y sin embargo
tengo que luchar continuamente para conservar el Tesoro inestimable que se
esconde en mi alma...... Con frecuencia debo enrojecer con la sangre de mi
corazón 6 la arena del
combate...
¡Poderoso
guerrero!, sé tú mi protector, sostenme con tu brazo
victorioso y no temeré a las fuerzas enemigas. Con tu ayuda,
lucharé hasta la tarde de la vida. Entonces me presentarás a
Jesús, y recibiré de su mano la palma que tú me
ayudaste a conquistar...
ORACION
19 (notas)
[Acto de fe]
Dios
mío, con la ayuda de tu gracia estoy dispuesta a derramar toda mi
sangre por profesar mi fe 1
(Otra
lectura: por todos y cada uno de los artículos del Símbolo).
ORACION
20 (notas)
ORACION para alcanzar la humildad
16
de julio de 1897
¡Jesús!
Jesús,
cuando eras peregrino en nuestra tierra, tú nos dijiste:
"Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón 1, y vuestra alma encontrará descanso".
Sí, poderoso Monarca de los cielos, mi alma encuentra en ti su
descanso al ver cómo, revestido de la forma y de la naturaleza de
esclavo, te rebajas hasta lavar los pies a tus apóstoles. Entonces me
acuerdo de aquellas palabras que pronunciaste para enseñarme a
practicar la humildad: "Os he dado ejemplo para que lo que he hecho
con vosotros, vosotros también lo hagáis. El discípulo
no es más que su maestro... Puesto que sabéis esto, dichosos
vosotros si lo ponéis en práctica". Yo comprendo,
Señor, estas palabras salidas de tu corazón manso y humilde,
y quiero practicarlas con la ayuda de tu gracia.
Quiero
abajarme con humildad y someter mi voluntad a la de mis hermanas, sin
contradecirlas en nada y sin andar averiguando si tienen derecho o no a
mandarme 2. Nadie, Amor mío,
tenía ese derecho sobre ti, y sin embargo obedeciste, no sólo
a la Virgen Santísima y a san José, sino hasta a tus mismos
verdugos. Y ahora te veo colmar en la hostia la medida de tus
anonadamientos 3.
¡Qué humildad la tuya, Rey de la gloria, al someterte a todos
tus sacerdotes, sin hacer alguna distinción entre los que te amen y
los que, por desgracia, son tibios o fríos en tu servicio...! A su
llamada, tú bajas del cielo; pueden adelantar o retrasar la hora del
santo sacrificio, que tú estás siempre pronto a su voz...
¡Qué
manso y humilde de corazón me pareces, Amor mío, bajo el velo
de la blanca hostia! Para enseñarme la humildad, ya no puedes
abajarte más. Por eso, para responder a tu amor, yo también
quiero desear que mis hermanas me pongan siempre en el último lugar
y compartir tus humillaciones, para "tener parte contigo" en el
reino de los cielos.
Pero
tú, Señor, conoces mi debilidad. Cada mañana tomo la
resolución de practicar la humildad, y por la noche reconozco que he
vuelto a cometer muchas faltas de orgullo. Al ver esto, me tienta el
desaliento, pero sé que el desaliento es también una forma de
orgullo. Por eso, quiero, Dios mío, fundar mi
esperanza sólo en ti. Ya que tú lo puedes todo, haz que nazca
en mi alma la virtud 4 que deseo.
Para alcanzar esta gracia de tu infinita misericordia, te repetiré
muchas veces: "¡Jesús manso y humilde de corazón,
haz mi corazón semejante al tuyo!"
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ORACION
21 (notas)
"Si yo fuese la Reina del cielo"
¡¡¡María,
si yo fuese la Reina del cielo y tú fueras Teresa, quisiera ser
Teresa para que tu fueses la Reina
del cielo...!!!
8
de septiembre de 1897.
NOTAS A LA INTRODUCCIÓN
1 Ms
C 6rº. Cf Ms A 84rº; MS C
3rº, 9vº, 16rº, 34rº/vº, 35rº. volver
2 Ms
A 44vº, citando el Salmo 18,5. volver
3 Entre estos
actos patéticos de fe que Teresa hizo durante su prueba, hay que
recordar el Credo que escribió con su propia sangre (AJ/PA p. 151) y
la inscripción grabada en su última celda: "Jesús
es mi único amor". volver
4 Cántico
Espiritual, canción 36. volver
5 P 12,3.5. volver
6 Cta
220. También al P. Roulland le
había pedido que rezase esa misma ORACION (Cta
189, LC 166, 171, 175 y Cta 201). En Cta
221 (19/3/1897) modifica la fórmula. volver
7 VTV, nn.
41, 42, 43. volver
8 9/9/1890, fecha
de la composición de Or 2. volver
9 Mss
II, p. 53. volver
10 Introduction
à la spiritualité de Sainte Thérèse
de l'Enfant-Jésus,
Vrin, 1948, 2ª edición, p.
184. volver
NOTAS a la ORACION 1 - Querida
Virgen Santísima
Documento: autógrafo. - Fecha: junio (?)
1894. - Publicación: Prières
(1988).
Dos
líneas a tinta, de la mano de Teresa, a continuación de una
poesía copiada por sor Inés de Jesús para el 21 de
junio, fiesta de la madre María de Gonzaga,
después de la primera comunión de Teresa (8 de mayo de 1884, a la que hace
alusión). Sería, pues, en torno al 21 de junio cuando Teresa
(de once años) escribió esta plegaria. La caligrafía
es sin duda alguna la de 1884.
¿Qué
sufrimiento "atormentaba" en esas fechas a la niña Teresa que
justificase este grito dirigido a María? El primer Manuscrito puede
ofrecernos la respuesta: "... la Santísima Virgen
permitió este tormento para bien de mi alma" (Ms
A 31rº). Recordemos los hechos: el 13 de mayo de 1883, Teresa se cura
de una enfermedad nerviosa gracias a la sonrisa de la Santísima
Virgen. En un primer momento quiere guardar el secreto. Pero María,
su hermana mayor, lo descubre y se lo cuenta a las carmelitas. La
niña empieza a dudar y cree "haber mentido". Le han robado
su "felicidad". Ya no siente más que
"humillación" y un "profundo horror" (ibid.).
Su sufrimiento dura, pues, desde hace un año cuando Teresa conjura
aquí a la Virgen que la libre de él. Y, en efecto,
disfrutará de un período de calma "durante casi un
año", 1884-1885 (cf Ms A
32vº). Pero la liberación definitiva no tendrá lugar
hasta el 4 de noviembre de 1887, en Nuestra Señora de las Victorias;
ese día, "la Santísima Virgen me hizo sentir que
había sido realmente ella quien me había
sonreído" (Ms A 56vº).
"Querida Virgen Santísima": Teresa volverá a lanzar
esa misma exclamación en su lecho de muerte (CA 30.9.6). volver
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NOTAS a la ORACION 2 - Billete de
su profesión
Documento: autógrafo. - Fecha: para el 8
de noviembre de 1890. - Publicación: HA 98, pp. 127s (retocada) y Manuscrits
autobiographiques, 1957.
Sobre
las disposiciones interiores de Teresa en el momento de su
profesión, cf Ms A
75rº/77vº y las que cartas que escribió durante los
ejercicios espirituales de diez días previos a la misma (Cta
110-117). Al escribir este billete, Teresa hace suya una tradición
del Carmelo. Era costumbre en aquel tiempo que la novicia en la toma de
hábito -o la profesa el día de su profesión- llevase
sobre su pecho un billete de esa índole, en el que pedía para
sí y para sus amigos las gracias que deseaba alcanzar. Una
tradición aseguraba que todas las peticiones que se hacían en
el momento de la postración solemne, con los brazos en cruz, sobre la
alfombra de buriel, serían escuchadas. volver
1 La
profesión consagra a Teresa como "esposa" de Jesús.
Este tema recurre a menudo bajo su pluma, especialmente en la
correspondencia con Celina. volver
2 Una larga
tradición espiritual ve en la profesión religiosa un
"segundo bautismo", que devuelve al alma su "vestidura de
inocencia" (Or 5); cf Cta
114 y Ms a 70 rº.
volver
3 Eco, sin duda,
de la Imitación de Cristo, pero también de san Juan de la
Cruz de quien Teresa se fue impregnando a lo largo de todo el año
1890 (cf Ms A 83rº). volver
4 Bajo un
vocabulario muy sencillo, Teresa pide en realidad la
"transformación de amor" por la que el Amado y el alma
"el uno da posesión de sí al otro y cada uno se deja y
trueca por el otro" (Cántico Espiritual, B, canc.
12, 7). volver
5
Uno de los
profundos deseos de Teresa desde su misma infancia; cf Ms
B 3rº. En 1896 afirmará que esos "deseos de martirio no
son nada" (Cta 197). Sin
embargo, sufrirá el "martirio del cuerpo" por la
enfermedad, y el "martirio del corazón" de
múltiples maneras (cf Cta 167 y 213).
volver
6 La constante
aspiración de Teresa; cf Cta 95, 103,
176; Ms A 71rº; P 15,7; etc. volver
7 Uno de
símbolos preferidos de Teresa desde marzo de 1888; cf Cta
45 y 111. Pero después de su profesión sólo
volverá a aparecer en junio de 1897 (Ms
C 2vº). volver
8 Ya en su toma de
hábito expresaba Teresa este mismo deseo (Cta
74). En el examen canónico, el 2 de septiembre de 1890, insiste en
la orientación apostólica de su vocación: "salvar
almas" (Ms A 69vº). Y hasta en la enfermería
conservará Teresa el preocupación por las "almas del
purgatorio"; CA 18.5.2; 6.8.4; 11.9.5, etc. En fecha desconocida,
había hecho el "acto heroico" (o renuncia a sus
méritos) en favor de esas almas (cf PA, pp. 178 y 286s). volver
9 Ser la
alegría de Jesús, agradarle, hacerle feliz, consolarle:
ése es el último resorte de toda la existencia de Teresa. volver
NOTAS a la ORACION 3 -
Miradas de amor a Jesús
Doc.: CE II, 181 rº/vº.
- Fecha: julio (?) de 1893. - Compuesta para: sí misma y para sor
Marta de Jesús. - Publ.: HA 14, p. 267
(retocada); HA 53, p. 256.
Teresa
compuso esta ORACION, probablemente en julio de 1893, para sor Marta de
Jesús y para sí misma. Habían hecho la
profesión en septiembre de 1890 y continuaban el noviciado bajo la
dirección de la madre María de Gonzaga.
En el Carmelo, con el fin de conservar el espíritu de soledad,
incluso durante las comidas en comunidad, se recomendaba a las carmelitas
que tuvieran siempre los ojos bajos. Teresa se somete a esta
práctica ascética: ella vive en presencia de una persona,
Jesús; por amor a él no desperdiciará "ni una
sola mirada" (cf Ms B 4rº).
Así se explica su exigencia sobre este punto, y no sólo
respecto a sor Marta sino respecto a todas las novicias. volver
1 Lucas
sólo habla del silencio de Jesús, pero para Teresa Cristo en
la Pasión se identifica con la Santa Faz, con los "ojos
bajos" (Cta 110, Cta
87; CA 5.8.7). volver
2 El tema de la
"mirada de amor" es eminentemente teresiano, y probablemente lo
tomó de san Juan de la Cruz. Esta mirada recíproca entre
Jesús y el alma "esposa" es para Teresa como el
símbolo de la vida contemplativa. volver
3 A Teresa le
repugna por temperamento eso de "llevar las cuentas". Si en julio
de 1893 coge un "rosario de prácticas", lo hace "por
caridad" con sor Marta (Cta 144); y
reconoce que, en esa época, esa ascesis le es "de gran
utilidad". volver
4 "... nuestros
fallos": el rasgo genial de esta ORACION de apariencia tan modesta, y
ahí está una vez más el secreto de esa
inversión teresiana que dinamizará el "caminito".
Cf Prières, p. 66. volver
NOTAS a la ORACION 4 -
Homenaje a la Santísima Trinidad
Doc.: CE II, 180vº/181rº. - Fecha: febrero de 1894. -
Compuesta para: sí misma y sor Marta de Jesús. - Publ.:
HA 53, p. 255s.
Para
situar esta ORACION de reparación, es importante encuadrarla en la
gran corriente reparadora que se desarrolló en el siglo XIX,
todavía bajo la fuerte impresión de las violencias
antirreligiosas de la Revolución francesa. Y lo primero que tenemos
que decir es que este texto, aparte su dedicatoria a la Santísima
Trinidad, no tiene nada en común con las fórmulas que
corrían entre manos en aquella época. En 1885, Teresa
adolescente se afilió a la Archicofradía Reparadora de Saint-Dizier
(1847) y a la Cofradía de la Santa Faz de Tours (1876). Es conocido
el importante papel que jugaron M. Dupont,
"el santo hombre de Tours", y sor María de San Pedro en la
difusión y el desarrollo del movimiento reparador. Las apariciones
de la Salette (19 de septiembre de 1846)
vendrían a fortalecer todavía más ese movimiento.
Teresa conoció sin duda el Association
de prières contre la blasphème,
les imprecations et la profanation
des jours de dimenche
et de fête. Estas corrientes de piedad,
muchas veces explotadas sin discreción con un trasfondo
apocalíptico, propiciaron la multiplicación de
"víctimas de la justicia de Dios" (Ms
A 84rº). Cf Or 6. volver
1 En dos semanas,
el "Número total de melodías cantadas por los
pájaros" (es decir, los sacrificios de Teresa y de Marta
anotados en una hoja) es de 208; esa misma cuenta para los "instrumentos
musicales", las "piedras preciosas" y "el perfume de
las flores". volver
2 Probable
alusión al trabajo en domingo, profanación deplorada por la
Virgen de la Salette. volver
3 Cf Cta
261, donde las "indelicadezas" son la manera de actuar de los
"amigos" de Jesús; las "almas sacerdotales y
religiosas" son una de las grandes preocupaciones en la ORACION de
Teresa; cf Ms A 69vº. volver
NOTAS a la ORACION 5 -
Flores Místicas
Doc.: autógrafo. - Fecha: para el 20 de noviembre de 1894. -
Compuesta para: sor María Magdalena. - Publ.:
Prières (1988).
En
el cuaderno (de 10/8'3 cms.), conservado en
un sobre, la madre Inés escribió: "Cuadernillo escrito
por sor Teresa del Niño Jesús para preparar a sor
maría Magdalena para la profesión". María
Magdalena, primera profesa de la madre Inés y muy apegada a ella,
huye de Teresa, que es muy perspicaz para con ella. Obligada a usar una
gran discreción con una compañera tan desconfiada, Teresa le
propone un florilegio de oraciones de lo más modesto. En él
sigue exactamente el esquema que en 1884 preparó sor Inés
para la primera comunión de Teresa. Señalemos por
último que en 1910 sor María Magdalena tenía
aún "este cuadernito en su celda" (PA, p. 591). volver
1 Adjetivo raro en
Teresa: Ms A 79rº; P 36,7; y aquí. volver
2 Algunas llevan
el sello de Teresa, pero el conjunto es convencional. volver
3 Cf "Una
carmelita que no fuese apóstol dejaría de ser hija de la
seráfica santa Teresa" (Cta
198). volver
4
Delicada
alusión a la condición de hermana conversa de María
Magdalena. volver
5 Según una
tradición oral, transmitida por sor Genoveva, durante la
elevación de la hostia en la Misa, Teresa decía y
hacía decir a las novicias: "Padre santo, mira el Rostro de
Jesús y convierte en elegidos a todos los pecadores". Sabemos
también que, en la elevación del cáliz, Teresa
decía: "Sangre divina de Jesús, riega nuestra tierra y
haz que germinen los elegidos", inspirándose para esto en sor
María de San Pedro. volver
6 La misma
expresión en Ms A 25rº, para
la primera comunión de Celina. volver
subir
NOTAS a la ORACION 6 -
Acto de Ofrenda al Amor Misericordioso
Doc.: autógrafo. - Fecha: 9 de junio de 1895. - Publ.:
HA 98, pp. 257-259.
En
los Archivos del Carmelo de Lisieux existe una primera versión de esta
Acto de Ofrenda, escrito por mano de Teresa los días
9-11 de junio de 1895. Este texto ha sido reproducido en facsímil
en las "Pièces jointes"
de la edición fotocopiada de los Manuscritos autobiográficos,
1956. En ella hay algunas ligeras divergencias con la versión
definitiva, que es la que ofrecemos aquí. Esta fue redactada por
Teresa para la madre Inés a finales de 1896 o principios de 1897, y
luego fue ampliamente difundida y aprobada por la Iglesia. Para un estudio
detallado de los documentos, ver Prières
1988, pp. 77s.
En
cuanto a lo esencial, la ofrenda de Teresa fue escrita sin seguir ninguna
fórmula, con pocas palabras, durante la misa del 9 de junio de 1895,
fiesta de la Santísima Trinidad. Pero ya desde el principio Teresa
piensa en comunicar esta consagración, y antes que a nadie a su
hermana Celina. De ahí la necesidad de un texto escrito, que pudiera
además ser sometido a la aprobación de los superiores.
Escuchemos el testimonio de sor Genoveva: "Al salir de esta Misa, me
arrastró tras de sí en busca de nuestra Madre. Parecía
estar como fuera de sí, y no me hablaba. Por fin encontramos a
nuestra Madre [Inés de Jesús] y le pidió permiso para
ofrecerse conmigo como víctima al Amor misericordioso. Le dio una
breve explicación. Nuestra Madre tenía prisa, no
pareció comprender demasiado bien de lo que se trataba, y dio
permiso para todo, tanta confianza tenía en la discreción de
sor Teresa del Niño Jesús" (PO, p. 281). El martes 11 de
junio, las dos hermanas se vuelven a encontrar, de rodillas ante la estatua
de la Virgen de la Sonrisa para ofrecerse "las dos juntas".
A
finales de 1895, Teresa vuelve a hablar, en el Manuscrito A (84rº/vº)
sobre la iluminación del 9 de junio: "Pensaba, escribe, en las
almas que se ofrecen como víctimas a la justicia de Dios a fin de
desviar y atraer sobre sí mismas los castigos reservados a los
culpables" (84 rº).
Podríamos preguntarnos si, el 9 de junio de 1895, Teresa no piensa
más en concreto en sor María de Jesús, carmelita de Luçon,
cuya circular acaba de llegar a Lisieux precisamente el 8 de junio. Esta
hermana "se ofreció muchas veces como víctima a la
justicia divina", decía la circular. Su agonía, el Viernes
Santo de 1885, fue terrible. La moribunda dejaba escapar este grito de
angustia: "Sufro los rigores de la justicia divina... ¡la
justicia divina...! ¡la justicia
divina...!" Y también: "No tengo suficientes
méritos, y tengo que adquirirlos". El relato es realmente
impresionante, y pudo muy bien impresionar a las oyentes (cf Prières,
p. 84). volver
1 A propósito
de este título de Teresa, haremos tres observaciones: La palabra
"ofrenda" figura en la agenda de sus fechas importantes:
"Ofrenda de mí misma al Amor" (Ms
A 86rº); en la enfermería: "mi ofrenda al Amor" (CA
29.7.9); mi ofrenda" (8.8.2). - La palabra "holocausto"
significa "totalmente consumido por el fuego". En el Antiguo
Testamento, la víctima de holocausto ofrecida en sacrificio era
quemada totalmente en honor de Dios. Cf Ex 29. - Y finalmente, la
expresión "Amor misericordioso" aparece aquí por
primera vez como tal en los Escritos. volver
2 Esta
fórmula se repite con frecuencia en las cartas. Por ejemplo, en
febrero de 1897 Teresa escribirá: "En el cielo desearé
lo mismo que deseo ahora en la tierra: amar a Jesús y hacerle
amar" (Cta 220). volver
3 Nos encontramos
aquí con la dinámica fundamental del "caminito":
deseo incoercible, constatación de imposibilidad, resurgir de la
esperanza; compárese con Ms A 32rº
y Ms C 2vº. volver
4 Después
de haber invocado a la Trinidad, Teresa se dirige ahora al Padre;
más adelante le hablará a Jesús ("la sagrada
comunión, el cetro de la Cruz"). volver
5 "Y en su
Corazón abrasado de amor": estas palabras faltaban en la
primera redacción y fueron añadidas a petición sor
María del Sagrado Corazón (al igual que, más adelante,
la expresión "consolar a tu Sagrado Corazón"). En
realidad, ese 9 de junio, Teresa tiene los ojos muy puestos en el
"Corazón" de Jesús: "¡Oh Dios
mío!, tu amor despreciado ¿tendrá que quedarse
encerrado en tu corazón?" (Ms
A 84rº). volver
6 El Acto de
Ofrenda será leído a los pies de la estatua de María,
gesto éste que expresa una realidad constante en la vida de Teresa
que lo ofrece todo a Dios por las manos de María. volver
7 Sobre esta cita
de san Juan de la Cruz, véase Ms
C 31rº, n. 150. volver
8 Según el
deseo de Teresa, la madre Inés hizo revisar por un teólogo el
texto del Acto de Ofrenda, ya en 1895. Después de examinarlo, el P.
Armando Lemmonier lo sometió al juicio de
su superior (y homónimo), quien hizo cambiar la expresión
"deseos infinitos" por "deseos inmensos". Teresa
obedeció, aunque ya había hablado de "deseos
infinitos" en Cta 107 y RP 2;
véase también la petición de un "amor
infinito" en Or 2.
Teológicamente, Teresa tenía razón: ella no reduce a
Dios a la medida del hombre (ni a su pecado ni a sus deseos), sino que
ajusta al hombre a la medida de Dios, abriéndolo al infinito (cf
Tomás de Aquino y Catalina de Sena). volver
9 Por más
que la madre Inés de Jesús y sor María de la Trinidad
hayan visto en esta expresión la petición de un milagro (la
conservación de la presencia real en Teresa bajo la forma de las
sagradas especies), parece que la perspectiva de Teresa era muy otra. Lo
que pide en realidad que tome "posesión" de ella Aquel que
si transforma el pan en su Cuerpo lo hace
únicamente para transformar en Sí mismo al que comulga. Cf Prières,
pp. 95s. volver
10 Compárese
con el relato de la primera comunión (Ms
A 35rº). volver
11 Teresa pudo leer
esta idea en varios pasajes del Cántico Espiritual, por ejemplo:
"el mirar de Dios aquí es amar" (Cántico
Espiritual, B, canc. 32,3); ver
también, del mismo san Juan de la Cruz, Glosa a lo divino). volver
12 La acción
de gracias por toda su vida pasada es también el hilo conductor de
todo el Ms A. En la primavera de 1895, Teresa da
gracias "en especial" por la "inexpresable gracia / de haber
sufrido" (PN 16,1). No pide que se repita, pero tampoco lo
rehúsa. Sobre las reacciones de sor María del Sagrado
Corazón y de sor Genoveva, cf Prières,
p. 99. volver
13 Teresa, santa
del momento presente y de la pobreza espiritual, no hace reservas de ninguna
clase: ni deudas que expiar en el purgatorio, ni méritos para hacer
valer como derecho a recompensa. Teresa no niega que tenga méritos (Ms
C 33rº/vº), pero se niega a atesorar. Y,
sobre todo, de lo que se trata aquí, lo mismo que en toda la
ofrenda, es menos de dar que de recibir gratuitamente. volver
14 Cf la
máxima de san Juan de la Cruz citada por Teresa en Cta
188: "A la tarde te examinarán en el amor". volver
15 Teresa, pues, se
distancia incluso de santa Teresa de Avila,
que escribía: "Cueste lo que costare, Señor, no
queráis que vaya delante de Vos tan vacías las manos, pues
conforme a las obras se ha de dar el premio" (Vida, 21,5). Cf CONRAD
DE MEESTER, Las manos vacías. El mensaje de Teresa de Lisieux.
Burgos, Monte Carmelo, 1977. volver
16 Es ésta
una de las fórmulas estereotipadas con que terminaban muchas de las
circulares de las carmelitas en aquella época. volver
17 Desde 1923, la
Iglesia ha aplicado indulgencias a la recitación de esta
última parte del Acto de Ofrenda, para animar a los fieles a hacerlo
suyo. volver
18 En la
enfermería, Teresa subrayará la repercusión de su
ofrenda hasta en su actos más sencillos: "Todo lo que hago, los
gestos, las miradas, todo, desde mi ofrenda, lo hago por amor" (CA
8.8.2). volver
19 Es éste
uno de los deseos más constantes en Teresa desde su juventud
religiosa; y los repite hasta unas veinticinco veces en sus escritos (cf
las referencias en Prières, p.
101). volver
20 Cf P 10,14 y 15.
De la "muerte de amor" habla en muchas ocasiones san Juan de la Cruz,
de quien se ha impregnado Teresa. Cf CA 27.7.5 y 31.8.9. volver
21 Alusión
probable al purgatorio. Cf Ms A 84vº.
volver
22 Teresa ha
encontrado con frecuencia esta expresión nupcial del "abrazo"
en el Cántico Espiritual a propósito del matrimonio
espiritual del alma con Dios. volver
23 Cf CA 27.7.9. volver
NOTAS a la ORACION 7 -
ORACION a Jesús en el Sagrario
Doc.: CE II, 180rº/vº. - Fecha:
16 de julio de 1895. - Compuesta para: sor Marta. - Publ.:
HA 53, p. 261.
Esta
ORACION fue compuesta para sor Marta, a petición suya, para sus
treinta años. Como es hermana conversa, su jornada se termina con
una visita al Santísimo durante el silencio nocturno que manda la
Regla. En esa visita sor Marta hace el examen de conciencia, una
práctica con frecuencia poco agradable, sobre todo para un
temperamento proclive a la tristeza y al desaliento (Or
7 y 20). volver
1 En los escritos
de Teresa no encontramos, hablando con propiedad, un método de
ORACION. Estas líneas son preciosas en extremo, pues precisan la
actitud que se ha de guardar fuera de la ORACION: unión a Dios
durante el día, caridad fraterna, renuncia habitual. volver
2 Esta es la
única vez que utiliza esta palabra. Considerar a Jesús como
el único "Reparador" del hombre es algo que entronca con
la más antigua tradición patrística y
monástica. volver
3 Palabra muy rara
en Teresa (Ms A 33rº y 48rº), aunque esa
realidad la vivió de continuo. volver
4Todo este final y
no pocas pinceladas de esta ORACION han de compararse con la poesía
Al Sagrado Corazón (P 14), que es probablemente de junio de 1895. volver
NOTAS a la ORACION 8 -
ORACION para el Abate Bellière
Doc.: autógrafo. - Fecha.: entre el 17 y el 21 de octubre de
1895. - Compuesto para: Mauricio Bellière,
seminarista. - Publ.: HA 53, pp. s.
Teresa
compuso esta ORACION de manera espontánea, dedicándosela a su
nuevo hermano espiritual, que le había encomendado la madre
Inés en octubre de 1895 (cf Ms
C 31vº s). Esta adjuntó la ORACION de Teresa a su respuesta
afirmativa al seminarista. volver
1 El subrayado de
"todas" responde a la petición del seminarista. Para
entender adecuadamente el sentido de esta ofrenda exclusiva, véase
el relato de Teresa, Ms C 33vº. volver
2 Esta es la
ORACION que Teresa pedirá a su hermano que haga por ella, cf Cta
220. volver
3 Los del cuartel
sobre todo, cuando las "huellas de una vida ligera" aún no
se han borrado de la mente del joven, como acaba de escribirlo. volver
4 Una
devoción predilecta de M. Bellière,
que añade tras su firma: "Guardia de Honor del Sagrado
Corazón". volver
5 Reminiscencia de
la ORACION de Teresa Durnerin, cf Cta
101 y RP 2, nota 25. volver
6 Reminiscencia de
la Salve Regina. volver
Notas a la ORACION 9 -
ORACION de Celina y de Teresa
Doc.: autógrafo. - Fecha: Navidad de 1895. - Compuesto para:
sor Genoveva. - Publ.: Lettres
1948, p. 305.
Es
texto se encuentra al dorso de una estampa con orla de encaje que
representa a un Niño Jesús segando lirios; debajo del
grabado, este texto impreso: "Dichoso el lirio que llegue sin mancha a
la hora de la siega, su blancura brillará eternamente en el
paraíso". Bajo dos lirios segados se lee: "Teresa" y
"Celina", de mano de sor Genoveva (después del 30/9/1897).
Esta estampa iba a ser colocada en la sandalia de la novicia la noche de
Navidad. Este gesto tan sencillo quiere subrayar que Teresa está
presente y vigilante en su afecto fraternal en medio de las dificultades
que sor Genoveva está encontrando para ser admitida a la
profesión; cf Prières, pp.
110-111. volver
1 Recordemos el
pensamiento de Teresa a este respecto en Ms
A 82rº y CA 16.7.2. volver
2 Esta palabra es
el centro de la ORACION, ya que traduce la intimidad de las dos hermanas,
especialmente en los últimos ocho años; cf CG, p. 223 y 1364;
Ms A 47vº y Ms
C 8vº. Para el símbolo de la flor, cf Cta
134. volver
NOTAS a la ORACION 10
- Ofrenda del día
Doc.: copia MSC. - Fecha: 1895 (?). - Compuesta para: Edith de Mesmay.
- Publ.: NS 1927, p. 212s.
Esta
ORACION fue compuesta "para una persona del mundo", Edith de Mesmay
(1860-1927), que nació en La Porte de Sainte Gemme,
amiga predilecta de María Martin en el
internado de la Visitación de Le Mans.
Se puede tener por seguro que María del Sagrado Corazón
pidió a Teresa esta ORACION para su amiga Edith. Como antiguas
alumnas de la Visitación, las dos tenían en común una
gran devoción al Sagrado Corazón. volver
1 No se debe
excluir que Teresa utilice un matiz entre orar "a intención de
alguien", es decir, en favor de ese persona (Cta
226) y orar "por las intenciones " de alguien, es decir con ella,
identificándose con sus preocupaciones y sus ilusiones, como en el
caso presente. Los libros de oraciones de esa época recogen un buen
número de fórmulas de ofrenda de día en unión
al Sagrado Corazón. volver
2 Un eco del Acto
de Ofrenda (Or 6). Las semejanzas de las
expresión permiten proponer la fecha del segundo semestre de 1895
para esta Or 10. volver
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NOTAS a la ORACION 11
- Que yo me parezca a ti
Doc.: autógrafo. - Fecha: 1896 (?). - Publ.:
DE, p, 517.
Pergamino
(7/4'2 cm.)
plegado a la mitad. En el interior, al lado izquierdo, una viñeta de
la Santa Faz de Tours. Texto: sobre la viñeta: "Haz que yo me
parezca a ti"; debajo: "¡Jesús...!". En el
sobre en que se conserva, Celina escribió tardíamente a
lápiz: "Pergamino que Sta.
Teresa del N. J. llevaba, con otras oraciones, en una bolsita prendida
sobre el pecho".
Teresa
expresó muchas veces los deseos que le inspiraba la
contemplación de la Santa Faz (cf CA 5.8.9). Lo cantó en una
de sus poesías: "Mi cielo en la tierra" (P 12). Y lo
repitió en sus oraciones apasionadas (Or
12 y 16). Aquí lo resume todo en un grito de amor: aspiración
a la transformación perfecta en su Amado, a la configuración
con Jesús en su Pasión. Tenemos aquí algo así
como la ORACION intemporal y fundamental de "Teresa de la Santa
Faz" (sobre la "semejanza", cf Prières,
p. 117). volver
NOTAS a la ORACION 12
- Consagración a la Santa Faz
Doc.: autógrafo. - Fecha: 6 de agosto de 1896. - Compuesto
para: ella misma, sor Genoveva y sor María de la Trinidad. - Publ.:
HA 98, pp. 160-161, sin el rº; para éste
último: Mss I, pp. 20s. - Las
palabra en cursiva fueron escritas por Teresa con tinta roja.
Esta
ORACION fue compuesta para el 6 de agosto, fiesta de la
Transfiguración. Teresa eligió esta fecha para consagrarse
solemnemente a la "Faz adorable de Jesús" junto con sus
compañeras de noviciado que llevaban el nombre "de la Santa
Faz". Una primera versión, con importantes variantes aparece
reproducida en Prières, pp.
124s. - La ORACION está escrita al dorso de un cartoncito de 13 por 9 cm. En el anverso, una
reproducción de la Santa Faz de Tours, rodeada de tres medallones
ovales dispuestos en semicorona, y dentro
de ellos las fotografías de las firmantes cuyos nombres se
reproducen. volver
1 Teresa pone las
iniciales de los nombres de pila de cada una de ellas: "C" para
sor Genoveva (Celina); "L. J." (Luisa Josefina) para María
de la Trinidad; "María F." (María Francisca) para
sí misma. Sor Genoveva de Santa Teresa se llamaba originariamente
"María de la Santa Faz" (cf Cta
174), y sor María de la Trinidad "María Inés de
la Santa Faz" (cf PN 11 y 12). Esta última tenía desde
la infancia una marcada devoción a la Santa Faz. Teresa fue la
primera carmelita de Lisieux que llevó el "título de
nobleza" (cf Cta 118) "de la
Santa Faz", así como también el "del Niño
Jesús". volver
2 SAN JUAN DE LA
CRUZ, Cántico Espiritual, B, 29,1. Es la primera vez que esta cita
aparece en los Escritos. Se repetirá en Ms
B 4vº; Cta 221 y 245. volver
3 ID., Llama de
amor viva, canción 1, n. 28. (Teresa señalará este
pasaje con una cruz a lápiz, ya en la enfermería, en 1897; cf
UC, pp. 419-420). Hay que hacer notar que si Teresa no cita estas palabras
del Santo hasta 1896-1897, sí las está viviendo ya desde hace
años; cf CA 27.7.5. volver
4 Teresa se
inspira aquí en las Letanías de la Santa Faz: "¡Oh
Faz adorable, más fresca que las rosas de primavera!". volver
5 Este
versículo (Jn 19,28) está en el origen del ardor
apostólico de Teresa; cf Ms A 45vº,
46vº. Algunas semanas más tarde, en el Manuscrito B (8/9/96),
esta dimensión apostólica se expresará en su
dimensión universal. Cf también P 20+. volver
6 La mayor parte
de los libros de oraciones de Tours proponen un "Grito de amor"
en el que se lee: "¡Almas! ¡Almas! ¡Tenemos
necesidad de almas!". volver
7 Este final es
como un eco de P 12: Mi cielo en la tierra (12 de agosto de 1895) y de P
21: Mi cielo (7 de junio de 1896); entre estas dos poesías se
sitúa la entrada de Teresa en la noche de la fe. volver
NOTAS a las Oraciones 13 a 16
Doc.: autógrafo. - Fecha: verano (?) de 1896. - Publ.:
HA 07, p. 305 (Ora 13 y 15); HA 98, p. 260 (Ora 14 y 16).
Por
exigencias del análisis, hemos separado estas cuatro oraciones (13 a 16) que Teresa
había reunido en una misma estampa de su breviario. Para ella, se
trata de algo así como un carnet de
identidad que resume su nombre religioso. Las compuso para sí misma,
sin duda durante el verano de 1896. En el dorso de la cartulina
(8'6/12'8cm.) está pegada una imagen del Jesús adolescente
(4'9/6'5); en los dos ángulos superiores se encuentra el texto del
la Ora 13; abajo, el texto de Or 14. Al
dorso, una imagen de la Santa Faz (3'1/4'4) idéntica a la de Or
12. Arriba, en los márgenes, el texto de Or
15; abajo, el texto de Or 16. volver
NOTAS a la ORACION 13 - Padre
Eterno, tu Hijo Único
1 Este calificativo
es excepcional en Teresa (aquí y en Or
15); escribe más bien "Padre celestial" (Cta
107 y 247; Ms C 34rº/vº),
"Padre santo" (Ms C 34vº),
"Padre misericordioso" (Cta
220). volver
2 Podemos pensar
en san Juan de la Cruz y su ORACION del alma enamorada: "Míos
son los cielos y mía es la tierra (...) Cristo es mío y todo
para mí". Escuchamos también un eco del Acto de Ofrenda,
que Teresa repita "con mucha frecuencia". Cf también Cta
137. volver
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NOTAS a la ORACION 14
- Al Niño Jesús
1 Es la respuesta
del "niño" que un día encontró Teresa de
Ávila en un claustro; cf OTILIO RODRÍGUEZ, Leyenda
áurea teresiana, Madrid, Espiritualidad, 1970, p. 2. volver
2 Teresa tiene
ante los ojos un Niño Jesús de uno doce años. Con el
dedo índice izquierdo muestra su corazón y con el derecho
apunta hacia el cielo; este detalle conmueve a Teresa en plena prueba de la
fe. Lo seguirá teniendo ante los ojos en la enfermería; cf CA
25.7.4. volver
3 Expresión
sacada del Cántico espiritual: "Cuando tú me mirabas, /
su gracia en mí tus ojos imprimían..." Es sabido
cuánto le gustaban a Teresa estas estrofas (canciones 32, 33 y 36).
Una vez más hay que señalar la gran importancia de san Juan
de la Cruz en el itinerario espiritual de Teresa en este verano de 1896. Es
ésta, en efecto, la cuarta vez que se inspira en los pensamientos
del Santo para actualizar imágenes del breviario: Glosa a lo divino
(P 19); Cta 188, estampa con una imagen del Santo
y varios pensamientos de él al dorso; la Consagración a la
Santa Faz (Or 12); y este registro.
volver
4 Tenemos que
recordar que no se trata de ninguna clase de amaneramiento, sino de esas
"humilde virtudes" (PN 35,3) contrarias a la virtud orgullosa
proclamada por Lucifer poco antes (RP 7, El triunfo de la humildad). Este
texto -la Or 14- ocupa, entre las Oraciones, el
lugar del "niñito", o el del pajarillo" del Ms
B, casi contemporáneo de aquél. Cf P 8, nota 4. volver
5 Es el "dies
natalis" del Martirologio, cuya
lectura en francés Teresa escuchaba todas las noches en el
refectorio. Y es éste el único lugar donde habla de su muerte
en estos términos. volver
NOTAS a la ORACION 15
- Padre Nuestro, ya que me has dado
1 Transcripción
simplificada de unas palabras interiores que escuchó sor
María de San Pedro (el 28/10/1845), citadas en su Vie,
p. 234, y que se convirtieron en la séptimo de las "Promesas de
Nuestro Señor" a quien honrare su Santa Faz. Varias de las
expresiones que utiliza Teresa en este registro de su Breviario provienen
de esta fuente ("Padre eterno", imprimir... su divina semejanza").
volver
NOTAS a la ORACION 16
- A la Santa Faz
1 Teresa se
apropia audazmente y hace una transposición de la palabra que
atañe a Jesús niño. Y de la anécdota pasa al
misterio del nombre, poniendo a la par las dos expresiones que forman su
apellido: Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz. volver
2 Encontramos de
nuevo el Cántico Espiritual, canción 36, explicación
del v. 2: "Que da tal manera esté yo transformada en tu
hermosura, que, siendo semejante en hermosura, nos veamos entrambos en tu
hermosura, teniendo ya tu misma hermosura..." (CB 36,5). volver
3 "No ver
... ni sentir": actitud fundamental en Teresa, que se
acentúa todavía más con la prueba de Pascua de 1896.
"Por amor" acepta verse privada de las manifestaciones sensibles
del amor. volver
4 Expresión
inspirada en san Juan de la Cruz, quien escribe no obstante:
"consumiéndose rápidamente" (cf Or
12). volver
Notas a la ORACION 17
- Señor Dios de los ejércitos
Doc.: CE II, 175rº/vº. -
Fecha: 1896-1897. - Publ.: HA 07, pp.
306-307 (retocada); Prières 1988,
p. 50s.
La
crítica interna permite fechar esta ORACION durante el invierno de
1896-1897 (cf Prières, pp. 133s). Durante este
invierno, la tuberculosis avanza y va minando las fuerzas de Teresa que
presiente cercana su muerte. Además, la atormentan las tentaciones
contra la fe. En esta lucha solitaria, vuelve los ojos hacia Juana de Arco.
¿A qué estampa de Juana de Arco se refiere el título
(que no es de Teresa, sino de la copia de los Procesos)? Las palabras
"prisionera" y cadena" inclinarían a pensar que se
trata de VTL nº 13, Juana (= Teresa) en la prisión. volver
1 Cf BT, pp. 164s.
El texto repetirá más adelante. "Mi espada". Sobre
esta imagen, puede verse el fascículo Mes Armes (1895), pp. 102 y
121s. volver
2
Cf Ms
B 2vº y Cta 224. La palabra "batalla"
aparece 13 veces en los Escritos, y se repite sobre todo en 1896-1897
(nueve veces). volver
3 Única vez
que esta expresión aparece en la pluma de Teresa. Se trata del
"mundo" en sentido joánico
(cf Jn 17). volver
4 La misma idea en
Cta 224, donde Teresa hace una
transposición explícita de la misión de Juana. volver
5 Réplica
histórica de Juana a los jueces durante su proceso. volver
6 Cf la
afirmación fuerte de Teresa en CA 9.8.1. volver
subir
Notas a la ORACION 18
- Santos Inocentes y San Sebastián
Doc.: autógrafo. - Fecha: finales de 1896-comienzos de 1897
(?). Compuesto para: sor Genoveva. - Publ.:
NV 1927, pp. 213s e HA 53, pp. 258s.
Estampa
con orla de encaje (11'9/8'2
cm) que representa
a un soldado ("San Sebastián") prestando auxilio a Tarsicio,
y dos angelitos ("los santos Inocentes") que presentan la palma y
la corona. Arriba, se puede ver un copón con una hostia
resplandeciente y estos dos versos en el grabado: "A este soldado
valiente, cuyo corazón conoce, / dice el niño su secreto:
'Llevo al Señor'". Esta ORACION fue compuesta para sor Genoveva
(tal vez para el primer aniversario de su profesión, el 24 de
febrero de 1897). volver
1 Sobre este tema,
cf RP 2,2rº; RP 6,5rº y 9rº; Cta
182; P 28 (28/12/1896). volver
2 Este santo tan
popular es uno de los héroes de Fabiola, obra muy leída en
los Buissonnets. A partir de 1893, la madre
Inés comparaba a Celina con san Sebastián (a quien esta
última tenía especial devoción). Teresa incluye a este
guerrero en el cortejo de honor de la profesión de Celina (Cta
182). Ya en su lecho de muerte, el 20 de enero de 1959 (día de la
fiesta del santo), sor Genoveva cantará una vez más:
"¡Oh gran san Sebastián, a quien Dios no niega
nada!". volver
3 Cf P 31,5,
compuesta en enero de 1897. volver
4 Teresa retoma
por su cuenta el texto impreso en el anverso de la estampa. volver
5 Adolescente de
la iglesia de Roma que murió mártir (hacia el 225) mientras
llevaba la eucaristía en secreto a los cristianos presos: al
tropezar con unos paganos, se negó a entregársela y fue
asesinado. volver
6 Cf P36,23.
En la estampa Teresa pintó más sangre de la que había
en el modelo. Toda esa frase tiene un alcance autobiográfico:
también Teresa lucha "hasta la sangre" contra la
tentación; cf Or 19. volver
NOTAS a la ORACION 19
- Acto de Fe
Doc.: autógrafo. - Fecha: junio-julio (?) 1897. - Publ.:
Le Triomphe de l'Humilité,
p. 114.
Fecha
propuesta de acuerdo a la caligrafía y al contenido. El original de
esta ORACION, escrita a lápiz, se encuentra en un trozo del margen
de una carta (2/9 cm. aproximadamente) ,
rasgado de manera irregular.
Desde
Pascua de 1896, la fe de Teresa en la vida eterna está sometida a
una dura prueba. Durante los ejercicios espirituales del mes de octubre de
1896, se abre con el P. Godofredo Madelaine,
quien le aconseja escribir el Credo y llevarlo sobre su pecho. Entonces,
Teresa escribe, con su propia sangre, el Símbolo de los
Apóstoles y lo pega al final de su evangelio.
En
1897, las tinieblas se hacen más espesas. El 9 de junio, escribe:
"Creo que he hecho más actos de fe de un año a esta
parte que en toda mi vida. Cada vez que se presenta el combate (...), corro
hacia Jesús y le digo que estoy dispuesta a derramar hasta la
última gota de mi sangre por confesar que existe un cielo" s C
7rº). Cf también CA 7.8.4 y UC, p. 449. Cf Prières,
p. 142.
La
madre Inés manifestó a sor Luisa de Jesús (carmelita
de Lisieux desde 1919 hasta 1982) que Teresa se sentía en ocasiones
asaltada con tal violencia por el espíritu de blasfemia, que se
mordía con fuerza los labios para no proferir las palabras blasfemas
que muy a su pesar le venían a la mente (tradición oral,
DCL). volver
NOTAS a la ORACION 20
- ORACION para alcanzar la humildad
Doc.: CE II, 181vº/183rº. - Fecha: 16 de julio de 1897. -
Compuesta para: sor Marta. - Public.: HA 07,
pp. 307-308 (retocada); Prières 1988,
p. 53.
Esta
ORACION fue compuesta para sor Marta de Jesús, con ocasión de
sus treinta años, el 17 de julio de 1897 (confirmado por la Cta
256). La condición de conversa de esta última la expone a que
cualquiera de las hermanas le mande lo que sea, y su espíritu de
contradicción le hace difícil la obediencia. Por eso Teresa
la invita a mirar a "Jesús, manso y humilde de
corazón". En esa época, Teresa no usa ya otro lenguaje
con las novicias, María de la Trinidad (Cta
264), María de la Eucaristía (UC, p. 698) y sobre todo sor
Genoveva (Cta 243). volver
1 Esta frase, que
se repite por tres veces en la ORACION, ayudaba a vivir a Teresa,
especialmente en las últimas semanas (Cf CA 15.5.3). volver
2 Imitación
II,49,7 y CSG, p. 118. volver
3 Única vez
que se emplea esta palabra en los Escritos. volver
4 Cf CA 6.8.8 y
7.8.4. volver
NOTAS a la ORACION 21
- Si yo fuera la Reina del Cielo
Doc.: autógrafo. - Fecha: 8 de septiembre de 1897. - Publ.:
fuera de texto, HA 07, pp. 48-49 (facsímil
retocado) ; Lettres
1948, pp. 438s.
Este
8 de septiembre es un día de calma momentánea y de
tranquilidad para Teresa, enferma; cf CA 8.9. Pide "volver a ver la
imagen de Nuestra Señora de las Victorias, a la que había
pegado la florecita que le dio (su) padre cuando le
permitió entrar en el Carmelo" (sor Genoveva, PO, p. 309). Fue
en esa ocasión cuando escribió al dorso, con mano temblorosa,
esta última ORACION: "Fueron las últimas líneas
que escribió en la tierra".
Esta
Or 21, un poco alambicada a primera vista,
y por tanto sorprendente en Teresa, ha sido considerada como inspirada en
estas palabras atribuidas comúnmente a san Agustín:
"Señor, mi alma se alegra inmensamente cuando piensa que eres
Dios; pero si, por un imposible, pudiera darse que Agustín fuese
Dios y que tú fueses Agustín, preferiría que tú
fueses Dios a que lo fuese Agustín". Esta anécdota la cuenta
el P. Ribadeneira en la Vie des saints
et fêtes de toutte
l'année. Había costumbre de
leer esta Vie des saints
en el refectorio, en tiempos de Teresa. Es probable que la madre
Inés le haya vuelto a leer algo en la enfermería para la
fiesta de san Agustín, el 28 de agosto. Por otra parte, esta Or
21 evoca una idea que le gustaba mucho a Teresa: "Querida Virgen
Santísima, me parece que yo soy más dichosa que tú,
porque yo te tengo a ti por Madre, mientras que tú no tienes a una
Santísima Virgen a quien amar" (Cta
137, del 19 de octubre de 1892, idea que se repite de otra forma en CA
11.8.4). Hay ahí una especie de cambio de identidad, expresado en un
grito de amor. volver
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Esta
edición de Oraciones de Santa Teresita de Liseux, tiene su origen en
el trabajo realizado por la pagina WEB: www.abandono.com,
la que recomiendo
Pedro Sergio
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