DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
27 años en Internet
La edición de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica,
Lectio Divina y Santoral es las más antigua de Internet, comenzó en el año
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8-05-2025
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Edición Nº 10.048
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LITURGIA DE LAS HORAS
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ANTÍFONA DE ENTRADA Éx 15, 1-2
Cantaré al Señor que
se ha cubierto de gloria. El Señor es mi fuerza y mi protección, Él me
salvó. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y
eterno, concédenos en este tiempo pascual recibir con mayor abundancia la
gracia que hemos conocido, para que, liberados de las tinieblas del error,
nos adhiramos con mayor firmeza a tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es
Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Hech 8, 26-40
Lectura
de los Hechos de los apóstoles.
El Ángel del Señor
dijo a Felipe: “Levántate y ve hacia el sur, por el camino que baja de
Jerusalén a Gaza: es un camino desierto”. Él se levantó y partió. Un eunuco
etíope, ministro del tesoro y alto funcionario de Candace, la reina de
Etiopía, había ido en peregrinación a Jerusalén y se volvía, sentado en su
carruaje, leyendo al profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: “Acércate y
camina junto a su carro”. Felipe se acercó y, al oír que leía al profeta
Isaías, le preguntó: “¿Comprendes lo que estás leyendo?”. ÉI respondió:
“¿Cómo lo puedo entender, si nadie me lo explica?”. Entonces le pidió a
Felipe que subiera y se sentara junto a él. El pasaje de la Escritura que
estaba leyendo era el siguiente: “Como oveja fue llevado al matadero; y
como cordero que no se queja ante el que lo esquila, así él no abrió la
boca. En su humillación, le fue negada la justicia. ¿Quién podrá hablar de
su descendencia, ya que su vida es arrancada de la tierra?”. El etíope
preguntó a Felipe: “Dime, por favor, ¿de quién dice esto el Profeta? ¿De sí
mismo o de algún otro?”. Entonces Felipe tomó la palabra y, comenzando por
este texto de la Escritura, le anunció la Buena Noticia de Jesús. Siguiendo
su camino, llegaron a un lugar donde había agua, y el etíope dijo: “Aquí
hay agua, ¿qué me impide ser bautizado?”. Y ordenó que detuvieran el carro;
ambos descendieron hasta el agua, y Felipe lo bautizó. Cuando salieron del
agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y el etíope no lo vio más,
pero seguía gozoso su camino. Felipe se encontró en Azoto, y en todas las
ciudades por donde pasaba iba anunciando la Buena Noticia, hasta que llegó
a Cesárea.
Palabra
de Dios.
COMENTARIO: El
etíope tenía acceso a la Palabra de Dios, la leía y la conocía, pero no
podía llegar a captar plenamente su sentido. El sentido de la Palabra es
que nos trae una Buena Noticia para la vida, y esa Buena Nueva es la
salvación realizada en Jesús. Ayudar a descubrir este sentido fue la tarea
de Felipe y es también hoy de la comunidad cristiana. La Palabra se nos
revela más profundamente cuando la leemos en comunidad.
SALMO Sal 65, 8-9. 16-17. 20
R.
¡Aclame al Señor toda la tierra!
O bien: Aleluya.
Bendigan, pueblos, a nuestro
Dios, hagan oír bien alto su alabanza: Él nos concedió la vida y no dejó
que vacilaran nuestros pies. R.
Los que temen al
Señor, vengan a escuchar, yo les contaré lo que hizo por mí: apenas mi boca
clamó hacia él, mi lengua comenzó a alabarlo. R.
Bendito sea Dios, que
no rechazó mi oración ni apartó de mí su misericordia. ¡Bendigan, pueblos,
a nuestro Dios! R.
ALELUYA Jn 6, 51
Aleluya. “Yo soy el
pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente”,
dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Jn 6, 44-51
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús dijo a la gente:
Nadie puede venir a Mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y Yo lo
resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas:
“Todos serán instruidos por Dios”. Todo el que oyó al Padre y recibe su
enseñanza viene a Mí. Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de
Dios: sólo Él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree tiene Vida
eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná
y murieron. Pero éste es el pan que desciende del cielo para que aquél que
lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este
pan vivirá eternamente, y el pan que Yo daré es mi carne para la Vida del
mundo.
Palabra
del Señor.
COMENTARIO: Jesús
vive en estrecha relación con el Padre, lo ve y lo escucha. Y éste es el
regalo de la Vida eterna que se nos ofrece: vivir también nosotros en esa
íntima relación que tienen el Padre y el Hijo. Recibir el Pan vivo,
participar de la eucaristía, es nuestra forma de tener ya ahora esa vida
eterna. En la eucaristía nos unimos a Jesús, y Él nos revela al Padre, que
es Dios de vida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por
este santo sacrificio nos concedes participar de tu vida divina, te pedimos
que así como hemos conocido tu verdad, vivamos de acuerdo con ella. Por
Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN 2Cor 5, 15
Cristo murió por
todos, a fin de que los que viven no vivan más para sí, sino para aquel que
por ellos murió y resucitó por ellos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, ayuda con
bondad a tu pueblo que has alimentado con los sacramentos celestiales;
concédele apartarse del pecado y comenzar una vida nueva Por Jesucristo,
nuestro Señor.
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REFLEXIÓN
BÍBLICA
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“Yo soy el pan de Vida”
Jn 6, 44-51
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. “TODOS
SERÁN INSTRUIDOS POR DIOS”.
Jesús dijo a la gente: Nadie puede venir a Mí,
si no lo atrae el Padre que me envió; y Yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en el libro de los Profetas: “Todos serán instruidos por
Dios”.
Después de esta afirmación a gente, Jesús les
hace ver con el testimonio de los Profetas, el evento de esta atracción del
Padre y que habrá una acción instructiva de Dios en los corazones, para
ello, cita un trozo de Isaías: “Todos serán instruidos por Dios”. (Is
54:13).
Según los profetas, hay una instrucción que se
realiza precisamente en los días de Cristo-Mesías, de la “alianza nueva,” y
que fundamenta en que Dios mismo enseñará a los hijos de la nueva Sión.
Serán enseñados y por tanto atraídos por el mismo Dios. Del mismo modo con
Dios le conversa a los hombres, así también puede moverlos eficazmente a
sus fines. Es lo que Jesús quiere poner bien en claro, de este modo se
notará la colaboración de ambos en la obra misma del Padre.
2. “EL QUE
VIENE DE DIOS”.
Pero también nos deja en claro, que no es
necesario, ni factible ver al Padre. Porque nadie puede ver a Dios sin
morir. Y sólo lo ha visto uno, “el que viene de Dios”. Jesús no se nombra
pero claramente, se presenta (Jn 1:18) y garantiza con ello su verdad. Al
estar “en el seno del Padre” (Jn 1:28), conoce sus planes y por eso “los
dio a conocer” (Jn 1:18), que aquí es: “que nadie puede venir a El si no es
traído por el Padre.”
Y en su discurso sobre Cristo “Pan de vida” se
cierra y resume en una afirmación solemne: “Les aseguro que el que cree
tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida”
3. “YO SOY EL
PAN DE VIDA”.
Este discurso es claramente eucarístico “Yo Soy
el Pan de Vida”. Es pan de vida, en el sentido que El causa y dispensa esta
vida. Y le hace ver que sus padres, en el desierto, comieron el maná y
murieron. Pero éste es el pan que desciende del cielo para que aquél que lo
coma no muera. “Yo soy el pan vivo bajado del cielo.” El que coma de este
pan vivirá eternamente, y el pan que Yo daré es mi carne para la Vida del
mundo. Le habían discutido antes los judíos que con el prodigio del maná,
que Dios hizo en favor de los padres en el desierto. Y ahora Jesús recoge
aquella mención para decirles, una vez más, que aquel pan no era el pan
verdadero. Era sólo un alimento temporal. Por eso, los padres “comieron el
maná, pero “murieron.”
Sin embargo hay un pan verdadero: “pan vivo
bajado del cielo” Y precisamente “para que aquél que lo coma no muera”. Y
no morirá en el espíritu, ni eternamente en el cuerpo. Porque este pan
postula la misma resurrección corporal.
4. “YO SOY EL
PAN VIVO QUE BAJÓ DEL CIELO.”
Y dice Jesús: “Este es el pan” con lo que se
acaricia muy de cerca la fórmula de la consagración eucarística: “Este es
mi cuerpo.” Y este pan hasta aquí aludido encuentra de pronto su
concreción: “Yo soy el pan vivo que bajó del cielo.” Y tiene en sí mismo la
vida (Jn 5:26). Y la tiene, porque ese pan es el mismo Cristo, que “bajó”
del cielo en la encarnación. Es el verbo que tomó carne. Y al tomarla, es
pan “vivo.” Porque es la carne del Verbo, en quien, en el “principio,” ya
“estaba la vida” (Jn 1:4) que va a comunicar a los seres humanos. Si ese
pan es “viviente,” no puede menos de conferir esa vida y vivificar así al
que lo recibe. Y como la vida que tiene y dispensa es eterna, se sigue que
el que coma de este pan “vivirá eternamente.”
5. “Y EL PAN
QUE YO DARÉ ES MI CARNE PARA LA VIDA DEL MUNDO.”
La carne de Cristo no como estaba en su
nacimiento, sino en cuanto entregada a la muerte para provecho del
mundo. “Esto es mi cuerpo, que se da
por vosotros (a la muerte)” (Lc 22:19; 1 Cor 11:24). Aquí Jesús no habla de la entrega de su
vida, sino de la entrega de su carne”, tal vez porque se piensa en la
participación del cuerpo y sangre en el banquete eucarístico. El pan que
Cristo “dará” es la Eucaristía. Y ésta, para Juan, es el pan que contiene
la “carne” de Cristo. En el uso semita, carne, o carne y sangre, designa el
hombre entero, el ser humano completo. Aquí la Eucaristía es la “carne” de
Cristo, pero en cuanto está sacrificada e inmolada “por la vida del mundo”
El tema del pan Eucarístico, es la enseñanza de
todo el capítulo seis del Evangelio de san Juan, para enseñarnos que la
Eucaristía comunica los creyentes la vida que el Hijo recibe del Padre.
“Nadie puede venir a Mí, si no lo atrae el Padre que me envió”. Es el Padre
el que debe producir en nosotros el deseo de ir a Cristo, de entregarnos a
Él, y porque escuchando al Padre se llega a Cristo.
Qué maravilla, el Pan Eucarístico, Cristo se
queda en la Eucaristía para ser nuestro alimento.
La
alegría de Cristo resucitado vivan en sus corazones
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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PARA LA LECTIO DIVINA (3)
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CORAZÓN ARDIENTE DEL
EVANGELIZADOR
La evangelización es, por encima de todo, obra divina, misteriosa,
prodigiosa, por sus inicios y por sus éxitos imprevisibles. En el fragmento
de Hechos de los Apóstoles que hemos leído, por ejemplo, nos encontramos
muy lejos de una acción humana planificada. Es Dios quien tiene su plan, un
plan que nosotros hemos de secundar. Felipe recibe la orden de ir por un
camino que cruza por el desierto, a pleno sol, precisamente hacia el sur. A
decir verdad, no parece una buena premisa para la evangelización. Pero es
aquí donde Dios ha predispuesto un encuentro importante. De él ha hecho
partir la tradición la evangelización de África. Lo que parece decisivo
aquí es la disponibilidad de Felipe, su impulso evangelizador, que no deja
perder ninguna ocasión; su capacidad para interpretar la Escritura. Con
otras palabras: su convencida entrega a la causa del Evangelio y a su
“preparación”. El resto lo ha hecho el Espíritu, que hizo posible el
encuentro y favoreció el acercamiento misionero.
Quizás nos preguntamos hoy, con excesiva frecuencia, por el futuro de
la misión, cuando, en realidad, deberíamos preguntarnos por nuestra calidad
de evangelizadores, por nuestra disponibilidad para ir a alguno de los
muchos “desiertos” de la ciudad secular, precisamente a los sitios donde
parece inútil ir, porque son áridos, lugares posiblemente desesperados. Sin
embargo, es posible que sea en alguno de estos lugares desiertos donde
puedan tener lugar encuentros decisivos. Depende del corazón ardiente del evangelizador,
depende de su capacidad para intuir la pregunta religiosa, una pregunta que
asume, a veces, una forma extraña. En cualquier lugar, incluso en el más
improbable, es posible encontrar una pregunta y una inquietud a las que dar
una respuesta, a veces rechazada, y en alguna ocasión acogida como
liberadora.
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ORACION (3)
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Te pido, Señor, tener más confianza en tu Evangelio. Recuerdo haber
sido abucheado o ridiculizado o hecho callar demasiadas veces cuando
hablaba de ti como respuesta a los problemas de nuestro tiempo: quizás por
eso me he vuelto demasiado cauto, casi me he retirado y ya no me atrevo a
hablar de un modo tan abierto de ti, a no ser en los lugares donde pienso
que seré escuchado. Ciertamente, me he procurado óptimos motivos para obrar
así: es necesario “respetar” los tiempos de maduración y las opciones de
los otros, no debemos ser “fanáticos”, no debemos “forzar” las cosas y los
tiempos; pero el hecho cierto es que cada vez hablo menos de ti. ¡Cuántas
ocasiones he perdido para iluminar a corazones inquietos, cuántas
situaciones potencialmente abiertas a tu Palabra se me han escapado!
Es posible que tú, Señor, me hayas llevado desde la excesiva
seguridad a la desconcertante incertidumbre para traerme a este momento, en
el que me siento un humilde servidor de la Palabra, consciente de que no
soy yo quien decido las conversiones, sino de que eres tú el dueño de la
mies, y de que yo debería estar, como Felipe, sólo dispuesto a introducir
en la comprensión de tus caminos.
Gracias, Señor, por haberme indicado este camino.
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FUENTES DE LA PAGINA
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La Página de la Misa Diaria, está preparada y es
enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd,
ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA
COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO DEBE INDICARSE EL AUTOR Y LAS
FUENTES DE ORIGEN.
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