MISA DIARIA DE CAMINANDO
CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más
antigua de Internet, comenzó en el año 1998.
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06-04-2025
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Edición Nº 10.015
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LITURGIA DE LAS HORAS
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V DOMINGO DE
CUARESMA
LA
GRANDEZA DEL PERDÓN DE CRISTO
Si el evangelio del domingo pasado nos revelaba
el pecado como ruptura con el Padre, hoy nos lo presenta como infidelidad
al Esposo. Esa mujer adúltera somos cada uno de nosotros, que, en lugar de
ser fieles al amor de Cristo (2 Cor 11,2), le hemos fallado en multitud de
ocasiones. Ahí radica la gravedad de nuestros pecados: el amor de Cristo
despreciado. Lo mismo que el pueblo de Israel (Os 1,2; Ez 16), también
nosotros somos merecedores de reproche: “¡Adúlteros¡ ¿No sabéis que la
amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desee ser
amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios” (Sant 4,4).
Por otra parte, el conocimiento del
propio pecado es lo que nos hace radicalmente humildes. Los acusadores de
esta mujer desaparecen uno tras otro cuando Jesús les hace ver que son tan
pecadores como ella. La presente Cuaresma quiere dejarnos más instalados en
la verdadera humildad, la que brota de la conciencia de la propia miseria y
no juzga ni desprecia a los demás (cfr. Lc 18, 9-14).
Finalmente, este relato manifiesta
toda la fuerza y la profundidad del perdón de Cristo, que no consiste en
disimular el pecado, sino en perdonarlo y en dar la capacidad de emprender
un camino nuevo: “Vete, no peques más en adelante”. La
grandeza del perdón de Cristo se manifiesta en el impulso para vencer el
pecado y vivir sin pecar.
Para ver la Reflexión completa de las 3 lecturas y el salmo de la
Liturgia de este domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS
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I. RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 42 1-2
Hazme justicia, Señor, y defiende mi causa
contra la gente sin piedad: líbrame del hombre falso y perverso, Señor,
porque tú eres mi Dios, mi fortaleza.
ACTO PENITENCIAL
·
Tú borras nuestras
culpas. Señor, ten piedad.
·
Tú eres
bondadoso y compasivo. Cristo, ten piedad.
·
Tú no
viniste a condenar sino a salvar. Señor, ten piedad.
No se dice Gloria a Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, te rogamos que tu gracia
nos conceda participar generosamente de aquel amor que llevó a tu Hijo a
entregarse a la muerte por la salvación del mundo. Por nuestro Señor
Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es
Dios, por los siglos de los siglos.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA Is 43, 16-21
Lectura del libro de Isaías.
El profeta recuerda las hazañas que
el Señor hizo en el pasado para exhortar al pueblo a seguir creyendo en lo
que el Señor hará por ellos. Aunque sea imposible que un río brote en el
desierto, Dios puede hacerlo. Y seguirá haciendo maravillas para dar vida
al pueblo.
Así habla el Señor: el que abrió un camino a
través del mar y un sendero entre las aguas impetuosas; el que hizo salir
carros de guerra y caballos, todo un ejército de hombres aguerridos; ellos
quedaron tendidos, no se levantarán, se extinguieron, se consumieron como
una mecha. No se acuerden de las cosas pasadas, no piensen en las cosas
antiguas; Yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan
cuenta? Sí, pondré un camino en el desierto y ríos en la estepa. Me
glorificarán las fieras salvajes, los chacales y los avestruces; porque
haré brotar agua en el desierto y ríos en la estepa, para dar de beber a mí
Pueblo, mi elegido, el pueblo que yo me formé para que pregonara mi
alabanza.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 125, 1-6
Frente a esta acción renovadora del
Señor, el salmo nos invita a cantar nuestra alegría. Participamos de esta
oración, aclamando: Grandes cosas hizo el Señor
por nosotros.
R. ¡Grandes cosas hizo
el Señor por nosotros!
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos
parecía que soñábamos: nuestra boca se llenó de risas y nuestros labios, de
canciones. R.
Hasta los mismos paganos decían: « ¡El Señor
hizo por ellos grandes cosas!» ¡Grandes cosas hizo
el Señor por nosotros y estamos rebosantes de alegría! R-
¡Cambia, Señor, nuestra suerte como los
torrentes del Négueb! Los que siembran entre
lágrimas cosecharán entre canciones. R.
El sembrador va llorando cuando esparce la
semilla, pero vuelve cantando cuando trae las gavillas.
R. ¡Grandes cosas hizo
el Señor por nosotros!
(El Negueb,
la parte más meridional de Palestina, árida y seca, sólo productiva por el
agua que desciende de los torrentes que bajan desde Bersabé
hasta Cades en los montes de Judá, hasta los valles que limitan con el mar
Mediterráneo.)
SEGUNDA LECTURA Flp 3, 8-14
Pablo tiene una certeza plena en la
salvación que Dios ha realizado en Cristo. Por Cristo y no por nuestros
propios méritos al cumplir la ley, Dios actúa con su poder para darnos la
resurrección. Una vez que hemos conocido a Cristo y el poder salvador que
Dios manifiesta en la resurrección, todas las demás cosas se vuelven
secundarias.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
cristianos de Filipos.
Hermanos: Todo me parece una desventaja comparado con el inapreciable
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él, he sacrificado todas las
cosas, a las que considero como desperdicio, con tal de ganar a Cristo y
estar unido a él, no con mi propia justicia –la que procede de la Ley– sino
con aquella que nace de la fe en Cristo, la que viene de Dios y se funda en
la fe. Así podré conocerlo a él, conocer el poder de su resurrección y
participar de sus sufrimientos, hasta hacerme semejante a él en la muerte,
a fin de llegar, si es posible, a la resurrección de entre los muertos.
Esto no quiere decir que haya alcanzado la meta ni logrado la perfección,
pero sigo mi carrera con la esperanza de alcanzarla, habiendo sido yo mismo
alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo no pretendo haberlo alcanzado.
Digo solamente esto: olvidándome del camino recorrido, me lanzo hacia
adelante y corro en dirección a la meta, para alcanzar el premio del
llamado celestial que Dios me ha hecho en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN Jn 12, 12-13
Vuelvan a mí de todo corazón, porque soy
bondadoso y compasivo, dice el Señor.
EVANGELIO Jn 8, 1-11
Los escribas y fariseos traen a una
mujer sorprendida en adulterio, para apedrearla, argumentando que así lo
manda la ley de Moisés. Sin embargo, la ley ordenaba juzgar a ambos
adúlteros, mujer y hombre. Estos acusadores sólo traen a la mujer, y
quieren usarla como un medio para verificar si el Maestro es fiel cumplidor
de las cláusulas de la ley dadas por Moisés. El Maestro plantea un
argumento que supera la ley. Él apela a la conciencia de cada uno. Si se
condena el pecado, debe condenarse todo pecado, no sólo el de adulterio. Él
no vino a condenar sino a dar a toda la humanidad, hombres y mujeres, la
oportunidad de una vida nueva.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Juan.
Jesús fue al monte de los Olivos. Al amanecer
volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y comenzó
a enseñarles. Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había
sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos, dijeron a
Jesús: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué
dices?» Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero
Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo. Como
insistían, se enderezó y les dijo: «Aquél de ustedes que no tenga pecado,
que arroje la primera piedra». E inclinándose nuevamente, siguió
escribiendo en el suelo. Al oír estas palabras, todos se retiraron, uno
tras otro, comenzando por los más ancianos. Jesús quedó solo con la mujer,
que permanecía allí, e incorporándose, le preguntó: «Mujer, ¿dónde están
tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado?» Ella le respondió: «Nadie, Señor».
«Yo tampoco te condeno le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante».
Palabra del Señor.
EL CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del
cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los
muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre
todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia
Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos: Ayúdanos a
convertirnos de todo corazón.
·
Para que la
Iglesia siga siendo el signo de la compasión y el perdón de Dios. Oremos.
·
Para que
aquellos que tienen por oficio juzgar a los demás lo hagan con justicia y
caridad. Oremos.
·
Para que
todos los que sufren el peso de sus pecados pasados recurran a la compasión
del Señor. Oremos.
·
Para que
los que, en esta Cuaresma, se prepararon para el bautismo encuentren
acogida y amor fraterno en la comunidad. Oremos.
(Añadir y/o sustituir intenciones dando lugar a
otras que reflejen las necesidades del momento y/o de la comunidad).
III. LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Escúchanos, Dios todopoderoso, y por este sacrificio
purifica a estos hijos tuyos que has iniciado en la fe cristiana. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE CUAREMA
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado
sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos
dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
LA PAZ
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
“La paz os dejo, mi paz os doy”. No tengas en cuenta nuestros pecados, sino
la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la
unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, danos la paz.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 8, 10-11
«Mujer, ¿alguien te ha condenado?». Ella
respondió: «Nadie, Señor». «Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete y no
peques más en adelante».
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, concédenos que podamos
contarnos siempre entre los miembros de Cristo, cuyo Cuerpo y Sangre hemos
recibido. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
IV. RITO DE CONCLUSIÓN
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Padre, bendice a tu pueblo que espera en tu
misericordia y concédele que obtenga lo que desea por tu inspiración.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
BENDICIÓN
Canto final
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REFLEXIÓN
BÍBLICA
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"Yo
tampoco te condeno -le dijo Jesús-.”
Juan
8, 1-11
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
1.
¿ESTÁN EN CONCIENCIA EN CONDICIONES DE CONDENAR?
Cada
vez que leo este fragmento del Evangelio de san Juan, no me puedo apartar
de la idea de donde estaba el hombre con el cual se cometía el adulterio,
pues también tenía que responder por la falta, tal vez estaba oculto en la
multitud acusadora, o con una piedra escondida en las manos. El evangelista
no lo dice. La acusada esta indefensa ante la ignominia, está en una
situación y estado de quien ha perdido el respeto de los demás, en este
caso por su conducta, considerado como acto vergonzoso, pero y los acusadores,
¿están en conciencia en condiciones de condenar?
Como
en otras ocasiones, los escribas y fariseos, intentan tenderle una trampa a
Jesús, tratando de enfrentarlo al pueblo y hacerlo aparecer como alguien
que quebranta la ley, así entonces tener motivos para acusarlo y condenarlo.
2. “ENTONCES SE
SENTÓ Y COMENZÓ A ENSEÑARLES”
Jesús fue al monte de los Olivos.
Al amanecer volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a él. Se está en los
días de la fiestas de los Tabernáculos (Jn 7:1.14;
8:2.12). Jesús tenía costumbre de retirarse, cuando estaba en Jerusalén, a
pasar la noche al monte de los Olivos (Mt 24:3; 26:30 par.) y especialmente
pernoctaba en Getsemaní (Jn 18:2). — Pero ya muy de mañana volvió otra vez
al templo, para aprovechar el concurso de los peregrinos y enseñar. El
evangelio dice, “Y todo el pueblo acudía a Él”, lo que hace
notar el gran concurso de gentes que le escuchaban. Esta misma afluencia es
una clara indicación de ser uno de los días festivos.
Jesús estaba en uno de los atrios
del templo “Entonces se sentó y comenzó a enseñarles” No
pretende decir el evangelista que estuviese sentado en las cátedras de los
doctores, sino en uno de los escaños o pequeña alfombra en donde se
sentaban los discípulos oyentes (Lc 2:46; Hechos 22:3); y, aunque éste era
el modo ordinario de enseñar allí, esta precisión mira, sin duda, a
participar lo que se describe más adelante, cuando dice que Jesús escribía
con su dedo en tierra.
3. LE TRAJERON A UNA
MUJER QUE HABÍA SIDO SORPRENDIDA EN ADULTERIO
En esta situación, “Los
escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida
en adulterio”. No se dice cuándo, por los que podría pensarse que
la traían al tribunal para juzgarla y que, al pasar por allí y ver a Jesús,
quisieron comprometerle. Pero tampoco sería improbable el que se la
trajesen ex profeso para enredarle en su
resolución y para hacerle caer en contradicción.
Se la pusieron “en medio de
todos”, medio del círculo de gentes que lo rodeaban. No dicen que
ellos hayan sido los testigos. Pero, ya en sus manos, nadie duda que sea
verdad el delito del que la acusan.
4. “DECÍAN ESTO PARA
PONERLO A PRUEBA, A FIN DE PODER ACUSARLO”
Asegurado el hecho, le plantean una
cuestión más que de derecho, pues le “decían esto para ponerlo a
prueba, a fin de poder acusarlo” Le alegan lo que dice la Ley.
Según Moisés, la adúltera debía ser apedreada (Lev 20:10ss; Dt 22:23ss; Ez
16:40). En época más tardía se legislará la estrangulación. Y alegada la
legislación mosaica, le hacen, “tentándole”, la siguiente
pregunta: y ante este caso, “Y tú, ¿qué dices?". Con
ello, resalta el evangelista, buscaban poder “acusarle”. Era
un dilema claro en el que querían meterle: si aprobaba la legislación
mosaica en aquel caso, podrían desvirtuarle, ante el pueblo, su
misericordia; si no la aprobaba, lo acusarían de ir contra la Ley de
Moisés. La cuestión era malévolamente planteada y hasta incluso apuntando a
posibles complicaciones con el poder civil romano, ya que la pena de muerte
era de competencia exclusiva del procurador romano (Jn 18:31).
5. “INCLINÁNDOSE,
ESCRIBÍA CON EL DEDO EN TIERRA.”
Jesús, que estaba “sentado”,
sin duda, en un pequeño y bajo estrado de los oyentes, o sobre una estera o
alfombra, “inclinándose, escribía con el dedo en tierra.”
¿Qué significado tiene esto? El sentido de este gesto no ha sido dilucidado
con certeza. San Jerónimo proponía, conforme a una interpretación material
de Jeremías (Jer 17:13), que escribía en tierra los nombres de los
acusadores y sus culpas. Sin embargo, el gesto podría muy bien ser el de
una persona que no quería intervenir en un asunto que se le propone (Lc
12:13.14). Y la prueba de esto es que nadie leyó lo que El escribía. Era,
sin duda, el gesto de una persona que no quiere inmiscuirse en un asunto
ajeno y menos aún en la trampa que le tendían.
6. "AQUÉL DE
USTEDES QUE NO TENGA PECADO, QUE ARROJE LA PRIMERA PIEDRA"
Por eso ellos “insistían en
preguntarle.” Pero ante la malicia de su intento, Jesús les da una
doble lección de justicia y de misericordia. E “incorporándose”
en su asiento, pero sin ponerse de pie, mirándolos y acaso señalándolos con
el dedo, les dijo: "Aquél de ustedes que no tenga pecado, que
arroje la primera piedra" En la represión de la apostasía
mandaba la Ley que los testigos denunciadores arrojasen los primeros las
piedras contra el condenado enjuicio (Dt 13:9; 17:7). A esto es a lo que
alude la frase de Jesús. No es que Jesús negase el juzgar ni que los jueces
cambiasen su oficio; pues siempre está en pie el “dad al César lo que es
del César” (Mt 22:21 par.). Pero condenaba, en los que eran “sepulcros
blanqueados,” que estaban “llenos de hipocresía e iniquidad” (Mt
23:27.28), un falso celo por el cumplimiento de la Ley en otros cuando
ellos no la cumplían.
7. LES DABA A SU
CONCIENCIA UN MAYOR VOLUMEN DE ACUSACIONES.
Más su palabra, que era acusación,
pronto hizo su efecto. Empezaron a marcharse los acusadores, “uno a
uno, comenzando por los más ancianos.” Rodeado de gentes que lo
admiraban y que podían estallar abiertamente a su favor, máxime si la
acusación proseguía contundente, vieron que el mejor partido era abandonar
aquella situación enojosa. Y empezaron a salirse hábilmente,
inadvertidamente, uno a uno, comenzando por los más “ancianos.”
Acaso los más jóvenes, con un celo más exaltado, eran los que querían mostrarse
más celadores; pero, mientras, los más “ancianos,” con más experiencia de
la vida y de las multitudes, y posiblemente de otras intervenciones del
mismo Jesús, fueron los primeros en salirse de aquella situación torpe y
peligrosa. Y también una vida más larga de “fariseísmo” les
daba a su conciencia un mayor volumen de acusaciones.
8. “JESÚS QUEDÓ SOLO
CON LA MUJER, QUE PERMANECÍA ALLÍ.”
Se quedó El solo, y la mujer en
medio. La contraposición se hace entre los acusadores y la mujer, por lo
que este quedarse ellos solos no excluye la presencia de la turba que lo
estaba escuchando cuando le trajeron aquella mujer.
Y hecha la lección de justicia
contra los acusadores, da ahora la gran lección de la misericordia. Si
ellos no pudieron, en definitiva, “condenarla,” cuando era lo
que intentaban, menos lo hará Jesús, que vino a salvar y perdonar. Por eso
le dijo: "Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Nadie te ha
condenado?". Ella le respondió: "Nadie, Señor".
"Yo tampoco te condeno -le
dijo Jesús-. Pero, contando con un
arrepentimiento y un propósito en ella. “Vete, no peques más en
adelante". Y la adúltera encontró a un tiempo la vergüenza, el
perdón, la gracia y el cambio de vida.
9. NO HAY PECADO QUE
EL SEÑOR NO PERDONE SI ACUDIMOS A EL
La respuesta de Jesús, dejo
totalmente confundido a sus perseguidores, por una parte, se puso del lado
de la ley, por tanto ya no podían acusarlo, por otra parte perdona a la
acusada. Algo natural en El, Jesús con su bondad, confunde la malicia de
los hipócritas acusadores.
Este fragmento del Evangelio nos
muestra a un Jesús siempre bondadoso, amable, compasivo con los pecadores,
pero duro al mismo tiempo con los soberbios y los hipócritas. En este
relato, Jesús se nos muestra como alguien absolutamente misericordioso,
manifestado en el perdón amplio y generoso en la mujer acusada. Si Jesús
hubiese condenado a la mujer, esta habría sido lapidada hasta morir, al no
hacerlo, comprendemos que nadie está condenado a morir por haber pecado. No
hay pecado que el Señor no perdone si acudimos a Él. No es la gravedad de
la falta lo que mira el Señor, sino que la honestidad de nuestro
arrepentimiento.
Vuelvan a mí de todo corazón,
porque soy bondadoso y compasivo, dice el Señor. (Jn 12, 12-13)
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
V DOMINGO DE CUARESMA CICLO C
|
PARA LA LECTIO DIVINA
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"VETE, Y NO PEQUES MÁS".
El quinto domingo de cuaresma tiene como
característica peculiar la intensidad de la voz del Justo rodeado por sus
perseguidores. Es un presagio de la pasión.
Jesús está cada vez más solo. Está solo sobre
todo porque ha decidido llevar a cabo su misión hasta sus últimas
consecuencias llegando donde nadie ha llegado y nadie le puede ayudar fuera
del Padre. Es admirable que, precisamente en esta hora de mayor soledad, él
manifieste plenamente la grandeza de su amor por los hermanos, su capacidad
de cargar con todo el peso del pecado de los hombres para expiarlo. Tenemos
una prueba patente en el evangelio que nos ofrece la liturgia de hoy, y que
podemos vivirlo como protagonistas.
La escena es impresionante: escribas y fariseos
someten a Jesús a una especie de proceso poniéndole delante la mujer
adúltera. En el silencio se oyen graves palabras..., los acusadores se
alejan bajo el peso de su orgullo y su mentira. Sólo se queda la mujer,
pobre pecadora, bajo la mirada misericordiosa de Jesús. Así puede recibir
el perdón y ser renovada en su amor: "Vete, y no peques más".
También nosotros debemos presentarnos a él,
junto con nuestros hermanos, para pedir no la condena, sino el perdón. El
perdón nos hace fieles al "mandamiento nuevo", nos hace pasar a
la "novedad" de vida, convirtiéndonos en testigos de esperanza,
fuertes por la ayuda del Señor. Nos es necesaria la constancia.
|
ORACION
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Jesús, misericordia del Padre, que has venido a
encontrarte con nuestra miseria en los caminos del mundo, en las plazas de
nuestras ciudades. Tú siempre te vuelves a nosotros con tus brazos
infinitos, abiertos para abrazar al que estaba perdido, en el ímpetu de tu
piedad. No queremos ser "escribas ni fariseos" acusadores de
nuestros hermanos, dispuestos a lanzar a otros la piedra de nuestro pecado.
Jesús, Señor del soberano silencio, en medio
del tumulto de nuestras pasiones, haznos capaces de callar ante ti mientras
nuestra alma, desnuda y avergonzada, se confiesa sencillamente dejándose
mirar por tus ojos de pastor humilde. ¿Quién nos condenará si tú nos
absuelves? ¿Quién nos despreciará si tú nos amas? Tú eres el único que te
quedas con nosotros, oh Inocente, oh Puro, oh Santo, que no puedes ver el
mal. Míranos purificados por tu perdón: no queremos pecar más. Confírmanos
en la fidelidad del amor. Amén.
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FUENTES DE LA PAGINA
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La Página de la Misa Diaria, está preparada y es
enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd.
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