I. RITOS INICIALES
ANTÍFONA
DE ENTRADA Sal 95, 1.6
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra. En su
presencia hay esplendor y majestad, en su santuario, poder y hermosura.
ACTO PENITENCIAL
· Tú que nos
has dado un Espíritu de paz y de alegría. Señor ten piedad
· Tú que nos
envía a llevar la Buena Nueva a los pobres. Cristo ten piedad
· Tú que nos
envía a anunciar a los cautivos la libertad. Señor ten piedad
SE DICE GLORIA A DIOS.
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama
el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te
glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre
todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás
sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres
Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, ordena nuestra vida según tu voluntad
para que, en el nombre de tu Hijo amado, podamos dar con abundancia frutos
de buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los
siglos.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA Neh 8, 2-6. 8-10
Esta lectura es un típico relato del Antiguo Testamento, pertinente
para una mejor comprensión del Evangelio de hoy. Se nos cuenta acerca de
los sacerdotes que leen la Biblia en la asamblea de los fieles, luego la
explican, llamando al pueblo a cambiar de vida.
Lectura del libro de Nehemías.
El sacerdote Esdras trajo la Ley ante la Asamblea, compuesta por los
hombres, las mujeres y por todos los que podían entender lo que se leía.
Era el primer día del séptimo mes. Luego, desde el alba hasta promediar el
día, leyó el libro en la plaza que está ante la puerta del Agua, en
presencia de los hombres, de las mujeres y de todos los que podían
entender. Y todo el pueblo seguía con atención la lectura del libro de la
Ley. Esdras, el escriba, estaba de pie sobre una tarima de madera que
habían hecho para esa ocasión. Abrió el libro a la vista de todo el pueblo
—porque estaba más alto que todos— y cuando lo abrió, todo el pueblo se
puso de pie. Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo,
levantando las manos, respondió: “Amén! Amén!”. Luego se inclinaron y se
postraron delante del Señor con el rostro en tierra. Los levitas leían el
libro de la Ley de Dios, con claridad, e interpretando el sentido, de
manera que se comprendió la lectura. Entonces Nehemías, el gobernador,
Esdras, el sacerdote escriba, y los levitas que instruían al pueblo,
dijeron a todo el pueblo: “Este es un día consagrado al Señor, su Dios: no
estén tristes ni lloren”. Porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras
de la Ley. Después añadió: “Ya pueden retirarse; coman bien, beban un buen
vino y manden una porción al que no tiene nada preparado, porque éste es un
día consagrado a nuestro Señor.
No estén tristes, porque la alegría en el Señor es la fortaleza de
ustedes”.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 18, 8-10. 15
El salmo 18 celebra ese don de Dios que es la Ley. La Iglesia retoma
este salmo de un sabio del A.T. para expresar su acción de gracias por
Cristo, la Palabra viva de Dios, que nos deja su mandamiento del amor para
que nuestra alegría sea perfecta.
R. Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida.
La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del
Señor es verdadero, da sabiduría al simple. R.
Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los
mandamientos del Señor son claros, iluminan los ojos. R.
La palabra del Señor es pura, permanece para siempre; los juicios
del Señor son la verdad, enteramente justos. R.
Ojalá sean de tu agrado las palabras de mi boca, y lleguen hasta ti
mis pensamientos, Señor, mi Roca y mi redentor! R.
SEGUNDA
LECTURA I Cor 12, 12-30
San Pablo enseña que la asamblea de los fieles es como el cuerpo de
Cristo con sus diversos miembros unidos por el Espíritu. Cada miembro es
necesario a los demás. Los miembros más débiles están rodeados de especial
cuidado.
Lectura de la primera carta del Apóstol san
Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo,
es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo
cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados
en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo —judíos y griegos, esclavos
y hombres libres— y todos hemos bebido de un mismo Espíritu. El cuerpo no
se compone de un solo miembro sino de muchos. Si el pie dijera: “Como no
soy mano, no formo parte del cuerpo”, ¿acaso por eso no seguiría siendo parte
de él? Y si el oído dijera: “Ya que no soy ojo, no formo parte del cuerpo”,
¿acaso dejaría de ser parte de él? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde
estaría el oído? Y si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato? Pero Dios
ha dispuesto a cada uno de los miembros en el cuerpo, según un plan
establecido. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el
cuerpo? De hecho, hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo. El ojo
no puede decir a la mano: “No te necesito”, ni la cabeza, a los pies: “No
tengo necesidad de ustedes”. Más aún, los miembros del cuerpo que
consideramos más débiles también son necesarios, y los que consideramos
menos decorosos son los que tratamos más decorosamente. Así nuestros
miembros menos dignos son tratados con mayor respeto, ya que los otros no
necesitan ser tratados de esa manera. Pero Dios dispuso el cuerpo, dando
mayor honor a los miembros que más lo necesitan, a fin de que no haya
divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros sean mutuamente
solidarios. ¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro
es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría. Ustedes son el
Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular, miembros de ese Cuerpo. En la
Iglesia, hay algunos que han sido establecidos por Dios, en primer lugar,
como apóstoles; en segundo lugar, como profetas; en tercer lugar, como
doctores. Después vienen los que han recibido el don de hacer milagros, el
don de sanar, el don de socorrer a los necesitados, el don de gobernar y el
don de lenguas. ¿Acaso todos son
apóstoles? ¿Todos profetas? ¿Todos doctores? ¿Todos hacen milagros? ¿Todos
tienen el don de sanar? ¿Todos tienen el don de lenguas o el don de
interpretarlas?
Palabra de Dios.
ALELUYA
Lc4, 18
Aleluya. El Señor me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a
anunciar la liberación a los cautivos. Aleluya.
EVANGELIO
Lc 1,1-4; 4, 14-21
Jesús interviene en la sinagoga de Nazaret. De acuerdo con la
tradición, Jesús solía enseñar en estas asambleas, leyendo y explicando
algún texto bíblico apto para transmitir su Buena Nueva. En esta
circunstancia Jesús lee una profecía que se refería directamente a él.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Lucas.
Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que
se cumplieron entre nosotros, tal como nos fueron transmitidos por aquéllos
que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la
Palabra. Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los
orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo,
un relato ordenado, a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas
que has recibido. Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu y su fama
se extendió en toda la región. Enseñaba en las sinagogas de ellos y todos
lo alababan. Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró
como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le
presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje
donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha
consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los
pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a
dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor”.
Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la
sinagoga tenían los ojos fijos en El. Entonces comenzó a decirles: “Hoy se
ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.
Palabra del Señor.
Profesión de fe.
EL CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y
en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el
poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a
los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí
ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de
los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la
vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Hemos sido bautizados
en un solo Espíritu (1 Cor 12,13), para formar todos juntos el cuerpo de
Cristo. Oremos los unos por los otros para que crezca en nuestro mundo el
Cuerpo del Señor.
· Te rogamos
por tu Iglesia. Envía sobre ella tu Espíritu Santo (Lc 4,18), para que
anuncie la buena Nueva a todos los hombres, particularmente a los que
sufren.
· Te rogamos
por todas las comunidades cristianas que reúnes en este domingo para
escuchar tu Palabra. (Sal 18,9), Que esta Palabra sea alegría para los
corazones, y luz para los ojos.
· Te rogamos
por los que tienen un ministerio en la Iglesia, por los que nos hablan de
ti, nos enseñan y nos guían. Da a cada uno que pueda ejercer con dedicación
el don natural que ha recibido para el servicio de todos.
· Te rogamos
por aquellos que nos comunican esta Palabra y nos dan su sentido. Llénalos
de tu Espíritu de verdad. Que sepan traducir tu Evangelio primero en su
propia vida.
· Te rogamos
en fin por nuestra comunidad. En este día en que nos invitas al banquete de
la Alianza, que sepamos, nosotros también, como la asamblea de Esdras,
enviar una parte al pobre que está solo, (Neh 8,10), y compartir con él la
alegría del Señor.
III. LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe con bondad nuestros dones, Señor; y al santificarlos, haz que
se conviertan en causa de salvación para nosotros. Por Jesucristo, nuestro
Señor
PREFACIO
DOMINICAL DURANTE EL AÑO
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que
estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de
cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
LA PAZ
Señor Jesucristo, que
dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”. No tengas en
cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu
palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ANTÍFONA
DE COMUNIÓN Cf r. SaI 33, 6
Miren hacia el Señor, y quedarán Dios todopoderoso, concédenos, a
resplandecientes, y sus rostros no avergonzarán.
O
bien: Cfr. Jn 8,12
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor. El que me sigue no andará en
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, concédenos, a los que somos vivificados por tu
gracia, alegrarnos siempre con el don recibido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
IV. RITO DE CONCLUSIÓN
BENDICIÓN
Canto
final
|
“Hoy se ha
cumplido ante ustedes está profecía”.
Lc 1,1-4; 4,
14-21
Autor: Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
1.
EL PROLOGO
En esta parte del relato de hoy, “El Prólogo” de Lucas, él se nos
presenta como un historiador escrupuloso. Sin embargo al decir que muchos
intentaron escribir la vida de Jesús, debiéramos entenderla como algunos,
pues no se comprende fácilmente que un gran número hubiese intentado, ya
entonces, escribir la vida del Señor. Ciertamente luego hay otros escritos
apócrifos, pero son muy posteriores. Si no fuese así, esto estaría contra
lo que dice luego: “tal como nos fueron
transmitidos por aquéllos que han sido desde el comienzo testigos oculares
y servidores de la Palabra” Fueron los apóstoles y los primeros discípulos (Hechos 1:21). Como
servidores o ministros de “la palabra”,
término técnico de la Iglesia primitiva para expresar el Evangelio
“(cf: 8:13:15; Hechos 4:4; 6:4; 8:4; 11:19), quienes narraron enseñanzas y
obras de Jesús. Y cuando relata “por aquéllos que han sido desde el comienzo testigos oculares”, se refiere
manifiestamente a los testigos de la vida pública de Cristo (hechos
1:21-22) y de los orígenes mismos de la infancia del Señor. Lo que nos ha
sido “transmitido” por
estos “servidores”, tanto
por el contexto como por la lingüística, se refiere preferentemente a la
transmisión oral.
2.
LOS ACONTECIMIENTOS QUE SE CUMPLIERON ENTRE NOSOTROS
Lucas también se refiere a lo que ha sucedido “entre nosotros” conforme a la tradición de esos
testigos. Aunque los hechos sucedieron en el pueblo judío, pero afectan a
todos.
A leer: “Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los
orígenes, yo también he decidido escribir”, parece que desea acentuar su lealtad de historiador escrupuloso, garantizando la muy cuidadosa
investigación de las fuentes escritas, y de esas otras orales. Y dice
además que relata esto “ordenadamente”.
Es posible que en ese tiempo hubiese narraciones sueltas, sea escrita o en
la predicación, ciertos esquemas muy concretos, como se ve en los Hechos de
los Apóstoles. Lucas quiere poner “ordenadamente”
toda la vida de Jesús. Incluyendo el período de su infancia. Aunque es
historiador, no siempre utiliza el orden cronológico; mezcla el histórico y
el lógico. Pero da una vida de Jesús más o menos “ordenada,” en función de
su intento y conforme el concepto ambiental de la historia.
3.
YO TAMBIÉN HE DECIDIDO ESCRIBIR PARA TI, EXCELENTÍSIMO TEÓFILO
Lucas dedica el libro a un tal Teófilo, que debía de ser persona de
relieve, dado el título que le prefija, óptimo, noble, clarísimo, y que es
el título que se da a los procuradores de Judea en los Hechos. Debe de ser
una persona histórica. La razón es que era costumbre dedicar los libros a
personas ilustres, buscando su valimiento. En los libros griegos se destaca
mucho estas dedicaciones. Lucas le escribe a Teófilo: “a fin de que conozcas
bien la solidez de las enseñanzas que has recibido”, quizá busca aquí darle
una mayor ilustración de la verdad cristiana, cuya fe ya posee. En textos
de los Padres de la Iglesia se nombra a un tal Teófilo, como persona noble
de Antioquía, patria de Lucas, que transformó su gran palacio en Iglesia, y
luego fue obispo de allí.
4.
EL ESPÍRITU DEL SEÑOR ESTÁ SOBRE MÍ
Luego la lectura nos relata que después de ser bautizado, Jesús
volvió a Galilea con el poder del Espíritu, y su fama corrió por toda
aquella región, enseñaba en las sinagogas de los judíos y todos lo alababan
y luego regreso a Nazaret, lugar donde se había criado, y el sábado fue a
la sinagoga, como era su costumbre. La sinagoga, edificio destinado al
culto judío, tenía una persona que presidía y dirigía el culto, vigilaba el
orden y designaba al lector, el invitó a leer y explicar la lectura de los
profetas a Jesús, esta sagradas escrituras estaban escritas en hebreo, por
tanto no eran leídas por la gente del pueblo que hablaba en arameo,
entonces la costumbre era que un traductor hacia simultáneamente la
traducción de lo leído al arameo.
Así fue como, se puso de pie para hacer la lectura y le pasaron el
libro del profeta Isaías. Jesús desenrolló el libro y encontró el pasaje
donde está escrito: “El Espíritu
del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la
buena noticia; para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a
los ciegos; para dar libertad a los oprimidos y a proclamar el año de
gracia del Señor”
5.
DEJAR QUE EL ESPÍRITU SANTO, OBRE, DESCIENDA Y ACTÚE EN NOSOTROS,
Si reflexionamos sobre este párrafo, vamos a decir que nosotros
siempre debemos hacer las cosas motivados por el Espíritu Santo, y nos
dirigimos al Espíritu con ruegos de un modo que se exprese con claridad.
Dicen que Santa Teresita del Niños Jesús, sobre la acción del
Espíritu Santo, expreso en una ocasión, “¡Qué cosa tan maravillosa haría
Dios en las almas, si las almas se dejaran hacer!”
Es eso lo que debemos hacer, dejar que el Espíritu Santo, obre,
descienda y actúe en nosotros, olvidados de nosotros mismos y entregados
plenamente al Espíritu del Señor, porque Dios también nos ungirá para
llevar a los pobres la buena noticia a los hombres de hoy, y a ellos
debemos transmitir la liberación de los oprimidos y a proclamar el año de
gracia del Señor. No temamos sentirnos ungido por el Señor, pero obrando en
todo tal como somos.
6.
HOY SE HA CUMPLIDO ANTE USTEDES ESTÁ PROFECÍA
El evangelio de Lucas continúa diciendo que Jesús después enrolló
el libro, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los
asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido ante ustedes
está profecía”.
Los asistentes a la sinagoga, escucharon luego el comentario de
Jesús sobre el texto leído, aplicándoselo a sí mismo, escucharon la palabra
de Dios, las enseñanzas de Jesús, y quedaron cautivos y entusiasmados.
Todos le daban su aprobación y se admiraban de las palabras que había
pronunciado.
Sabemos de la eficacia de la Palabra de Dios, cuando llega al
corazón sencillo y dócil. Además esa es la condición y la obligación
respecto a esa palabra, la oímos y le abrimos el corazón. No solo la
recibimos, luego la meditamos y la profundizamos.
7.
LA GENTE SENCILLA, ESTABA LLENA DE ADMIRACIÓN POR LAS PALABRAS DE
GRACIA QUE SALÍAN DE LA BOCA DE JESÚS.
No es de extrañarse que aquella gente quedara cautivada con las
palabras de Jesús, sobre todo ante un mensaje que hasta ese momento no
había sido oído especialmente por los pobres y los humildes. Así era como
predicaba Jesús, así era como evangelizaba, así es como debemos aprender de
Él, con palabras sinceras, esperanzadora, bondadosas, amables,
consideradas, respetuosas, amorosas y salidas del corazón.
El Evangelio es un mensaje, es la Buena Noticia, pero también es
vida, por tanto no solo prediquémoslo con palabras, también con el
testimonio de la propia vida. En otras palabras, debemos creer con gran
convicción lo que anunciemos, vivir plenamente lo que creemos y vivir lo
que predicamos, porque no es menos cierto, que se escucha más a gusto a los
que dan testimonio.
Jesús, resucitado, continúa hoy caminando en medio de la humanidad,
especialmente entre los pobres con la buena noticia, anunciando la
liberación a los cautivos y en la curación de los ciegos, como luz del
mundo, dando libertad a los oprimidos y a proclamando el año de gracia del
Señor
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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