MISA DIARIA DE CAMINANDO CON
JESUS
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"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana"
(LG 11)
Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
27 años en Internet, para ayudar a evangelizar el corazón de
los hombres desde Santiago de Chile.
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edición de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es
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21-02-2025
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Edición Nº 9.972
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LITURGIA DE LAS HORAS
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ANTIFONA DE ENTRADA Cfr Sal 30,34
Señor, sé para mí una roca protectora, un baluarte
donde me encuentre a salvo, porque tú eres mi roca y mi baluarte; por tu
nombre, guíame y condúceme.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que te complaces en habitar en los
corazones rectos y sencillos, concédenos la gracia de vivir de tal manera
que encuentres en nosotros una morada digna de tu agrado. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Gn 11, 1-9
Lectura del
libro del Génesis.
Después del Diluvio, todo el mundo hablaba una
misma lengua y empleaba las mismas palabras. Y cuando los hombres emigraron
desde Oriente, encontraron una llanura en la región de Senaar
y se establecieron allí. Entonces se dijeron unos a otros: «Fabriquemos
ladrillos y pongámoslos a cocer al fuego». Y usaron ladrillos en lugar de
piedra, y el asfalto les sirvió de mezcla. Después dijeron: «Edifiquemos
una ciudad, y también una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo, para
perpetuar nuestro nombre y no dispersarnos por toda la tierra». Pero el
Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo,
y dijo: «Si esta es la primera obra que realizan, nada de lo que se
propongan hacer les resultará imposible, mientras formen un solo pueblo y
todos hablen la misma lengua. Bajemos entonces, y una vez allí, confundamos
su lengua, para que ya no se entiendan unos a otros».
Así el Señor los dispersó de aquel lugar,
diseminándolos por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad.
Por eso se llamó Babel: allí, en efecto, el Señor confundió la lengua de
los hombres y los dispersó por toda la tierra.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Siempre el corazón del hombre
está animado por una profunda aspiración a la unidad, pero busca llenarla,
apoyándose exclusivamente sobre sus propios recursos, cuando sólo la
iniciativa de Dios puede fundar una tal búsqueda. Esto es lo que trata de
demostrar esta narración, que amalgama dos tradiciones: Los hombres quieren
construir por sí mismos una ciudad, en la que todos hablarán el mismo
idioma, y una torre que sería para todos una gran señal;
pero Dios confunde estos proyectos. Los hombres de Babel quisieron crear un
mundo sin Dios. Los hombres de Babel eran soberbios. ¿Acaso, son menos
soberbios los hombres de hoy? El uso que el hombre puede hacer de su
dominio sobre el universo es siempre ambiguo. Por tanto, la unidad buscada
también es un valor ambiguo. La torre no sirvió más que para su propio mal
social.
SALMO Sal 32, 10-15
R. ¡Feliz el
pueblo cuyo Dios es el Señor!
El Señor frustra el designio de las naciones y
deshace los planes de los pueblos, pero el designio del Señor permanece
para siempre, y sus planes, a lo largo de las generaciones. R.
¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo
que él eligió como herencia! El Señor observa desde el cielo y contempla a
todos los hombres. R.
Él mira desde su trono a todos los habitantes de
la tierra, modela el corazón de cada uno y conoce a fondo todas sus
acciones. R.
ALELUYA Jn 15, 15
Aleluya. --Yo los llamo amigos, porque les he
dado a conocer todo lo que oí de mi Padre--, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mc 8, 34—9. 1
Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús, llamando a la multitud, junto con sus
discípulos, les dijo: - El que quiera venir detrás de mí, que renuncie así
mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su
vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia,
la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde
su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida? Porque si alguien
se avergüenza de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y
pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en
la gloria de su Padre con sus santos ángeles -. Y les decía: - Les aseguro
que algunos de los que están aquí presentes, no morirán antes de haber
visto que el Reino de Dios ha llegado con poder--.
Palabra del
Señor.
COMENTARIO
“El que pierda su vida por mí
y por el Evangelio la salvará”. El contexto es claro: un cambio decisivo ha
franqueado la vida de Jesús. La pasión aparece en el horizonte: Jesús no
sólo será el maestro itinerante que ha querido ser, al separarse del Bautista;
no será, sobre todo, el Mesías tradicionalista, esperado por las masas. Su
destino es el del “Siervo de Yahvé”, que asume su relación con el Padre con
la prueba y la muerte. Así ocurrirá también con sus discípulos, ya que para
ser discípulo de tal Maestro será necesario llevar su cruz y perder la
vida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda nos purifique y renueve, Señor,
y sea causa de recompensa eterna para quienes cumplen tu voluntad. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Jn 3,16
Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo
único para que todo el que cree en el no muera sino que tenga Vida eterna.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Saciados con el pan del cielo, te pedimos, Padre,
la gracia de desear siempre éste alimento que nos da la vida verdadera. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
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REFLEXIÓN BÍBLICA
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“tome su cruz y sígame”
Mc 8:34-9-1
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.
“TOME SU CRUZ Y
SÍGAME”.
En este fragmento del Evangelio, Cristo nos
hace reflexionar profundamente, El advierte a la muchedumbre y a sus
discípulos sobre cuales son las condiciones que
deben tenerse en cuenta para seguirlo. Las advertencias van dirigidas a los
que quieran ingresar en su reino. Es verdad que, si la invitación se hace a
las gentes que les seguía, también se hace a los discípulos, lo que
parecería dársele un valor no sólo de ingreso, sino de actividad ya en el
reino. Será lo que haga, destacando más este aspecto moralista, al decir
que es necesario negarse a sí mismo cada día (Lc 9:23), sin duda incluido
en la invitación de Marcos al ingreso en el reino. Dice el Evangelio, “tome
su cruz y sígame”. Las escenas de crucifixiones no eran raras en aquel
tiempo. La imagen se evocaba del medio ambiente. Pero no sería improbable
que aquí el “tomar su cruz” y “sígame” esté matizado por el ejemplo de
Cristo en la
Vía Dolorosa.
2.
EL QUE PIERDA SU VIDA POR MÍ Y
POR LA BUENA NOTICIA,
LA SALVARÁ.
El motivo por el que ha de perderse la vida, si
fuere preciso, es “por mi causa” se señala en los Evangelios de Mateo y
Lucas, y este fragmento Marcos añade también por causa “del Evangelio,” de
alguna forma se ve ya la aplicación de esta enseñanza de Cristo ante
persecuciones cristianas.
Marcos, del mismo modo como lo hacen Mateo y
Lucas, destaca la importancia de la persona de Cristo. Por El ha de perderse, si es preciso, la vida. Esto da a
Cristo, máxime en todo el contexto, un valor de trascendencia: todo ha de
subordinarse a El. Se habla además aquí de
“Perder el alma.” “Alma” es el conocido semitismo que está por “vida.” Dice
el Evangelio: Pues ¿qué dará el hombre a cambio de su alma?, es decir “¿Qué
dará el hombre a cambio de su vida?” es un proverbio. Pero en el caso
presente según Marcos se refiere a la vida eterna.
3.
SI ALGUIEN SE AVERGÜENZA DE MÍ
Otro asunto de interés, es que Marcos lo mismo que
Lucas, destacan que el que se “avergüence” aquí de Cristo, El también se “avergonzará” de ése en su día. Es lo que
supone Mateo al evocar la “retribución” que Cristo dará a cada uno. Marcos
destaca el avergonzarse “ante esta generación adúltera y pecadora.” Es la
generación que recibiría al Mesías. Es frase que expresa la generación
mesiánica.
Dice también el Evangelio: también el Hijo del
hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los
santos ángeles. Se presentan a Cristo viniendo en “gloria,” cuya
descripción lo presenta en su gloria divina. Los ángeles aparecen, más que
como un cuadro de fondo, como los servidores de Cristo. Así aparece, por un
motivo más, situado en una esfera trascendente.
4.
DISCÍPULO DE JESÚS HA
DE ESTAR DISPUESTO A TODA PERSECUCIÓN Y MUERTE
Sabemos por los sinópticos que había comenzado
Cristo a anunciar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén para
padecer allí mucho por parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de
los escribas. Expuesto el anuncio de la pasión y muerte, ahora les advierte
a los discípulos que han de imitarle. Luego que Jesús había predicho a sus
discípulos lo conveniente que era el que El sufriese las calumnias de los
judíos, que fuese muerto y que resucitase al tercer día, no hace ver a
todos de que forma podemos participar de su
gloria.
La primera enseñanza es que el hombre renuncie
a sí mismo, y esto, El que quiera venir conmigo. Y, además, que tome su
cruz y me siga. La doctrina del Reino, nos exige negarse a un mundo de
exigencias personales y cómodas. Es una vida moral nueva, que lleva consigo
un sacrificio frente a las cosas mundanas, pero que al final tiene su
ganancia eterna. El discípulo de Jesús ha de estar dispuesto a toda
persecución y muerte. El Reino le puede exigir esto. Pero al que ante el
Reino tomase una actitud de vergüenza por seguirlo, le aguarda el Hijo del
hombre, presentado como Juez del mundo, en su parusía, con la condena de
avergonzarse de él.
5.
EL QUE QUIERA VENIR DETRÁS DE
MÍ
Sin embargo, Jesús, bueno y piadoso, algo
natural en El, no quiso tener ninguno que lo sirviese como obligado, por el
contrario, hace que lo sirviesen espontáneamente y le agradeciesen el
poderlo servir. No obligando ni imponiéndose a nadie, sino persuadiendo y
haciendo el bien, esa es la forma como atrae a todos los que quieren venir,
diciendo: El que quiera venir conmigo. ¿Alguno de nosotros ha sentido este
llamado?, ¿Qué estamos dispuesto a responder si este llega a nuestro
corazón?
Cuando Jesús dice: que renuncie a sí mismo,
propone -a los que quieren seguirlo- su propia vida como modelo de una vida
perfecta, con una imitación fiel de su vida, según la medida de nuestras
fuerzas. Si alguno no renuncia a sí mismo, no se acerca al que está sobre
El. La renuncia a sí mismo, quiere decir el olvido absoluto de lo pasado y
la renuncia de la propia voluntad. Se niega a sí mismo uno cuando la vida
pasada en el mal se convierte en una vida buena y de nuevas costumbres,
especialmente en una vida de oración. Porque el que ha vivido la vida del
pecado deshonesto se niega a sí mismo cuando se vuelve a una vida sana. Del
mismo modo, se llama negarse a sí mismo abstenerse de cualquier clase de
pecado.
6.
EL QUE QUIERA SALVAR
SU VIDA
Y agrega Jesús: que tome su cruz y me siga, o
como dice Lucas: “Que cargue con su cruz cada día y me siga” es el deseo de
sufrir la muerte por Cristo, mortificándose por El mientras se vive de paso
en la tierra, es el estar dispuesto a enfrentar cualquier peligro por
dedicarse al Señor y no aficionarse a las cosas mundanas de esta vida, es
lo que se llama tomar su cruz. El que quiera seguir a Cristo no debe huir
el padecer por El. La cruz puede llevarse de diversos modos, con ayuno,
abstinencia y penitencia, es decir cuando sentimos pena por pecar, pero
también se lleva la cruz, cuando el alma se empapa de la compasión por los
demás.
Nos dice Jesús: Pues el que quiera salvar su
vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. Esto
es, el que quiere vivir según esta el mundo y continuar gozando de las
cosas temporales que la vida terrenal ofrece, éste la perderá, porque no la
conduce a los términos expresado por el Señor en la bienaventuranza. Y por
el contrario, añade: “el que pierda su vida por mí, la encontrará. Es
decir, el que menosprecia las cosas terrenas y temporales, prefiriendo la
verdad, la vida recta, el trabajo solidario por sus semejantes, la
incasable tarea por los derechos del hombre entregados por Dios, la
búsqueda de la paz, la vida según los evangelios, aún
exponiéndose a la muerte, en otras palabras, pierde su alma por las
enseñanzas de Cristo, más bien la salvará.
7.
¿Y QUÉ APROVECHA AL
HOMBRE GANAR TODO EL MUNDO Y PERDER SU ALMA?
A continuación Jesús nos dice: ¿Y qué aprovecha
al hombre ganar todo el mundo y perder su alma?, ¿De qué le sirve a uno
ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Pues ¿qué dará el hombre a
cambio de su alma?, ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla? Como si
dijese: cuando alguno, considerando los placeres y los bienes presentes,
rehúsa sufrir y elige vivir de una manera cómoda y espléndida, si es rico,
¿de qué le aprovechará todo esto, si pierde su alma? Pasan las grandezas de
esta vida y sus delicias como pasa una sombra.
Esta “vida” del texto evangélico no se refiere
a la simple pérdida de la vida física, sino de la “vida” eterna.
Constantemente el Señor, a la vez que nos invita a merecer la vida eterna,
la felicidad por siempre, nos enseña a menospreciar las cosas de la tierra.
Por ello robustece la humana debilidad, ofreciendo un premio seguro y
verdadero, por los sufrimientos y penalidades de la vida presente.
8.
SEÑOR DE LOS ÁNGELES,
Y VINIENDO EN LA “GLORIA DE SU PADRE
Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado
de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles, Jesús se presenta
aquí como dueño de la humanidad, como Señor de los ángeles, y viniendo en
la “gloria de su Padre.” Con todo lo cual se acusa su grandeza, su
trascendencia divina: “su gloria.” Aquella “gloria” de Yahvé que ahora a El se aplica (Jn 1:14).
En esa hora dará a cada uno lo que merecen sus
obras. Es entonces la responsabilidad personal la que entra en juego.
Porque no es fácil tomar la cruz y seguir a Cristo, es un camino duro,
arduo, hay que estar dispuesto a cumplir con todo lo que el Señor nos enseño, hay que tener dispuesta la vida contra los
sufrimientos, contra los peligros y ofrecerse hasta la muerte. Así como lo
han hecho muchos, dejar lo conocido por lo desconocido, abandonar las cosas
del presente, por las futuras y del Reino prometido.
9.
ESTA EN NOSOTROS, EL
ENCONTRARNOS CON EL SEÑOR
Pero El buen Maestro, para que ninguno se deje
abatir por la desesperación o el tedio, nos promete a continuación a los
fieles que lo veremos, pero el nos ha advertido:
Porque, si alguien se avergonzare de mí y de mis palabras ante esta
generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará
de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
Nos enseña este fragmento del Evangelio, que esta en nosotros, el encontrarnos con el Señor, el ya nos ha dicho el que quiera venir detrás de mi, Jesús desea que vayamos tras de El,
pero no obliga a nadie a que le sirva, pero si espera que espontáneamente,
tomemos la decisión de servirle. Seguir al Señor, caminar con El, junto a El, sintiendo su presencia junto a nosotros, es un
agradable caminar, es vivir en paz espiritual y es una mano que nos saca
del peligro en las turbulencias, pero es necesario para seguir sus pasos,
ser como El, empaparse de sus sentimientos, y aceptar la voluntad del
Padre, quien solo quiere lo mejor para sus hijos.
El Señor
les Bendiga
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
|
PARA LA LECTIO DIVINA (3)
|
BABEL
Gn 11, 1-9
Después del
Diluvio, todo el mundo hablaba una misma lengua y empleaba las mismas
palabras. Y cuando los hombres emigraron desde Oriente, encontraron una
llanura en la región de Senaar y se establecieron
allí…luego el Señor los dispersó de aquel lugar, diseminándolos por toda la
tierra…
Cuando los
hombres, reunidos en el valle de Senaar, se
dijeron unos a otros: «Vamos a edificar una ciudad y una torre cuya cúspide
llegue hasta el cielo; así nos haremos famosos y no nos dispersaremos sobre
la faz de la tierra» (Gn 11,4), es probable que su intención no fuera la de
desafiar a Dios. No querían escalar el cielo con su torre. El verdadero
motivo de su acción era precisamente el miedo a dispersarse: la ansiedad
que experimenta el hombre ante lo nuevo, ante lo diferente, ante lo
original; su refugio instintivo en lo que le es familiar, siempre igual,
tranquilizador. Este miedo a la dispersión es un miedo mortal, y el
«hacerse un nombre» es un modo de intentar escapar a la muerte, de intentar
salvar la propia vida.
Sin embargo, lo
verdadero es exactamente lo contrario: precisamente la dispersión, el dar
la vida, forman parte del proyecto salvífico de Dios, mientras que la
grandeza del nombre, de la fama, del poder, es un miserable antídoto contra
la muerte. No sólo es incapaz de evitarla, sino que no hace más que
agigantarla, otorgarle unas dimensiones cada vez más temerosas,
vertiginosas: la grandeza del «nombre» no hace más que multiplicar el poder
de la muerte. Jesús enseña a sus discípulos precisamente esta verdad
paradójica, que da la vuelta a las ideas corrientes, estandarizadas, de los
hombres de todos los tiempos y de todas las naciones, desde los que estaban
recogidos en la llanura de Senaar hasta los de
nuestros días. «¿De qué le sirve a uno ganar todo el mundo si pierde su
vida?» (Mc 8,36). ¿De qué le sirven al hombre las grandes realizaciones,
las empresas gigantescas, las torres de Babel de todas las generaciones, si
el precio que tiene que pagar por ello es la pérdida de su propia
integridad personal, su extravío total frente a la muerte? La vocación
originaria del hombre consiste en la comunión de las diversidades, en el
fecundo abandonarse al proyecto originario de Dios.
|
ORACION
(3)
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Señor Dios:
La torre de Babel
sigue siendo aún nuestro mito cotidiano:
le dedicamos todas las fuerzas
a causa del miedo que tenemos a la
muerte.
Las torres de Babel son muchas,
y cada vez más altas
a medida que avanza el progreso,
erguidas para alcanzar un trozo de
eternidad
y hacernos un nombre que no se olvide.
Señor Dios, nuestra vida es otra,
mucho más sencilla, mucho más profunda.
Es una vida sin nombre en este mundo,
pero custodiada por tu mano como algo
precioso:
el Hijo del hombre que tanto padeció,
Jesús, nuestro nombre y nuestra paz.
Pedro
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FUENTES DE LA PAGINA
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La Pagina de la Misa Diaria, esta preparada y es enviada por
Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un servicio de
apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les
ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando
gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota:
Para la Liturgia
de la Palabra,
utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y
comentario de la Palabra,
utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de
Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd.
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