MISA DIARIA DE CAMINANDO CON
JESUS

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana"
(LG 11)
Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
26 años en
Internet
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La edición de la Misa Diaria, Reflexión
Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más antigua de Internet, comenzó
en el año 1998.
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31-01-2025
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Edición Nº 9.951
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LITURGIA DE LAS HORAS
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San Juan
Bosco, Presbítero. (MO). Blanco
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Mc 10,14
Dejen que los niños vengan a mí y no se lo
impidan, porque de ellos es el reino de Dios, dice el Señor.
ORACIÓN
COLECTA
Dios nuestro, que elegiste a san Juan Bosco,
presbítero, para que fuera padre y maestro de la juventud, concédenos que,
animados por esa misma caridad que ardía en su corazón, busquemos el bien
de las almas y vivamos entregados a tu servicio. Por nuestro señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Heb
10, 32-39
Lectura de la
carta a los Hebreos.
Hermanos: Recuerden los primeros tiempos: apenas
habían sido iluminados y ya tuvieron que soportar un rudo y doloroso
combate, unas veces expuestos públicamente a injurias y atropellos, y
otras, solidarizándose con los que eran tratados de esa manera. Ustedes
compartieron entonces los sufrimientos de los que estaban en la cárcel y
aceptaron con alegría que los despojaran de sus bienes, sabiendo que tenían
una riqueza mejor y permanente. No pierdan entonces la confianza, a la que
está reservada una gran recompensa. Ustedes necesitan constancia para
cumplir la voluntad de Dios y entrar en posesión de la promesa.
Porque todavía falta un poco, muy poco tiempo, y
el que debe venir vendrá sin tardar. Mi justo vivirá por la fe, pero si se
vuelve atrás, dejaré de amarlo. Nosotros no somos de “los que se vuelven
atrás” para su perdición, sino que “vivimos en la fe” para preservar
nuestra alma.
Palabra de Dios.
COMENTARIO: Los destinatarios de la carta
soportan con dificultad las pruebas. El autor trata de sostenerlos en su
fidelidad, recordándoles el camino de la fe que ellos ya han recorrido.
Todo lo humano lleva la marca
de la caducidad y el cansancio. El entusiasmo también. Las ideas que un día
enardecieron pueden hacerse rutina sin relieve, el fuego queda reducido a
cenizas. ¿Para qué tanto esfuerzo?
SALMO Sal 36, 3-6. 23-24. 39-40
R. La salvación
de los justos viene del Señor
Confía en el Señor y practica el bien; habita en
la tierra y vive tranquilo: que el Señor sea tu único deleite, y él colmará
los deseos de tu corazón. R.
Encomienda tu suerte al Señor, confía en él, y él
hará su obra; hará brillar tu justicia como el sol, y tu derecho como la
luz del mediodía. R.
El Señor asegura los pasos del hombre en cuyo
camino se complace: aunque caiga no quedará postrado, porque el Señor lo
lleva de la mano. R.
La salvación de los justos viene del Señor, él es
su refugio en el momento del peligro; el Señor los ayuda y los libera, los
salva porque confiaron en él. R.
ALELUYA Cfr. Mt 11, 25
Aleluya. Te alabo Padre, Señor del cielo y de la
tierra, porque revelaste los misterios del Reino a los pequeños. Aleluya.
EVANGELIO Mc 4, 26-34
Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús decía a sus discípulos: “El Reino de Dios
es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se
levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él
sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una
espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a
punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la
cosecha”. También decía: “¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios?
¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de
mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de
la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de
todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo
se cobijan a su sombra”. Y con muchas parábolas como éstas les anunciaba la Palabra, en la medida
en que ellos podían comprender.
No les hablaba sino en parábolas, pero a sus
propios discípulos, en privado, les explicaba todo.
Palabra del
Señor.
COMENTARIO: Jesús ya ha inaugurado el
Reino, pero su mensaje encuentra, de día en día, mayor incomprensión. Se
espera otra cosa. Es el momento en que el Maestro trata de identificar su
obra mesiánica. La parábola del agricultor paciente (vv. 26-28), subraya el
lento crecimiento del Reino, a ejemplo de la semilla, en el humilde secreto
de la tierra; todo se desarrollará en el aparente silencio de Dios y sin
medios espectaculares. Por otra parte, la parábola del grano de mostaza
(vv. 30-32), revela el contraste entre los humildes comienzos del Reino y
la grandeza de su futuro.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta los dones de tu pueblo, señor, en la
conmemoración de san Juan Bosco, y por la participación de este misterio,
concédenos manifestar en nuestra vida los ejemplos de tu amor. Por
Jesucristo, nuestro señor.
ANTÍFONA DE
COMUNIÓN Mt 18, 3
Si no se convierten y no se hacen como niños, no
entrarán en el reino de los cielos, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Dios todopoderoso, concédenos los frutos de esta
santa comunión y, a ejemplo de san Juan Bosco, haz que conservemos en el
corazón y llevemos a la práctica el amor a los demás y la luz de tu verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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REFLEXIÓN BÍBLICA
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Reino de Dios es como un hombre que echa la
semilla en la tierra”
“Mc 4, 26- 34”
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. SI LA TIERRA ES BUENA, TODO IRÁ BIEN; BASTA PONER
EN ELLA LA SEMILLA DE LA PALABRA.
Este fragmento del evangelio se compone de dos parábolas
y una explicación final sobre como enseñaba Jesús. En la primera parábola,
propia del evangelio de san Marcos, no se refiere, como en las anteriores,
a los apóstoles, sino que es una enseñanza en general. A esto mismo lleva
el tema de la misma. El contenido de esta parábola no es explicado por
Jesús como en otros casos, esto da origen a enfoques muy personales de
interpretación, tal vez sea considerada auto- explicativo. Sin embargo,
podemos decir también, que El reino de Dios es la Iglesia, la semilla es la
predicación, la tierra somos los oyentes y el hombre que siembra, es
Jesucristo, o, en general, los predicadores; la recolección, la muerte o el
juicio; Dios es el sembrador. Lo que se trata de comparar o ilustrar es: si
la tierra es buena, todo irá bien; basta poner en ella la semilla de La
Palabra.
2. TODO SE HACE GRACIAS A DIOS.
“La tierra por sí misma produce primero un tallo,
luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga”. Tal como lo
expresa el Señor en esta parábola, la semilla germina por sí misma según el
curso normal de las cosas, “sea que duerma o se levante, (el hombre) de
noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo” y
lo hace por ese vigor virtual que ella tiene, de igual modo sucede al
germinar y desarrollarse el Reino de los Cielos: el vigor interno vital de
que está dotado le hará irse desarrollando necesariamente. Posiblemente
entra también en el contenido de la parábola, en el sentido que el Reino de
los Cielos va desarrollándose gradualmente como la germinación de la
semilla. No es el hombre el que hace germinar ni desenvolverse ni la
semilla ni el Reino, aunque condiciones externas puedan favorecerlo, sino
el vigor vital de que están dotados. Todo se hace gracias a Dios. Un gran
comentario a esta parábola son las palabras de San Pablo, cuando escribe:
“¿Quién es Apolo y quién es Pablo? Ministros según lo que a cada uno ha
dado el Señor. Yo planté, Apolo regó; pero quien dio el crecimiento fue
Dios” (1 Cor 3:5.6). También dice luego san Pablo: “De modo que ni el que
planta es algo, ni el que riega, sino Dios que hace crecer”. (1 Corintios
(SBJ) 3,7)
3. SI DECIMOS QUE SI A LA PALABRA DE DIOS
El reino de Dios, una vez puesto en la tierra por
Cristo, llegará necesariamente a su madurez. No podrán los seres humanos
impedir la vitalidad y el crecimiento del mismo. La semilla crece en
nosotros, pero es pequeña. Si decimos que si a la Palabra de Dios, Él le
dará la fuerza necesaria y nosotros dispondremos de la fecundidad de esa
semilla en nuestro Espíritu. La Palabra lleva en sí, una fuerza interior,
que nos transforma la vida.
Pero esta lleva distintas etapas para
desarrollarse, primero las oímos o la leemos, luego la conservamos en
nuestro interior, la meditamos en profundidad, buscamos comprender su
alcance y luego se nos convierte en vida.
El Señor quiere que sembremos en nuestro
interior, es decir que atesoremos la Palabra en el mismo corazón, “porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. (Lucas
(SBJ) 12), Y además también desea que lo hagamos en el corazón de nuestros
hermanos, con la confianza de que contamos con el vigor de la semilla y de
la siembra.
4. “ES LA MÁS PEQUEÑA DE TODAS…. Y LLEGA A SER LA
MÁS GRANDE DE TODAS”.
“Es la más pequeña de todas las semillas de la
tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas
las hortalizas”. La segunda narración es puramente parabólica. La enseñanza
está en la comparación establecida entre la semilla “más pequeña” que crece
hasta hacerse la “más grande de las hortalizas.” En orden a completar el
cuadro descriptivo, se dice que se “extiende tanto sus ramas que los
pájaros del cielo se cobijan a su sombra”. La comparación se establece
entre lo “más pequeño” que viene a hacerse “lo más grande.” De igual modo
sucedería con el Reino: en los comienzos es mínimo, son pocas personas las
que se les unen, pero este va a ser muy grande, tanto que recibirán y
cobijarán en él (Reino), multitudes.
Un buen ejemplo lo encontramos en la más pequeña
simiente, el Evangelio, predicado por los Apóstoles, que eran los menos
poderosos de entre los hombres, pero sin embargo, como su semilla tenían un
gran vigor, creció y se extendió con su predicación por todas las partes
del mundo. “creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en
sus ramas”. (Lucas (SBJ) 13,19) y se hace árbol, hasta el punto de que las
aves del cielo vienen y anidan en sus ramas. (Mateo (SBJ) 13)
5. CON MUCHAS PARÁBOLAS COMO ÉSTAS LES ANUNCIABA LA
PALABRA
San Marcos nos dice que “con muchas parábolas
como éstas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían
comprender.”. Por lo general, hacemos un gran esfuerzo para sembrar la
Palabra, y nos tratamos de hacer entender con términos rebuscados, o por
querer causar una buena impresión de lo que sabemos, o porque de algún modo
queremos hacernos entender, y con todo eso, nos desanimamos al ver que no
cosechamos el fruto que esperamos. Esto es así, porque no decimos las cosas
con la misma sencillez que utilizaba el Señor para con las gentes y/o
porque no confiamos en la vitalidad de la semilla. (La Palabra).
De ahí, que este pasaje es de gran interés para
valorar la finalidad del método parabólico que utiliza Jesús en su
enseñanza. Jesús sabe bien como hacerse entender pedagógicamente, es decir
El habla para que le entiendan y utiliza los elementos de la naturaleza que
a todos les son conocidos, tales como la levadura, el trigo, el grano de
mostaza. Las parábolas son ilustrativas, pero al igual que en ese entonces,
esto exige atención, buenas disposiciones, y también, en ocasiones, buscar
nueva luz en ello.
6. EL REINO DE DIOS, NO DETIENE SU CRECIMIENTO, LO
HACE SILENCIOSAMENTE MIENTRAS NO NOS DAMOS CUENTA, DE DÍA Y DE NOCHE
Es posible, que no nos demos cuenta todo lo que
ha resultado de nuestro trabajo de ir sembrando la Palabra, del mismo modo
es posible que nunca veamos la cosecha de lo que hemos sembrado, o también
puede suceder que otros recojan los frutos de nuestra siembra. Esto no debe
ni desanimarnos ni quitarnos el empeño de seguir sembrando, a causa de esta
labor, de seguro que tendremos cosecha. Dice san Pablo; “No nos cansemos de
obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos.
Así que, mientras tengamos oportunidad, hagamos
el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe.” (Gálatas
(SBJ) 6). Por eso, aunque suene arrogante, podemos pensar que hemos
contribuido con nuestras enseñanzas, catequesis y oraciones, para que
muchos miren al cielo o piensen en transformar su vida. No nos
descorazonemos si no vemos los frutos de inmediato, y confiemos que hemos
ayudado espiritualmente a quienes nos han oído, porque llegará el día que
recemos; “La tierra ha dado su cosecha: Dios, nuestro Dios, nos bendice”.
(Salmos (SBJ) 67,7)
El Reino de Dios, no detiene su crecimiento, lo
hace silenciosamente mientras no nos damos cuenta, de día y de noche, y
seguro que dará frutos a su debido tiempo. Y si nosotros no cosechamos lo
que sembramos, otros cosecharán y recogerán los frutos de nuestro trabajo,
eso no nos preocupe, lo importante es que estamos trabajando por el Reino.
Dice el Señor; “Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado”
(Juan (SBJ) 9, 4).
7. JESÚS EN PRIVADO, LES EXPLICABA TODO.
Dice San Marcos, que a sus propios discípulos,
Jesús “en privado, les explicaba todo”. Los apóstoles, en privado piden
nuevas aclaraciones. Por eso, aun siendo el método el mismo para los
apóstoles y el pueblo, aquéllos logran más provecho, “les es dado (de
hecho) conocer el misterio del reino de Dios”; Jesús trata con especial
cuidado a sus apóstoles, los adoctrina y les enseña cercanamente, ellos son
sus profetas y los ayuda para que puedan sobrellevar la gran
responsabilidad que les está entregando. Nosotros también podemos recibir
cercanamente la ayuda de Jesús, solo tenemos que iniciar una vida íntima
con El, aproximándonos al Corazón de Jesús, manteniendo estrechas
relaciones con El, comunicándole nuestro interior, abriéndole nuestro
espíritu, no guardando ningún secreto, acostumbrándonos a hablar con Él,
con honestidad, sencillez, con toda confianza.
La Paz de
Cristo Jesús viva en sus corazones
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
|
PARA LA LECTIO DIVINA (3)
|
LOS CAMINOS DE DIOS NO
SON NUESTROS CAMINOS
“Mc
4, 26- 34”
Con dos breves
parábolas, tomadas del mundo agrícola, Jesús ilustra el proceso de crecimiento
del Reino de Dios en el mundo. Éste es como una semilla que, sembrada en la
tierra, necesita un largo período de maduración en medio del silencio y la
paciencia. Tras la siembra, el labrador vuelve a sus ocupaciones
habituales, sin tener que preocuparse de la semilla. Es la tierra la que
espontáneamente, por su propia fuerza, lleva a cabo la transformación. El
evangelista se detiene a describir, una a una, las fases de la germinación,
para subrayar que cuanto desde fuera parece «tiempo muerto» -silencio de
Dios- es, en realidad, un tiempo fecundo de gracia. Cuando haya llegado su
hora -expresión que usará muchas veces Jesús refiriéndose a su destino-, la
misma semilla, convertida ahora en fruto maduro, se entregará a la hoz para
la siega. También aquí surge espontánea la referencia a Jesús, que
libremente se ofreció a sí mismo por nuestra salvación.
La sorpresa del labrador,
después de la larga espera, será grande, como muestra la segunda parábola.
Se ha depositado en la tierra un grano de mostaza, la más pequeña de todas
las semillas, algo no llamativo, pero al final se hace mayor que todas las
hortalizas, se hace casi como un árbol a cuya sombra -imagen bíblica que
indica la consumación del Reino de Dios pueden reposar los pájaros. Toda la
Sagrada Escritura atestigua que Dios escoge lo que es pequeño: los
instrumentos más pobres parecen ser los más aptos para cooperar en su
designio de salvación. Los caminos de Dios no son nuestros caminos; su
Reino lleva en sí mismo un principio de desarrollo, una fuerza secreta que
lo conducirá a su plena consumación más allá de lo que podría suponer
cualquier humana imaginación. No queda más que esperarlo con firme
esperanza y humilde colaboración.
|
ORACION
(3)
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Jesús:
Eterno Viviente, tú eres nuestra única esperanza.
Por nosotros te escondiste como semilla en nuestra humana debilidad;
experimentaste la persecución, el peso de la soledad y la aflicción de la
pobreza; por nosotros aceptaste voluntariamente la muerte, por nosotros te
hiciste Pan de vida que nos sostiene a lo largo del camino.
Tú nos conoces en lo íntimo y ves nuestras tribulaciones y la fatiga
que nos produce el compromiso de conservar la fe. Perdónanos si hemos
dejado envejecer nuestro corazón, perdiendo el ardor y el entusiasmo de
nuestro primer amor. Despierta en nosotros el hermoso recuerdo de nuestra
enamorada juventud, para que nunca nada ni nadie pueda apartamos de buscar
tu rostro.
Quédate con nosotros en la hora de la prueba y concédenos la fuerza
de tu Espíritu para serte fieles hasta la muerte.
Contigo ni siquiera nuestra pobreza nos espanta ya: al ofrecértela,
se convierte en el pequeño signo de nuestro infinito deseo de colaborar en
la realización de tu Reino.
Amén.
Pedro
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FUENTES DE LA PAGINA
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La Pagina de la Misa Diaria, está preparada y es enviada
por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago
de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo
y por la Iglesia. Les
ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando
gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota:
Para la Liturgia
de la Palabra,
utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y
comentario de la Palabra,
utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de
Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad
Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.
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