DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
27 años en
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de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más
antigua de Internet, comenzó en el año 1998.
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11-04-2025
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Edición Nº 10.021
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LITURGIA DE LAS HORAS
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ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 10.
16.18
Ten piedad de mí, Señor, porque estoy angustiado;
líbrame del poder de mis enemigos y de aquellos que me persiguen. Señor,
que no me avergüence de haberte invocado.
ORACIÓN COLECTA
Perdona las culpas de tu pueblo, Señor,
para que tu amor nos libre del pecado que hemos contraído por nuestra
debilidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Jer 20, 10-13
Lectura
del libro de Jeremías.
Dijo el profeta Jeremías: Oía los rumores
de la gente: « ¡Terror por todas partes! ¡Denúncienlo! ¡Sí, lo
denunciaremos!». Hasta mis amigos más íntimos acechaban mi caída: --Tal vez
se lo pueda seducir; prevaleceremos sobre él y nos tomaremos nuestra venganza--.
Pero el Señor está conmigo como un guerrero temible: por eso mis
perseguidores tropezarán y no podrán prevalecer; se avergonzarán de su
fracaso, será una confusión eterna, inolvidable. Señor de los ejércitos,
que examinas al justo, que ves las entrañas y el corazón, ¡que yo vea tu
venganza sobre ellos!, porque a ti he encomendado mi causa. ¡Canten al
Señor, alaben al Señor, porque él libró la vida del indigente del poder de
los malhechores!
Palabra
de Dios.
COMENTARIO: El Señor
se manifiesta como -fuerte soldado- . A pesar de ello, el profeta expresa
su trágica situación personal a causa de la persecución que sufre por su
pueblo y su propia familia. Pero, a pesar de esto y por encima de todo,
mantiene firme su fe en el Señor. Así, las amenazas de los hombres se
estrellan contra el muro de seguridad que ha puesto en el Señor.
SALMO Sal 17, 2-7
R. Invoqué al Señor y él me escuchó.
Yo te amo, Señor, mi fuerza, Señor, mi
roca, mi fortaleza y mi libertador. R.
Mi Dios, el peñasco en que me refugio, mi
escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoqué al Señor, que es digno de
alabanza y quedé a salvo de mis enemigos. R.
Las olas de la muerte me envolvieron, me
aterraron los torrentes devastadores, me cercaron los lazos del Abismo, las
redes de la muerte llegaron hasta mí. R.
Pero en mi angustia invoqué al Señor, grité
a mi Dios pidiendo auxilio, y él escuchó mi voz desde su Templo, mi grito
llegó hasta sus oídos. R.
VERSÍCULO Cfr. Jn 6, 63. 68
Tus palabras, Señor, son Espíritu y vida;
tú tienes palabras de vida eterna.
EVANGELIO Jn 10, 31-42
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Los judíos tomaron piedras para apedrear a
Jesús. Entonces Jesús dijo: -Les hice ver muchas obras buenas que vienen
del Padre; ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?-. Los judíos le
respondieron: -No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque
blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios-. Jesús les respondió:” ¿No
está escrito en la Ley de ustedes: ‘Yo dije: Ustedes son dioses’? Si la Ley
llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra – y la Escritura no puede
ser anulada – ¿cómo dicen: ‘Tú blasfemas’, a quien el Padre santificó y
envió al mundo, porque dijo: ‘Yo soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras de
mi Padre, no me crean; pero si las hago, crean en las obras, aunque no me
crean a mí. Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el
Padre”. Ellos intentaron nuevamente detenerlo, pero él se les escapó de las
manos. Jesús volvió a ir al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan
Bautista había bautizado, y se quedó allí. Muchos fueron a verlo, y la
gente decía: -Juan no ha hecho ningún signo, pero todo lo que dijo de este
hombre era verdad-. Y en ese lugar muchos creyeron en él.
Palabra
del Señor.
COMENTARIO: -No te apedreamos
por una obra buena, sino por una blasfemia-. La divinidad de Jesús es
molesta porque su mensaje no puede ser interpretado desde las limitadas
medidas humanas. La dificultad máxima de la fe, estriba en reconocer al
Padre en el Hijo, descubrirlo en la vida, amarlo en el prójimo,
interpretarlo en los acontecimientos, adorarlo en espíritu y en verdad. En
palabras de san Pablo: al que cree de verdad, todo lo lleva a obrar el
bien, y por tanto todo lo lleva a Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios de misericordia, concédenos acercarnos
a este sacrificio siempre con dignidad, y que por su frecuente
participación alcancemos la Vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN 1Ped 2, 24
Jesús llevó a la cruz nuestros pecados,
cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la
justicia. Gracias a sus llagas, fuimos curados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre santo, que este don recibido nos
proteja siempre y aleje de nosotros todo mal. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
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REFLEXIÓN
BÍBLICA
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“Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí
y yo en el Padre”
Jn
10, 31-42
Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. LOS
JUDÍOS TOMARON PIEDRAS PARA APEDREAR A JESÚS.
La
escena pasa en Jerusalén, en los días en que se celebraba la fiesta de la
Dedicación. Esta fiesta tenía por objeto conmemorar anualmente la
purificación del templo por Judas Macabeo. La fiesta duraba ocho días Para
la fiesta de la Dedicación no era obligatoria la peregrinación a Jerusalén,
como en las otras tres grandes fiestas de Pascua, Pentecostés y
Tabernáculos. La escena tiene lugar cuando Jesús se paseaba en el templo,
por el llamado pórtico de Salomón. En este escenario, un día de la fiesta
de la Dedicación, los judíos, que son indudablemente, por su argumentación,
los fariseos, lo rodean, lo estrechan así en un círculo para forzarle a una
respuesta.
La
respuesta de Jesús, es que ya se lo dijo repetidas veces, no tomando la
misma palabra de Mesías, pero sí con las obras, que, hechas en nombre de mi
Padre, dan, por lo mismo, testimonio de Él. Pero, a pesar de todo, ellos no
creen en El. Jesús les había dicho a los judíos, Lo que mi Padre me dio es
mejor que todo, y nadie podrá arrebatar nada de la mano de mi Padre. Porque
es un don que le dio el Padre, el cual es el don es más precioso que todas
las cosas. Nada es comparable a la vida eterna, que Jesús dispensa. El
mismo lo dijo en otra ocasión:
2. YO
Y EL PADRE SOMOS UNA COSA.
¿Qué
aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? (Mt 16:26; Lc
9:25) Por último, Jesús, como garantía de este poder salvífico que tiene
para sus ovejas, proclama su divinidad, diciendo: Yo y el Padre somos una
cosa. Directamente se expresa esta unidad entre el Padre y el Hijo en el
poder. El Padre y el Verbo encarnado son una sola cosa. Pero lo son no sólo
como un profeta, en el plan, conocimiento y actividad de Jesús para su obra
salvadora. Sino también, por razón de la persona divina, tiene una unión
ontológica divina con el Padre. En el prólogo, San Juan enseña abiertamente
que el Verbo, que se va a encarnar, era Dios.
Entonces
Jesús dijo: Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre y les
pregunta por cuál de ellas le quieren apedrear. Los judíos fariseos que le
oyeron, trajeron piedras de las que había allí mismo en el templo aún en
construcción, y de las que se sirvieron los judíos en más de una ocasión
para apedrear a la guarnición romana. Los judíos le respondieron: No
queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que,
siendo hombre, te haces Dios. Al argumentarle los fariseos, sacando la
conclusión que encerraba su enseñanza, que se hacía Dios, quisieron
apedrearle, puesto que este tipo de pena era el que correspondía a los
blasfemos.
3. YO
SOY HIJO DE DIOS.
Y
el argumento que Jesús va a esgrimir contra ellos es éste: ¿No está escrito
en la Ley de ustedes?: Yo dije: Ustedes son dioses. Si la Ley, llama dioses
a los que Dios dirigió su Palabra -y la Escritura no puede ser
anulada-¿cómo dicen: Tú blasfemas, a quien el Padre santificó y envió al
mundo, porque dijo: Yo soy Hijo de Dios. Si no hago las obras de mi Padre,
no me crean; pero si las hago, crean en las obras, aunque no me crean a mí.
En
la Ley, que son los Salmos, pero que san Juan así en otras ocasiones las
Escrituras, se lee la siguiente personificación escenográfica: Dios cita a
su juicio a los jueces inicuos, y para nombrarles y constituirles como
tales, les dice: Yo dije: Sois dioses, todos vosotros hijos del Altísimo
(Sal 82:6). A los jueces, por recibir su poder de Dios (Rom 13:1) y porque
el juicio es de Dios (Dt 1:17; cf. Dt 19:17), se los llama, en esta
mentalidad semita, dioses, por participadores de este poder divino (Gen 1:27).
4. ASI
RECONOCERÁN Y SABRÁN QUE EL PADRE ESTÁ EN MÍ Y YO EN EL PADRE.
Partiendo
de esto, Jesús va a usar un argumento, la Escritura no puede ser anulada,
si llama dioses a unos hombres por participar un simple poder judicial, no
puede ser blasfemia que El, a quien el Padre consagró y envió al mundo, y
la prueba de lo que dice son los milagros, diga que es Hijo de Dios. Los
milagros de Jesús eran tan evidentes, que aquí mismo los alega como
testimonios inexcusables; precisamente los milagros fueron lo que hizo
creer en El a Nicodemo y a otros grupos de fariseos. Más que un simple juez
— Dios — era el que el Padre envió al mundo como su Mesías, y que,
proclamándose el Hijo de Dios, lo rubricaba apologéticamente con milagros.
Por eso alega esto, como en otras ocasiones, en el mismo evangelio de San
Juan, para que sepáis y conozcáis que el Padre está en mí, y yo en el
Padre. Si Dios estaba jurídicamente presente en los jueces, tenía que
estarlo realmente en el que se decía su Hijo. Jesús luego les dice; Así
reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre.
5. EL
QUE ME HA VISTO A MÍ (COMO HIJO), HA VISTO AL PADRE
San
Juan nos escribe en el capítulo 14, que Jesús dijo: El que me ha visto a mí
(como Hijo), ha visto al Padre. El Padre, que mora en mí, hace sus obras.
Creedme, que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; al menos, creedlo por
las obras. Así como también nos dice en el capítulo 1:1 del Verbo encarnado
que el Verbo estaba en Dios (en el Padre), y el Verbo era Dios.
Es
la profunda presencia y unión con el Padre en sus obras, ya que El nada
hacía sin el Padre (Jn 5:30). Pero la lógica de la argumentación es que, no
habiendo retirado nada de su proposición primera, es por la que querían
lapidarle. Ellos intentaron nuevamente detenerlo, pero él se les escapó de
las manos.
Jesús
volvió a ir al otro lado del Jordán, Y en ese lugar muchos creyeron en él.
Y queriendo apoderarse de Él, se salió de sus manos. No había llegado su
hora. El mismo logró evadir aquello, porque una vez más, la grandeza de
Jesús, sin aparatosidad, se impone.
6. AL
NO PODER REPLICAR A JESÚS, SE ENFURECEN Y QUIEREN APEDREARLO.
Este
evangelio, nuevamente nos hace ver como los judíos eran sumamente reacios a
creer en la divinidad de Jesús, a pesar de lo que oían y veían. Así es como
Jesús les argumenta con buenas razones, las que son visibles y fáciles de
entender. A los judío no le faltaban motivos para conocer la verdad, solo
necesitaban fijarse en los milagros que hacia Jesús, pero ellos eran gentes
de corazón duro y se mostraban duros para recibir la verdad. Por eso esto
judíos, molestos, al no poder replicar a Jesús, se enfurecen y quieren
apedrearlo.
Hoy
día, nos encontramos también con muchos enemigos de Jesús, y al no tener
argumentos que oponer, persiguen sus enseñanzas. Así es como día a día, la
Iglesia recibe ataques. Esto, lejos de separarnos de Dios, debe unirnos aún
más a Él. En la adversidad, es cuando se demuestra si actuamos por amor a
Dios.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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PARA LA LECTIO DIVINA
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FRECUENTAR ASIDUAMENTE LA PALABRA DE DIOS ES
FORTALECER NUESTRA FE EN ESTA PALABRA
El cuarto evangelio
presenta siempre situaciones en las que se dividen los ánimos: se ofrece
bastante luz para poder creer, pero también la suficiente oscuridad para
justificar el rechazo de adhesión a Cristo. También el fragmento que hemos
leído hoy concluye afirmando que "muchos creyeron en él", pero no
todos. Algunos se dejan convencer, mientras que otros se atrincheran en su
postura. Estos últimos actúan de buena fe, porque desean "defender a
su" Dios. Durante la última cena Jesús dirá a sus discípulos:
"Llegará la hora en la que os quiten la vida pensando que dan culto a
Dios" (Jn 16,2).
¿Acaso estas tendencias
extremas, diversas y contradictorias referentes a la fe no se encuentran,
aunque sea en grado menor, en nuestro corazón? Nuestra fe pasa con
frecuencia por altibajos. Es como si la muchedumbre de la que habla Juan
estuviera dentro de nosotros. Jesús con su ejemplo nos enseña cómo superar
oscilaciones tan peligrosas dictadas por el sentimiento o por el estado de
ánimo, o el escepticismo sutil que se respira en la mentalidad de nuestros
días. La fe cristiana, para que arraigue en lo hondo de nuestro ser y
permanezca firme, a pesar de los temporales de superficie, precisa fundarse
sólidamente en la Sagrada Escritura, que llega en el Nuevo Testamento a su
cumplimiento y plenitud. Frecuentar asiduamente la Palabra de Dios es
fortalecer nuestra fe en esta Palabra que tiene rostro: el del Hijo igual
al Padre.
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ORACION
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Señor, ¿cómo creer que eres
Hijo de Dios cuando te haces presente en medio de nosotros de modo tan
desconcertante? ¡Cuántas veces quisiéramos también nosotros reducir al
silencio las exigencias de tu Palabra, cuando nos toca en lo vivo
pidiéndonos opciones costosas y coherentes! ¿Acaso nuestras resistencias,
nuestros rechazos o indecisiones no pesan en tu corazón como las piedras
que los judíos cogieron para lapidarte?... Pero tú huyes.
Señor, tú huyes siempre
de la presa, de los que tratan de reducirte a su medida, a sus ideas, a sus
imágenes, a sus absurdas pretensiones de comprender y explicar todo. Tú
huyes de las miradas de los que se miran a sí mismos y sus ideas, cuando
deberían fijar los ojos en ti y en tu luz.
Señor, concédenos
acogerte en tu Palabra de verdad, de acogerte a ti, que te revelas como
Hijo del hombre e Hijo de Dios. Derrama tu luz sobre nosotros para que nos
permita creer sin vacilar, para que nos conceda perseverar en la fe sin
ceder a compromisos alienantes.
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FUENTES DE LA PAGINA
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La Página de la Misa Diaria, está preparada y es
enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd.
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