ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65,4
Toda la tierra se postra ante ti, Señor, y canta
en tu honor, en honor de tu Nombre.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas el
cielo y la tierra, escucha la súplicas de tu
pueblo y concede tu paz a nuestro tiempo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los siglos.
LECTURA Heb 7, 25–8, 6
Lectura de la
carta a los Hebreos.
Hermanos: Jesús puede salvar en forma definitiva
a los que se acercan a Dios por su intermedio, ya que vive eternamente para
interceder por ellos. Él es el Sumo Sacerdote que necesitábamos: santo,
inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado por encima del
cielo. Él no tiene necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer
sacrificios cada día, primero por sus pecados, y después por los del
pueblo. Esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. La Ley, en efecto, establece
como sumos sacerdotes a hombres débiles; en cambio, la palabra del
juramento –que es posterior a la
Ley– establece a un Hijo que llegó a ser perfecto para
siempre. Éste es el punto capital de lo que estamos diciendo: tenemos un
Sumo Sacerdote tan grande que se sentó a la derecha del trono de la Majestad en el cielo.
Él es el ministro del Santuario y de la verdadera Morada, erigida no por un
hombre, sino por el Señor. Ahora bien, todo Sumo Sacerdote es constituido
para presentar ofrendas y sacrificios; de ahí la necesidad de que tenga
algo que ofrecer. Si Jesús estuviera en la tierra, no podría ser sacerdote,
porque ya hay aquí otros sacerdotes que presentan las ofrendas de acuerdo
con la Ley. Pero
el culto que ellos celebran es una imagen y una sombra de las realidades
celestiales, como Dios advirtió a Moisés cuando éste iba a construir la Morada, diciéndole:
“Tienes que hacerlo todo conforme al modelo que te fue mostrado en la
montaña”. Pero ahora, Cristo ha recibido un ministerio muy superior, porque
es el mediador de una Alianza más excelente, fundada sobre promesas
mejores.
Palabra de Dios.
COMENTARIO: Jesús es un laico que viene a
ser sacerdote para siempre. No pertenece a la casta sacerdotal de su
tiempo. Jesús es sacerdote para siempre, porque se ofreció a sí mismo, una
vez por todas, y que esta ofrenda, por ser la del Hijo, es, al mismo
tiempo, la del mediador de la Alianza definitiva.
Jesús hizo el sacrificio de su
vida; ya no es necesario que ofrezca sacrificios cultuales. El amor ha
penetrado en la eternidad y el sumo Sacerdote no ha perdido su misión de
mediador. Él vive para siempre intercediendo por ellos.
SALMO Sal 39, 7-10. 17
R. ¡Aquí estoy,
Señor, para hacer tu voluntad!
Tú no quisiste víctima ni oblación; me diste un oído atento; no pediste holocaustos ni
sacrificios, entonces dije: “Aquí estoy”. R.
En el libro de la Ley está escrito que tengo que hacer: amo.
Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mí corazón. R.
Proclamé gozosamente tu justicia en la gran asamblea:
no, no mantuve cerrados mis labios, Tú lo sabes, Señor. R.
Que se alegren y se regocijen en ti todos los que
te buscan y digan siempre los que desean tu victoria; “¡Qué grande es el
Señor!”. R.
ALELUYA Cfr. 2Tim 1, 10
Aleluya. Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la
muerte e hizo brillar la vida, mediante la Buena Noticia.
Aleluya.
EVANGELIO Mc 3, 7-12
Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla
del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea. Al enterarse de lo que hacía,
también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de
Idumea, de la
Transjordania y de la región de Tiro y Sidón. Entonces
mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre
no lo apretujara. Porque, como sanaba a muchos
todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo. Y los
espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: “¡Tú
eres el Hijo de Dios!”. Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo
pusieran de manifiesto.
Palabra del
Señor.
COMENTARIO: El Maestro ha conocido una
gran popularidad. Pero ésta crea problemas cuando rodea a alguien como él.
Esta popularidad lejos de descubrir el secreto de su persona,
tiene, más bien, el peligro de oscurecerla, fijando la atención en
realidades secundarias.
Jesús no era un agorero, sino
el Mesías; no buscaba sensacionalismo ni popularidad, sino fe y ésta a
través de un proceso progresivo. En la persona del Nazareno, el Padre
obraba maravillas
en la vida e historia de sus contemporáneos, que masivamente
lo buscaban. Jesús era el hombre buscado, escuchado y seguido.
¿Curiosidad, egoísmo, fe? Aún
hoy, Jesús conserva una gran popularidad. Pero,
¿qué se espera de él? Pocos aceptan pasar de la muerte a la vida para
conocerlo verdaderamente.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, concédenos participar dignamente de estos
misterios, pues cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu
Hijo, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro
Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 22, 5
Tú preparas ante mí una mesa, y mi copa rebosa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infúndenos en nosotros, Padre, tu espíritu de
amor, para que, saciados con el único Pan de vida, permanezcamos unidos en
la misma fe. Por Jesucristo nuestro Señor.
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“Porque, como sanaba a muchos, todos los que padecían algún mal
se arrojaban sobre él para tocarlo”
Mc 3, 7-12
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. JESÚS SE RETIRÓ CON SUS DISCÍPULOS A LA ORILLA DEL MAR, Y
LO SIGUIÓ MUCHA GENTE DE GALILEA.
San Marcos, nos relata un cuadro con diversas
escenas durante la obra apostólica de Jesús. Las multitudes vienen a él de
todas partes. La multitud se le reúne junto al Lago. Jesús por facilidad
pide una barca, para desde allí predicarles y evitar el ser oprimido por
las gentes. Pues los enfermos creían que “tocándole” curarían, y se
abalanzaban sobre El. San Marcos presenta a los endemoniados echándose a
les pies de Jesús proclamándole el “Hijo de Dios,” el Mesías. Jesús les
impone silencio: “que no lo diesen a conocer.” El “secreto mesiánico.”
2. MUCHOS ERAN ATRAÍDOS POR EL MAGNETISMO DE SU PALABRA.
Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran
multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y
de la región de Tiro y Sidón para escucharlo y hacerse sanar de sus
enfermedades. El nuevo pueblo de Dios no estará formado ya por sólo judíos;
también los paganos formarán parte de él. Los que estaban atormentados por
espíritus impuros quedaban sanos; y toda la gente quería tocarlo, porque
salía de él una fuerza que sanaba a todos.
El simple acercamiento físico a Jesús, les daba paz y alivio para sus dolencias, sean
esta físicas o espirituales, y Jesús los hacía con todos y con todo tipo de
personas, a ninguno le preguntaba si era judío, de otra región o lo que
hacía, solo si tenían fe. Jesús, es un loco de amor por los hombres y por
nosotros lo da todo.
3. MUCHOS ERAN ATRAÍDOS POR EL MAGNETISMO DE SU PALABRA.
Es decir la gente quedaba cautivada por las
palabras de Jesús, por la santidad de su mensaje. Así mismo, todos eran
atraídos por la natural inclinación de Jesús de hacer el bien, el gesto
bondadoso, la mano cariñosa, la ternura de su trato y todas las maravillas
que realizaba en beneficio de los necesitados.
Por eso seguían a Jesús con gran entusiasmo. Así
ponían de manifiesto su gratitud. A nosotros hoy, también nos encanta
sentirnos atraídos por su Palabra en el Evangelio, y seguimos a Jesús. Pero
este seguimiento tenemos que hacerlo como se debe, cumpliendo con celos los
que dice el Evangelio, brindando amor, siendo bondadoso, con amabilidad y
buen trato con nuestro hermanos, solidarios con
los necesitados y afectuosos con los atribulados por la enfermedad.
El Señor les
Bendiga
Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant
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UN ACTO ÚNICO, PERFECTO Y AGRADABLE AL PADRE
Mc 3, 7-12
…sanaba a muchos todos
los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo…
Jesús ha venido como
hombre para realizar un acto único, perfecto y agradable al Padre,
ofreciéndose a sí mismo a través de la debilidad, del sufrimiento, de la
muerte.
Toda su vida,
culminada en la entrega total de sí mismo en la cruz, nos afecta de cerca.
A él están asociados ahora nuestros acontecimientos cotidianos, los
trabajos, las mil ocasiones de renuncia y de muerte que forman la trama de
nuestros días.
¿Cómo vivirlos?
¿Dejándolos hundirse
en un lamento estéril, en una insatisfacción mal reprimida, o echándolos
alegremente en el tesoro de su generoso padecer por amor, en ese acto
perenne que le hace vivir para siempre intercediendo por nosotros?
En efecto, no hay
ocupación, circunstancia o adversidad que pueda impedirnos volver a
levantar interiormente la mirada del corazón hacia su cruz, a fin de
alcanzar de él la fuerza de un acto de renovada adhesión a la voluntad del
Padre.
Sólo así gustaremos la
dulzura de haber sido sanados por las llagas de nuestro descontento, a fin
de encontrar la alegría de ser hijos en el Hijo.
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Señor Jesús:
No puedo ponerme
verdaderamente ante ti sino contemplándote colgado en una cruz.
Tú eres el amante
pobre, humillado, ofrecido totalmente de una vez por todas.
Sin embargo, tu
sacrificio, el que ahora hace que te sientes a la diestra del Padre, me
interpela y me inquieta, porque prosigue hoy en mis hermanos enfermos,
explotados, en los que sufren. Me parece que no puedo hacer nada por este
mal que se propaga, que me atropella por todas partes y acaba casi por
molestarme, empujándome a acorazar mi corazón para no ser herido.
Concédeme, te ruego,
comprender que también yo puedo hacer algo si me uno más profundamente a
ti, a tu incesante intercesión por nosotros, con una ofrenda humilde y
renovada de los pequeños inconvenientes que me molestan, de las inevitables
contrariedades que encuentro en el camino.
Enséñame a atesorar
todo para unirme a la ofrenda plena y total que tú consumaste generosamente
por todos nosotros.
Pedro
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La Pagina de la Misa Diaria, esta preparada y es enviada por
Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un servicio de
apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les
ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando
gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota:
Para la Liturgia
de la Palabra,
utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y
comentario de la Palabra,
utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de
Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd.
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