ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 5 3-4
Dios mío, sálvame por tu
nombre, defiéndeme con tu poder. Dios mío, escucha mi súplica, presta
atención a las palabras de mi boca.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios nuestro, que has
preparado remedios abundantes para nuestra fragilidad, concédenos
experimentar tu salvación con alegría y manifestarla con una vida santa.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Sab 2, 1. 12-22
Lectura
del libro de la Sabiduría.
Los impíos dicen entre sí,
razonando equivocadamente: “Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y
se opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a
la Ley y nos reprocha las faltas contra la enseñanza recibida. Él se gloría
de poseer el conocimiento de Dios y se llama a sí mismo hijo del Señor. Es
un vivo reproche contra nuestra manera de pensar y su sola presencia nos
resulta insoportable, porque lleva una vida distinta de los demás y va por
caminos muy diferentes. Nos considera como algo viciado y se aparta de
nuestros caminos como de las inmundicias. El proclama
dichosa la suerte final de los justos y se jacta de tener por padre
a Dios. Veamos si sus palabras son verdaderas y comprobemos lo que le
pasará al final. Porque si el justo es hijo de Dios, él lo protegerá y lo
librará de las manos de sus enemigos. Pongámoslo a prueba con ultrajes y
tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia. Condenémoslo a una
muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará”. Así razonan ellos,
pero se equivocan, porque su malicia los ha enceguecido. No conocen los
secretos de Dios, no esperan retribución por la santidad, ni valoran la
recompensa de las almas puras.
Palabra
de Dios.
COMENTARIO: El texto
muestra el modo de pensar de quienes han sido puestos en evidencia por
alguien justo y valiente, que no tuvo temor de denunciar sus faltas.
Muestra, asimismo, cómo se pone en marcha la maquinaria de la mentira y la
injusticia, para «ponerle trampas», para atropellarlo, para desacreditarlo.
Desde esta estructura de poder corrupto, pareciera que ningún justo puede
sobrevivir.
SALMO Sal 33, 17-21. 23
R. El Señor está cerca del que
sufre.
El Señor rechaza a los que
hacen el mal para borrar su recuerdo de la tierra. Cuando ellos claman, el
Señor los escucha y los libra de todas sus
angustias. R.
El Señor está cerca del que
sufre y salva a los que están abatidos. El justo padece muchos males, pero
el Señor lo libra de ellos. R.
Él cuida todos sus huesos, no
se quebrará ni uno solo. Pero el Señor rescata a sus servidores, y los que
se refugian en El no serán castigados. R.
VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO Mt
4, 4
El hombre no vive solamente de
pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
EVANGELIO Jn 7, 1-2. 10. 14.
25-30
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús recorría la Galilea; no
quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo. Se
acercaba la fiesta judía de las Chozas. Cuando sus hermanos subieron para
la fiesta, también El subió, pero en secreto, sin hacerse ver. Promediaba
ya la celebración de la fiesta, cuando Jesús subió al Templo y comenzó a
enseñar. Algunos de Jerusalén decían:
“No es éste Aquél a quien
querían matar? Y miren cómo habla abiertamente y nadie le dice nada!
¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías? Pero
nosotros sabemos de dónde es éste; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie
sabrá de dónde es”. Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó:
“Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, Yo no vine
por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo
conocen. Yo sí lo conozco, porque vengo de Él y es El que me envió”.
Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre Él, porque
todavía no había llegado su hora.
Palabra
del Señor.
COMENTARIO:
No hay dudas de que muchos
debían sorprenderse de que Jesús desafiara a las autoridades con su
predicación. A tal punto llega el desafío, que Jesús es capaz de decirles,
en el mismo Templo, que ellos no conocen a Dios, mientras que él sí lo
conoce. De esta manera, revela una relación íntima con el Padre que ningún
hombre puede igualar. Esto es motivo suficiente para querer matarlo, porque
es considerado un blasfemo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, te pedimos
que, purificados por tu inmenso poder, este sacrificio que celebramos nos
haga llegar hasta ti interiormente limpios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Ef 1, 7
En Cristo hemos sido redimidos
por su Sangre y hemos recibido el perdón de los pecados, según la riqueza
de su gracia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Padre, que así
como pasamos de lo antiguo a lo nuevo, renunciando al pecado, recibamos en
nuestro corazón la vida de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
|
“Así que ustedes me
conocen y saben de dónde soy?”
Jn
7, 1-2.10.14.25-30
Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.
JESÚS RECORRÍA LA GALILEA
En el fragmento de este Evangelio de san Juan,
observamos que el Padre se revela por Jesús, al mismo tiempo que esta
revelación del Padre en Jesús, no solo no es aceptada por los judíos, sino
que además es rechazada absolutamente. Sin embargo Jesús, ha de cumplir su
misión, independientemente de la dureza y fuerte oposición de los hombres.
El misterio del origen y la naturaleza de Jesús,
se revela solo en la fe, al que tiene fe y el que con fe mira.
Jesús recorría la Galilea; no quería transitar
por Judea porque los judíos intentaban matarlo. El milagro de la piscina de
"Betsata" hecho en sábado, había excitado
tan fuertemente los ánimos, que le hace retirarse al ambiente más tranquilo
de Galilea.
2.
ESTABA CERCA LA FIESTA DE LOS
TABERNÁCULOS.
Era ésta una de las fiestas de peregrinación a la
Ciudad Santa (Dt 16:16). Era la llamada fiesta de las cabañas o chozas. El
sentido primitivo de estas fiestas, fue agrícola:
agradecer a Dios las recolecciones finales, que terminaban con la vendimia,
pidiendo la bendición de Dios sobre las futuras cosechas (Dt 16:15).
Posteriormente se le unió también otro significado: conmemorar la obra de
Dios, que, sacando a Israel de Egipto, le hizo habitar en el desierto en
chozas (Lev 23:43). Últimamente vino a tomar también un sentido profético y
escatológico, anunciando las alegrías y bendiciones que habría en la era
mesiánica (Zac 14:16-19). Se celebraba del 15 del mes de Tishri al 21 del mismo (septiembre-octubre): era el
final del año agrícola. Se celebraba durante siete días, más un octavo de
clausura (23:33-36; 2 Mac 10:6); Durante todos estos días se debía morar en
chozas (Lev 23:42), instaladas incluso en los terrados y patios de las
casas, en las plazas y hasta “en los atrios de la casa de Dios” (Neh 8:16.17). Era la fiesta más popular.
3.
“CUANDO SUS HERMANOS SUBIERON PARA LA
FIESTA, TAMBIÉN ÉL SUBIÓ, PERO EN SECRETO, SIN HACERSE VER.”
La actitud de Jesús se ve perfectamente cuál era
al no ir con sus “hermanos. Era el no ir en caravana. Esta estaba compuesta
de galileos entusiasmados con su Profeta, al que habían querido ya
proclamarle “rey” (Jn 6:15), y seguramente en aquel propósito estaba el
llevarle para ello a Jerusalén, para proclamarle allí, en el templo,
Rey-Mesías. Todo lo cual era entrar ostentosamente en Jerusalén con aquel
Profeta-Mesías, lo que era desatar más aún la hostilidad de los dirigentes,
“porque los judíos intentaban matarlo” y, en lo humano, precipitar los
acontecimientos, lo que sería adelantar la “hora” de su pasión y muerte; lo
que Él debía evitar. Y precisamente por esto andaba entonces por Galilea y
no quería andar por Judea, pues ya lo buscaban para matarle.
4.
TAL ERA LA EXPECTACIÓN QUE POR EL
ALLÍ HABÍA, QUE LOS JUDÍOS LE BUSCABAN EN LAS FIESTAS.
Al ver que no había llegado con las caravanas
galileas, había cuchicheo para saber si había venido, y discusión sobre El:
para unos era “bueno,” para otros “seducía a las turbas”; es decir,
pensaban que daba una interpretación errónea, antitradicional e impropia de
la Escritura (Jn 7:47-53).
Por eso, si Él va a Jerusalén, fue después que
ellos y las caravanas festivas habían subido, “él subió, pero en secreto,
sin hacerse ver”. Evitó la entrada espectacular y triunfal; o fue solo, o
se unió a algún pequeño grupo ya en ruta, con el que pudiese pasar
inadvertido en su llegada a Jerusalén. Lo que no excluye el que haya sido
ya acompañado por sus discípulos.
5.
JESÚS SUBIÓ AL TEMPLO
Y COMENZÓ A ENSEÑAR
En cambio, eliminada esta entrada suya con las
caravanas, se explica el que aparezca luego enseñando en el templo, en las
solemnidades de estos días. Con sus partidarios en la ciudad, y temerosos
de una revuelta, con las posibles repercusiones políticas de Roma, no se
atreven allí a prenderle. Que era lo que se proponían, cuidadosamente,
evitar en el acuerdo que tomaron definitivamente los dirigentes los días
antes de la pasión: “No sea durante la fiesta, no vaya a alborotarse el
pueblo” (Mt 26:5 par.). No obstante esto, en alguna coyuntura que les
pareció propicia, enviaron a los ministros para que le precediesen; pero
éstos, impresionados por su manera y autoridad de hablar, no se atrevieron
a prenderle (Jn 7:45). Esto era lo que hacía cuchichear acerca de Él, en un
principio, por temor a los dirigentes judíos.
San Juan, recoge aquí una serie de temas de los
que no se dice cuándo tuvieron lugar, aunque sí lo fueron ante grupos y
momentos distintos. Abiertamente va a hacer, ante un grupo de gentes, en el
templo, una afirmación de lo más trascendente sobre la naturaleza de su
mesianismo: la divinidad del mismo.
6.
NO ES ÉSTE AQUÉL A
QUIEN QUERÍAN MATAR
En contraposición a los grupos “judíos”, a los
que antes se refirió, y ante los que Jesús habló en el templo, San Juan
presenta ahora a “algunos de Jerusalén.” La escena no se realiza ante
Jesús. Jesús habla en el templo, y un grupo de gentes de Jerusalén,
apartadas de Él, lo oyen hablar, y cuchichean (Hablar en voz baja o al
oído, para que los demás no se enteren): entre ellas sobre Jesús. Están al
corriente de cómo lo quieren “matar.” Sea porque la noticia había
trascendido, sea porque recogen la acusación que Jesús hizo de cómo quieren
matarlo.
Lo que les extraña es cómo, si quieren matarlo,
permiten que hable así tan claramente en el templo. No piensan en la maldad
de los “dirigentes” ni en su acuerdo definitivo para eliminar al Jesús.
Hasta creen, ingenuamente, en la posibilidad de que los dirigentes,
pensando mejor las cosas, hayan venido a convencerse de que Jesús fuese en
verdad el Mesías.
7.
PERO NOSOTROS SABEMOS
DE DÓNDE ES ÉSTE
Pero contra esta suposición se les presenta una
objeción que era una creencia popular.
De Jesús “sabemos de dónde viene.” Jesús pasaba
ante el vulgar, ignorante de la concepción virginal, como hijo de José y
María y como un Galileo originario de Nazaret (Mt 10:47; 21:10.11,).
En cambio, ellos estaban imbuidos en la creencia
popular según la cual el Mesías estaría oculto antes de su aparición, y así
nadie sabría de dónde vendría. Sea que este rumor se hubiese extendido por
Jerusalén, sea que este grupo estuviese en el templo, San Juan introduce en
la escena siguiente la respuesta de Jesús a este tipo de objeción. Parece
que son aquí dos temas yuxtapuestos.
Jesús responde a esto; “enseñando en el templo,
Jesús concede que ellos saben de dónde es, “Pero nosotros sabemos de dónde
es éste”; en el sentido de que es, por su nacimiento, de la tierra; pero va
a contraponerles a esto su ignorancia sobre su alto origen:
8.
¿ASÍ QUE USTEDES ME CONOCEN Y SABEN
DE DÓNDE SOY?
Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo,
exclamó: "¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin
embargo, Yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la
verdad, y ustedes no lo conocen. Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es
él el que me envió".
En este pasaje, esta “procedencia” de Jesús, ¿a
qué se refiere? ¿Es sólo el hecho de ser “enviado” como Mesías o expresa la
divinidad del mismo con relación a su encarnación?
Él es un “enviado.” Es el Mesías “enviado.” Pero
los judíos no conocen al que le envía, al Padre, “el que me envió dice la
verdad, y ustedes no lo conocen”. Su ignorancia del origen verdadero de
Jesús proviene de su ignorancia culpable con relación a Dios, que lo envió.
En cambio, Jesús es el único que sabe que Él es enviado, porque le conoce y
porque procede de Él. “Yo sí lo conozco, porque vengo de él”. Sin embargo,
esto, en el contexto del evangelio de san Juan, y además en este mismo
contexto, rebasa la simple enseñanza de presentarlo sólo como Mesías, para
hacer ver en ello la divinidad.
9.
EL QUE ME ENVIÓ DICE
LA VERDAD, Y USTEDES NO LO CONOCEN.
Ya, en primer lugar, si dice que Él es enviado,
por lo que ellos no lo conocen, intenta con ello decir o elevar el
pensamiento a un ámbito superior sobre su origen, pues todos sabían que el
Mesías procedía de la “casa de David.” Esta elevación de su origen sobre la
“casa de David” ya la plantea El a los fariseos, como relatan los tres
evangelios Y, aunque en absoluto pudieran pensar que no fuese el Mesías,
por conocer a sus “padres” y considerarlo originario de Nazaret y Galilea,
aquí la respuesta de Jesús rebasa este posible erróneo enfoque.
Por tanto, si tiene un origen superior a la
simple procedencia de la “casa de David”,” este origen resulta que es
trascendente, puesto que ellos no lo conocen — no pueden conocerlo —, sino
sólo El. Porque sólo El “conoce” al Padre y procede de Él. Luego esta
“procedencia” afecta al origen del mismo. Y, por
ello, su origen es trascendente.
10. ENTONCES QUISIERON DETENERLO
Y así, precisamente, lo entendieron los oyentes;
pues, al oír esto, buscaban prenderle, “Entonces quisieron detenerlo”. Lo
que está, sin duda, en el mismo plano de equivalencia a la actitud de los
judíos cuando, al oírle conceptos semejantes, “tomaron piedras para
arrojárselas” como a un blasfemo, porque se “hacía Dios” (Jn 5:18;
10:31-33; 8:59). Se trata, pues, de la divinidad de Jesús.
El comentario mejor a esta expresión, aparte de
toda la doctrina que se está enseñando a través de todo el evangelio de san
Juan, es lo que El mismo dice en el cenáculo, lo que permite valorarlo
mejor:
“Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el
mundo y vuelvo al Padre” (Jn 16:28). Y a continuación ruega al Padre que le
glorifique junto a El: “Ahora, Padre, dame junto a ti la misma Gloria que
tenía a tu lado antes que comenzara el mundo” (Jn 17:5).
En este ambiente evangélico de san Juan, esta
expresión se refiere manifiestamente a la divinidad de Jesús.
11. PERO
NADIE PUSO LAS MANOS SOBRE ÉL, PORQUE TODAVÍA NO HABÍA LLEGADO SU HORA.”
Pero, como hay correlación entre “salir-venir” y
“retornar-ir” de nuevo al Padre, tan frecuentemente, en el capítulo 16 de
san Juan, también ha de haberlo entre la expresión “vengo,” del capítulo 7
y su “iré” al Padre del mismo capítulo. A este “vengo” del Padre ha de
corresponderle este “retorno” al Padre (Jn 6:62). Y si se trata de un
retorno, no se puede referir a la “eterna generación” en sí misma, en la
que no hay “retorno,” sino a la divinidad encarnada.
Ante una declaración tan sustancial, los oyentes
judíos, no allí mismo, seguramente, sino en maquinaciones posteriores y
repetidas, como lo indica la forma imperfecta usada, “Entonces quisieron
detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él, porque todavía no había
llegado su hora.” la hora señalada por el Padre para subir a la cruz.
Jesús, es verdaderamente enviado del Padre. Es
enviado para la salvación del mundo. Ahora, nosotros somos los enviados por
Jesús, a fin de colaborar en esta misión salvadora. Esta tarea, nos es
porque tengamos méritos, cualidades especiales o algún determinado talento,
sino por la virtud que EL nos envía. Entonces hagamos esta tarea con la
seguridad y la confianza que es una misión que es acompañada con fuerzas
por Jesús, él nos ayudará y pondrá las palabras necesarias, “El Espíritu
Santo le enseñara en ese momento que decir” (Lc
12, 11-12). Jesús siempre hablo abiertamente, con sinceridad y honestidad
absoluta, en otras palabras con firmeza, pero por sobre todo sin sentir
vergüenza, habiendo aprendido esto de Él, hagámoslo ahora nosotros.
El
Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso
Brant
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