MISA DIARIA DE CAMINANDO
CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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Página
de Pedro Sergio Donoso Brant
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de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más
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09-03-2025
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Edición Nº 9.988
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LITURGIA DE LAS HORAS
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¿DE QUÉ PARTE NOS PONEMOS?
Al inicio de la Cuaresma, este
evangelio pone delante de nuestros ojos toda la seriedad de la vida
cristiana. “Nuestra lucha no es
contra la carne y la sangre, sino... contra los espíritus del mal que están
en las alturas” (Ef 6, 12). Desde el Paraíso (Gén 3), toda la historia
humana es una lucha entre el bien y el mal, entre Cristo y Satanás. La
Cuaresma nos fuerza a una decisión: ¿De qué parte nos ponemos?
Pero en esta lucha no estamos
a la deriva. Cristo ha luchado, para que nosotros luchemos; Cristo ha
vencido para que nosotros venzamos. En este sentido, la liturgia de
Cuaresma comienza haciéndonos elevar los ojos a Cristo, para seguirle como
modelo y para dejarnos influir por el impulso interior de combate
victorioso que quiere infundir en nosotros.
También se nos indican las
armas para vencer a Satanás. A cada tentación Jesús responde con un texto
de la Escritura. En estos días Cuaresmales se nos invita a alimentarnos con
más abundancia de la Palabra de Dios, para que esta sea como un escudo que
nos haga inmunes a las asechanzas del enemigo. El salmo responsorial nos
recuerda la confianza que, ante la prueba, Cristo tiene en el Padre y que
nosotros necesitamos para no sucumbir a la tentación: “me
invocará, y Yo le responderé”. Necesitamos vivir la fe (segunda
lectura), una fe hecha plegaria –«no nos dejes caer en la tentación»–, que
es la que nos libra de la esclavitud del pecado y de Satanás, pues sólo la
fe da la victoria (1 Jn 5,4).
Para ver la Reflexión completa de las 3 lecturas y el salmo de la
Liturgia de este domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS
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I. RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 90,15-16
Me invocará, y yo le responderé. Estaré con él,
en el peligro, lo defenderé y lo glorificaré; le haré gozar de una larga
vida.
ACTO PENITENCIAL
· Tú fuiste tentado como nosotros.
Señor, ten piedad.
· Tú te compadeces de nuestras
flaquezas. Cristo, ten piedad.
· Tú cargaste con nuestras culpas.
Señor, ten piedad.
No se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, concédenos que por la práctica
anual de la Cuaresma, progresemos en el conocimiento del misterio de Cristo
y vivamos en conformidad con él. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los
siglos de los siglos.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA Deut 26, 1-2. 4-10
Cuaresma
es conversión, y nada ayuda tanto en nuestra propia conversión a Dios, como
el recuerdo de todo lo bueno que Dios ha hecho por nosotros. Por eso, esta
lectura es sobre Dios lleno de misericordia y liberador de su pueblo de la
servidumbre egipcia. Esta servidumbre y liberación, simbolizan nuestras
propias servidumbres al mal; y la obra de Cristo a favor de nuestra
liberación anterior.
Lectura del libro del
Deuteronomio.
Moisés habló al pueblo diciendo: Cuando entres en
la tierra que el Señor, tu Dios, te da en herencia, cuando tomes posesión
de ella y te establezcas allí, recogerás las primicias de todos los frutos
que extraigas de la tierra que te da el Señor, tu Dios, las pondrás en una
canasta, y las llevarás al lugar elegido por el Señor, tu Dios, para
constituirlo morada de su Nombre. El sacerdote tomará la canasta que tú le
entregues, la depositará ante el altar, y tú pronunciarás estas palabras en
presencia del Señor, tu Dios: “Mi padre era un arameo errante que bajó a
Egipto y se refugió allí con unos pocos hombres, pero luego se convirtió en
una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos
oprimieron y nos impusieron una dura servidumbre. Entonces pedimos auxilio
al Señor, el Dios de nuestros padres, y El escuchó nuestra voz. El vio
nuestra miseria, nuestro cansancio y nuestra opresión, y nos hizo salir de
Egipto con el poder de su mano y la fuerza de su brazo, en medio de un gran
terror, de signos y prodigios. El nos trajo a
este lugar y nos dio esta tierra que mana leche y miel. Por eso ofrezco
ahora las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me diste”. Tu
depositarás las primicias ante el Señor, tu Dios, y te postrarás delante de
El.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 90, 1-2. 10-15
Ante la acción de Dios, el salmo nos invita a confiar
plenamente en el Señor. Participamos de esta oración, aclamando: En el
peligro, Señor, estás conmigo.
R. En el peligro, Señor, estás
conmigo.
Tú que vives al amparo del Altísimo y resides a
la sombra del Todopoderoso, di al Señor: “Mi refugio y mi baluarte, mi
Dios, en quien confío”. R.
No te alcanzará ningún mal, ninguna plaga se
acercará a tu carpa, porque El te encomendó a sus
ángeles para que te cuiden en todos tus caminos. R.
Ellos te llevarán en sus manos para que no
tropieces contra ninguna piedra; caminarás sobre leones y víboras,
pisotearás cachorros de león y serpientes. R.
“Él se entregó a mí, por eso, Yo lo libraré; lo
protegeré, porque conoce mi Nombre; me invocará, y Yo le responderé. Estaré
con él en el peligro, lo defenderé y lo glorificaré”. R.
SEGUNDA LECTURA Rom 10, 5-13
Esta
lectura aborda otro ángulo de nuestra conversión: no tenemos fuerza para
con vertimos profundamente. No podemos mejorar nuestras vidas con
facilidad. La conversión es un don de Cristo. El murió y resucitó para
hacer posible nuestra conversión.
Lectura de la carta del Apóstol
san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: Moisés escribe acerca de la justicia
que proviene de la Ley: “El hombre que la practique, vivirá por ella”. En
cambio, la justicia que proviene de la fe habla así: “No digas en tu
corazón:
¿quién subirá al cielo?”, esto es, para hacer
descender a Cristo. O bien: “,quién descenderá al Abismo?”, esto es, para
hacer subir a Cristo de entre los muertos. Pero ¿qué es lo que dice acerca
de la justicia de la fe? “La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu
corazón”, es decir, la palabra de la fe que nosotros predicamos. Porque si
confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios
lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. Con el corazón se cree
para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la
salvación. Así lo afirma la Escritura: “El que cree en El, no quedará
confundido”.
Porque no hay distinción entre judíos y los que
no lo son: todos tienen el mismo Señor, que coima de bienes a quienes lo
invocan. Ya que “todo el que invoque el nombre del Señor se salvará”.
Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN Mt 4,4
El hombre no vive solamente de pan, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.
EVANGELIO Lc 4, 1-13
Jesús es
tentado en el desierto. Él fue allá para rezar largo y prepararse a una
misión que implicaba luchar contra el mal. Así la Cuaresma es una
invitación para orar por la conversión. Jesús venció la tentación y nos
enseñó a superarla.
Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Lucas.
Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las
orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue
tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos
días, y al cabo de ellos tuvo hambre. El demonio le dijo entonces: “Si tú
eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan”. Pero Jesús
le respondió: “Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan”.
Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante
todos los reinos de la tierra y le dijo: “Te daré todo este poder y el
esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a
quien quiero. Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá”.
Pero Jesús le respondió: “Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a El solo rendirás culto”. Después el demonio lo condujo
a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: “Si tú eres
Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: El dará órdenes a
sus ángeles para que ellos te cuiden. Y también: Ellos te llevarán en sus
manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra”. Pero Jesús le
respondió: “Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”. Una vez agotadas
todas las formas de tentación, el demonio se alejó de El,
hasta el momento oportuno.
Palabra del Señor.
EL
CREDO
Creo en Dios Padre
todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único
Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer
día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la
derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los
vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu
Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de
los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos:
Enséñanos a confiar en ti.
·
Para
que la Iglesia, empujada por el Espíritu, al desierto de este mundo, se vea
fortalecida en la lucha contra las fuerzas del mal. Oremos.
·
Para
que el espíritu de la Cuaresma ayude a los gobernantes y a los dirigentes
sociales a practicar la austeridad en favor de los más necesitados. Oremos.
·
Para
que los desalentados, los tristes, los deprimidos, puedan superar esa
situación confiando en Dios. Oremos.
·
Para
que todos nosotros vivamos esta Cuaresma con mayor espíritu de oración,
penitencia y caridad. Oremos.
III. LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos que nos dispongas, Señor, para ofrecer
convenientemente estos dones con los que iniciamos el camino cuaresmal.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: LAS TENTACIONES DEL SEÑOR
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber
y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Él mismo, al abstenerse de alimentos terrenos
durante cuarenta días, consagró con su ayuno la práctica cuaresmal, y al
rechazar las tentaciones del demonio, nos enseñó a superar los ataques del
mal, para que, celebrando con sinceridad el misterio pascual, podamos gozar
un día de la Pascua eterna.
Por eso, unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del
Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna
en el cielo.
RITO DE
COMUNIÓN
PADRE
NUESTRO
Padre
nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy
nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal.
LA PAZ
Señor
Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”.
No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme
a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero
de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de
Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de
Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 4,4
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda
Palabra que sale de la boca de Dios.
O bien: Cfr. Sal 90, 4
El Señor te cubrirá con sus plumas, y hallarás un
refugio bajo sus alas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Padre, que reconfortados con el pan
del cielo que alimenta nuestra fe, acrecienta nuestra esperanza y fortalece
nuestra caridad, aprendamos a tener hambre de este pan vivo y verdadero y a
vivir de toda palabra que sale de tu boca.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
IV. RITO DE CONCLUSIÓN
BENDICIÓN
Canto final
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REFLEXIÓN BÍBLICA
|
“Está escrito: No tentarás al Señor,
tu Dios”.
Lucas, 4, 1-13
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso
Brant
1.
EL TRIUNFO SOBRE SATANÁS
Ciertamente,
este relato es uno de los más enigmáticos de toda la tradición evangélica.
El relato que nos presenta el
Evangelio de Lucas, es igual que el de Mateo, sólo que Lucas invierte el
orden de las dos últimas tentaciones que relata Mateo.
Nuestro
Señor Jesucristo, en Jerusalén triunfa por primera vez sobre Satán, y en
Jerusalén, en el Calvario, triunfará definitivamente sobre él. Termina su
relación diciendo que el diablo se retiró de él hasta el “momento
oportuno”; pero, aunque falta el artículo, quiere señalar directamente la
pasión, ya que, terminadas las tentaciones, Cristo comienza su vida
pública.
Si
en las “tentaciones” se lo presenta como el Mesías auténtico, profético, el
triunfo triple sobre Satán lo presenta también como el Mesías vencedor
contra Satán, en su lucha contra el reino. Pues “si arrojo a los demonios con el Espíritu de Dios es que ha llegado
a vosotros el reino de Dios” (cf. Mt 12:28).
El
diablo, el demonio, Satanás, significa, conforme a su etimología,
“arrojador,” en sentido de acusador, calumniador o tentador. Su oficio es
triple en la literatura rabínica: solicitar al hombre al pecado (cf. Zac
3:1; Job 2:6ss), acusarlo luego ante el tribunal de Dios y aplicar la
muerte en castigo al pecado; de ahí llamarle “el ángel de la muerte.”
2. CONDUCIDO POR EL
ESPÍRITU AL DESIERTO
“Jesús,
lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido
por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el demonio durante
cuarenta días”.
Jesús,
sometido en todo a la acción del Espíritu Santo, va “al desierto.” El
Espíritu “lo lleva”, “fue conducido”. Se entiende que
es el desierto de Judea. Va al desierto para ser “tentado” por el demonio.
También podemos entender “tentado” ser sometido a prueba.
El
desierto aparece en la literatura judía y oriental como lugar donde moraba:
los malos espíritus, y en especial los demonios (Mt 12:43; Lc 11:24; cf. Is
13:21; Tob 8:3; Bar 4:35). Pero tiene también otro sentido mesiánico,
además de lugar de penitencia y aislamiento. Las comunidades de esenios y
Qumrán son un claro ejemplo de ello.
3. “SI TÚ ERES HIJO DE
DIOS, MANDA A ESTA PIEDRA QUE SE CONVIERTA EN PAN”.
El
tiempo que establecen los evangelistas para esta tentación es de cuarenta
días y cuarenta noches, cifra de ambiente bíblico. Así, el diluvio (Gen
7:12); la estancia de Moisés en el Sinaí (Ex 24:18); los años de Israel en
el desierto (Núm 14:33-34); años de una generación.
Fue
durante este período de cuarenta días cuando se dice que Jesús experimentó
tentaciones. La primera está perfectamente situada. Jesús ayunó cuarenta
días y sintió hambre. “Si eres Hijo de Dios,” le dice
el tentador, con cuya respuesta esperaba saber si era el Mesías o no, que
transforme estas piedras en pan. Sugerencia bajo capa de piedad: que no
sufra un privilegiado hijo de Dios.
Jesús
le contesta con un argumento de la Escritura: “Está escrito.” La
palabra de Dios cierra toda discusión. “El hombre no vive sólo de pan, sino
de toda palabra que sale de boca de Dios” (Dt 8:3). Cristo alude
aquí al sentido espiritual de confianza en la omnipotencia de Dios, en
función de otra vida superior, a la que hay que atender con preferencia.
Que es lo que Jesús recordará más tarde junto al pozo de Siquem: “Mi alimento es hacer la voluntad de
aquel que me envió” (Jn 4:34). Por eso dijo a sus discípulos: “Yo tengo una comida que vosotros no
sabéis” (Jn 4:32).
Jesucristo
pudo hacer el milagro. Pero éste no debe hacerse inútilmente. El abandono
al Espíritu y a la Providencia fue el medio para rechazar la tentación. La
Escritura, con todos los procedimientos y sentidos rabínicos, cerraba toda
discusión.
4. TE DARÉ TODO ESTE
PODER Y EL ESPLENDOR DE ESTOS REINOS
Luego
el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los
reinos de la tierra y le dijo: “Te daré todo este poder y el esplendor
de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien
quiero. Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá”
En
la segunda tentación, (tercera en Mateo) el demonio interviene para que
Jesús vea los reinos del mundo y su atracción. Se trata de un hecho análogo
al que se lee en Ez 40:2; y que se
realizó “en visión”: “Me condujeron y me pusieron sobre un monte muy alto.”
Es una visión imaginativa y fantasmagórica, ya que naturalmente es
imposible; aparte que Lucas lo insinúa al decir que fue “en
un instante”. “Te daré todo este poder y el esplendor….Si tú te postras
delante de mí”, le dijo el tentador. Los judíos contemporáneos de
Jesús esperaban un Mesías político y nacional, que aparecería con pompa
dominación y prodigios. Así se presentaron una serie de pseudomesías, como
se ve en los evangelios (Mc 10:35ss; Lc 24:21; Jn 6:15). No es que el
diablo tenga dominio sobre el mundo. Únicamente en el sentido de que
influye en sembrar el mal, Jesús le llamó “príncipe de este mundo” (Jn 12:31), y San Pablo le llega a
llamar “Dios de este mundo” (2
Cor 4:4). Por eso Jesús, citando de nuevo la Escritura (Dt 6:13),
desenmascara la falta de sus poderes y le ordena que se aparte: “Está
escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él solo rendirás culto”. Sólo a Dios se puede adorar y temer como
fuente y dador de todo poder.
“Una
vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de Él,
hasta el momento oportuno”. No directamente, pero sí
indirectamente, tentó luego a Jesús a través de los fariseos y saduceos,
queriendo intimidarle en el desarrollo de su mesianismo; de las turbas, que
querían hacerle rey temporal; de los que intervinieron en la pasión. Todos
colaboraron a aquel momento, del que Jesús dijo: “Viene el príncipe de este mundo contra mí” (Jn 12:31).
5. SI TÚ ERES HIJO DE
DIOS, TÍRATE DE AQUÍ ABAJO
Después
el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo
y le dijo: “Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está
escrito: El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden. Y también:
Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna
piedra”. Pero Jesús le respondió: “Está escrito: No tentarás al
Señor, tu Dios”.
La
tercera (segunda en Mateo) es de tipo espiritual. Aunque las expresiones
“el demonio condujo a Jesús” de Lucas, el verbo “conducir o llevar” de
puede también indicar incitar a algo.
Desde
allí, el diablo interviene para que Jesús esté en la “Ciudad Santa,”
Jerusalén, y sea “puesto” sobre el pináculo del Templo, la parte más alta,
probablemente era la techumbre de uno de los pórticos dentados del recinto
general del Templo, donde se lograría mejor la espectacularidad de la
propuesta.
Según
Josefo, (Historiador Judío) la vista del Cedrón desde el “pórtico real”
causaba vértigo: más de 180
metros. Desde el “pináculo” despeñaron a Santiago el
Menor el año 62, y éste debe de ser un punto de la muralla oriental.
En
una de las concepciones rabínicas se contaba precisamente que el Mesías se
revelaría estando de pie, sobre el techo del Templo, para anunciar a Israel
que su redención había llegado. En aquel ambiente, y a la hora de los
sacrificios, hubiese sido un prodigio tal que acusaría ser él el Mesías.
De
nuevo Jesús rechaza la tentación con la Escritura: “No tentarás al Señor tu
Dios,” que se refiere al Dt 6:16, y se alude con él al pasaje del
Éxodo cuando, faltos de agua en el desierto, exigían los israelitas a
Moisés un milagro. “¿Por qué tentáis
al Señor” les dijo Moisés (Ex 17:2). Nuevamente Jesús, confiando en la
providencia de Dios, rechazó la tentación. No era “confiar” en Dios
arrojarse temerariamente, exponiendo su vida, y esperar que Dios
milagrosamente lo salvase. Los ángeles protegen al “justo” (Sal 91:11ss),
pero no al temerario suicida. Y esto suponiendo que no le propusiese
tirarse, por lo descabellado, desde 180 metros.
6. TENTACIONES MESIÁNICAS
¿Qué
intención tienen los evangelistas al describir estas “tentaciones”?
Algunos, en la antigüedad, pensaron en una victoria ejemplar y eficiente de
Cristo sobre las tentaciones y pecados genéricos de los hombres: gula,
vanagloria, soberbia, que cita San Juan (1 Jn 2:16). Así se podía Cristo
compadecer de nosotros y animarnos en la lucha: “Confiad, yo he vencido al mundo” (Jn 16:33). Para otros
significan la absoluta impecabilidad de Cristo: “¿Quién de vosotros me
argüirá de pecado?” (Jn 8:46). Otros querían ver que en el desierto donde
Israel fue tentado y pecó, Cristo supera aquella conducta. Y hasta se pensó
que, contra el pecado del paraíso, él era el nuevo Adán.
La
interpretación general, sin embargo, es que tienen un valor mesiánico.
Jesucristo es tentado en cuanto Mesías, pues el diablo le dice: “Si eres
Hijo de Dios,” palabras que se refieren directamente al Mesías, aunque en
esta redacción literaria, van a tener el sentido del Mesías-Dios.
Se
producen, además, en el desierto, símbolo y escenario de la edad mesiánica.
Ya en tiempos de los profetas existía la tradición según la cual el tiempo
de la restauración de Israel, los tiempos mesiánicos, se verán precedidos
de un período más o menos largo en el que se repitan las experiencias del
pueblo de Dios en su peregrinación por el desierto antes de entrar en la
tierra prometida. Pero, sobre todo, esta corriente de ideas penetraba
íntimamente la conciencia del judaísmo contemporáneo de Jesús. Estaban
convencidos de que el Mesías había de venir del desierto y que inauguraría
la era mesiánica repitiendo la fenomenología del desierto.
En
este marco ideal del desierto es donde se comprende bien todo el sentido
profundo del mesianismo que en esta escena se contiene. Todos los elementos
concurren a ello: la cifra de cuarenta días, las citas del Deuteronomio, el
“maná,” la condena de la idolatría recordando la escena del “becerro de
oro,” son sucesos todos del pueblo de Israel en el desierto. Todo ello hace
ver que el sentido de estas tentaciones fue mesiánico.
7. UN RELATO ENIGMÁTICO,
UN MISTERIO QUE DIOS TRAZA
Se
comprende bien que Cristo, después del bautismo y antes de su vida pública
de Mesías, se hubiese retirado algún tiempo a la oración, como hacía en
otras ocasiones, máxime en momentos trascendentales, y que fuese este lugar
una región desértica. Sin embargo,
ciertamente, este relato es uno de los más enigmáticos de toda la tradición
evangélica.
Primero,
¿por qué el Mesías va al desierto a “ayunar” y a ser “tentado por el
demonio,” y para ello, además, es “conducido” o “llevado” por el Espíritu
Santo? Es ya un misterio, pero que Dios traza. Son los planes de Dios.
Y
en estas “tentaciones” A prueba,” en la primera — ¿y por qué el Mesías
tiene “hambre”? — no se resuelve por el expediente fácil del milagro, sino
por el abandono a la Providencia de Dios. Si se hubiese hecho conforme a la
proposición diabólica, el Mesías no seguiría el mesianismo profético,
espiritual y de dolor (Isaías), que Dios trazó.
La
segunda “tentación” era exponer que Jesucristo no recibe el poder de
Satanás — como los fariseos decían de los milagros de Jesús —, sino de
Dios. No era por recursos políticos — piénsese en tantos tronos de entonces
logrados por sangre, en el fondo, por Satán —. Es verdad que en el salmo
2:6.8 se prometen al Mesías los reinos de la tierra. Pero éstos no le
vienen por donación de Satán, que no tiene, sino de Yahvé. Lo llamaron en
vida “endemoniado” y que realizaba prodigios en virtud del diablo. Es aquí
la proclamación de los poderes mesiánicos, y del mesianismo universal, que
Dios le dio.
La
tercera “tentación,” la espectacular, de bajar en la hora esplendente del
Templo en manos de ángeles — ¿la gente vería los ángeles? —, era provocar
el mesianismo por aclamación de triunfalismo espectacular. Lo que no era el
Mesías profético, que triunfaría, finalmente en la cruz.
8. MIENTRAS ESTEMOS
CIMENTADOS EN CRISTO, PARTICIPAREMOS DE SU SEGURIDAD
"A sus ángeles ha dado órdenes para que te
guarden en tus caminos" (Sal 90,11). El diablo conoce
bien esta promesa porque la supo utilizar en la hora más álgida de la
tentación; sabe bien cuál es nuestra fuerza y nuestra debilidad. Pero no
tenemos nada que temer si permanecemos a la sombra del trono del Altísimo.
Mientras
estemos cimentados en Cristo, participaremos de su seguridad; él ha hecho
añicos el poder de Satanás [...] y de ahora en adelante los espíritus
malignos, en vez de tener poder sobre nosotros, tiemblan y se espantan a la
vista de un verdadero cristiano. Pues saben que poseen lo que les hace
vencedores; que pueden, si quieren, mofarse de ellos y ponerlos en fuga.
Los espíritus malignos lo saben bien y lo tienen muy presente en todos sus
asaltos; sólo el pecado les da poder sobre ellos, y su gran empeño consiste
en hacerles pecar, en sorprenderles en el pecado, sabiendo que no hay otro
modo de vencerlos.
“Por eso, hermanos míos, no seamos ignorantes de
sus planes, sino, conociéndolos bien, vigilemos, oremos, ayunemos,
permanezcamos bajo las alas de Altísimo, que es nuestro escudo y auxilio
(J. H. Newman, Sermón liturgici, Fossano, s.f., 144).
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
(La referencias de esta Reflexión
Estudio del Evangelio están tomadas de la Biblia Nácar-Colunga)
I DOMINGO DE CUARESMA CICLO C
|
PARA LA LECTIO DIVINA (3)
|
¡TENEMOS TODOS TANTA NECESIDAD DE SER PROTEGIDOS
DE LAS INSIDIAS DEL DIABLO!
La prueba, la salvación, la profesión de fe son
los temas que podemos entresacar de las lecturas de la liturgia de hoy, y
nos interrogan sobre nuestra realidad de Iglesia, sobre nuestra vida de
creyentes. ¡Cuántas veces hemos experimentado en la tribulación, en la
tentación, que el Señor es nuestra fuerza, el único que puede librarnos!
Recordar las maravillas de gracia que Dios ha
hecho por nosotros no es sólo una exigencia del corazón, sino una tarea
imprescindible, una misión, un testimonio que se ofrece a los hermanos para
que también ellos conozcan la alegría de ser salvados invocando el nombre
del Señor.
¡Tenemos todos tanta necesidad de ser protegidos
de las insidias del diablo! El Evangelio hoy nos lo manifiesta mostrándonos
a Jesús sometido a tentaciones que son la raíz de cualquier tentación y se
revisten de nobles apariencias. El fin es encomiable y los medios
propuestos se diría que son los más adecuados... Jesús ha experimentado la
debilidad humana que tan fácilmente doblega la voluntad y ofusca nuestra
capacidad de discernimiento.
Pero precisamente en su debilidad ha vencido al
Maligno, en el desierto y en la cruz, indicándonos el camino de la
victoria.
Como Jesús, debemos retener la Palabra de Dios
en el corazón, convirtiéndola en norma de nuestra vida, en lámpara de
nuestros pasos.
Si no tememos profesarla con franqueza, podremos
experimentar que el Señor es nuestra fuerza, cómo le canta el pote
salmista, “nuestro escudo salvador” (Sal 17,3).
|
ORACION (3)
|
Señor:
En el peligro, Señor,
estás conmigo.
Dios de mi salvación,
te doy gracias cantando con el corazón, que, libre, se abre a la vida y
quiere devolverte la misma vida.
Te amo, mi fortaleza,
que has asumido mi debilidad para hacerme también a mí vencedor del mal.
Escudo mío, mi
baluarte, mi poderoso salvador, tú sabes cómo busco la gloria del mundo y
temo el desprecio de los demás.
Sin embargo, no quiero
ni puedo callar la fe que has encendido en mi corazón: todavía es una débil
llamita, pero sé por experiencia que quien cree en ti no queda defraudado.
Anunciaré tu nombre a
mis hermanos, les llevaré tu Palabra: la fe se aumenta dándola.
Luz de mis pasos,
guarda mi corazón, que sea más vigilante contra toda insidia, de suerte que
mi vida sea para todos un signo irradiante de ti.
Pedro
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FUENTES DE LA PAGINA
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La
Pagina de
la Misa Diaria,
esta preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde
Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor
Jesucristo y por la
Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse
este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra,
utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de
Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd.
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