MISA DIARIA DE CAMINANDO
CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
27 años en
Internet
La edición
de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más
antigua de Internet, comenzó en el año 1998
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10-03-2025
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Edición Nº 9.989
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LITURGIA DE LAS HORAS
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ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 122,
2-3
Como los ojos de los servidores
están fijos en las manos de su señor así miran nuestros ojos al Señor
nuestro Dios, hasta que se apiade de nosotros. Piedad, Señor, ten piedad de
nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Conviértenos a ti,
Dios, Salvador nuestro, y para que sean provechosas las practicas
cuaresmales, instrúyenos con tus enseñanzas. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es
Dios, por los siglos de los siglos
LECTURA Lev 19, 1-2. 11-18
Lectura
del libro del Levítico.
El Señor dijo a
Moisés: Habla en estos términos a toda la comunidad de Israel: Ustedes
serán santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo. Ustedes no robarán,
no mentirán ni se engañarán unos a otros. No jurarán en falso por mi
Nombre, porque profanarían el nombre de su Dios. Yo soy el Señor. No
oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás; y no retendrás hasta la mañana
siguiente el salario del jornalero. No insultarás a un sordo ni pondrás un
obstáculo delante de un ciego, sino que temerás a tu Dios. Yo soy el Señor.
No cometerás ninguna injusticia en los juicios. No favorecerás
arbitrariamente al pobre ni te mostrarás complaciente con el rico: juzgarás
a tu prójimo con justicia. No difamarás a tus compatriotas, ni pondrás en
peligro la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor. No odiarás a tu hermano en
tu corazón: deberás reprenderlo convenientemente, para no cargar con un
pecado a causa de él. No serás vengativo con tus compatriotas ni les
guardarás rencor. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
Palabra
de Dios.
COMENTARIO; Dentro de tantas leyes que manifiestan el
nivel todavía primitivo del Pueblo de Dios, uno se maravilla cuando
descubre prescripciones enseñando actitudes humanas, que a nosotros nos
faltan. Estas prescripciones que se dirigen a un pueblo de pequeños agricultores,
hace falta interpretarlas para adaptarlas a las circunstancias de nuestra
vida actual.
SALMO Sal 18, 8-10. 15
R.
¡Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida!
La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al
simple. R.
Los preceptos del
Señor son rectos, alegran el corazón; los mandamientos del Señor son
claros, iluminan los ojos. R.
La palabra del Señor
es pura, permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos. R.
¡Ojalá sean de tu
agrado las palabras de mi boca, y lleguen hasta ti mis pensamientos, Señor,
mi roca y mi redentor! R.
VERSÍCULO 2Cor 6, 2
Éste es el tiempo
favorable, éste es el día de la salvación.
EVANGELIO Mt 25, 31-46
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus
discípulos: Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos
los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán
reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor
separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a
éstos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha:
“Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue
preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me
dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me
alojaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y
me vinieron a ver”. Los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te
vimos forastero, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos
enfermo o preso, y fuimos a verte?”. Y el Rey les responderá: “Les aseguro
que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo
hicieron conmigo”. Luego dirá a los de su izquierda: “Aléjense de mí,
malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus
ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y
no me dieron de beber; era forastero, y no me alojaron; estaba desnudo, y
no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron”. Éstos, a su vez, le
preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o
desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?”. Y él les responderá:
“Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis
hermanos, tampoco lo hicieron conmigo”. Éstos irán al castigo eterno, y los
justos a la Vida eterna.
Palabra
del Señor.
COMENTARIO; San
Juan de la Cruz dejó escrito: “Al atardecer de la vida serás juzgado por el
amor”. La asignatura fundamental en el último examen de nuestra vida será
el amor al prójimo. Nos jugamos el ser o no ser de nuestra existencia, el
sentido o sinsentido cíe nuestro vivir. Pero no es un examen para
memorizar, es para practicarlo y vivirlo cada día. Lo que hagan por el
prójimo, lo hacen por mí. ¡Vengan, benditos!. No es un evangelio para
comentar, sino para meditar, para meterlo dentro de nuestro corazón y sobre
todo para vivirlos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que estas
ofrendas, signo de nuestra entrega, sean de tu agrado; que con tu gracia
santifiquen nuestra vida y nos obtengan la misericordia de tu perdón. Por
Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 25,
40. 34
Les aseguro que cuanto
hicieron con el más pequeño de mis hermanos lo hicieron conmigo, dice el
Señor. Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les
fue preparado desde el comienzo del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Padre Santo, por la
Eucaristía que hemos recibido, concédenos experimentar la ayuda para el alma y el cuerpo, y así, restaurado
todo nuestro ser, alcancemos la plenitud de tu salvación. Por Jesucristo
nuestro Señor.
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REFLEXIÓN
BÍBLICA
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“Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en
herencia el Reino”
Mt 25, 31-46
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.
CUANDO EL
HIJO DEL HOMBRE VENGA EN SU GLORIA
Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles,
se sentará en su trono glorioso. En esta hora de la parusía final, el Hijo
del hombre vendrá “en su gloria,” y, como parte de ella, vendrá “con todos los
ángeles,” que son sus ángeles, como ornamento suyo y como ejecutores de sus
órdenes. Todo ello indica, dentro del género apocalíptico, la grandeza de
la majestad con que Cristo realizará aquel acto, lo que no excluye,
naturalmente, la realidad de esta presencia de los ángeles.
Todas las naciones serán
reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor
separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquéllas a su derecha y a
éstos a su izquierda.
En el uso rabínico de casos de
separación, a la derecha se pone siempre lo mejor. Por cuanto los pecadores
conocerán sus delitos y los justos verán patentes los frutos de su justicia
que les acompañaron hasta el fin.
Se llaman ovejas los que se
salvan, por la mansedumbre con que aprendieron de Aquél que dijo: aprended
de mí, que soy manso (Mt 11,29); y por cuanto estuvieron dispuestos hasta
sufrir la muerte, imitando a Jesucristo, que como oveja fue llevado a la
muerte (Is 53,7).
Los malos, en cambio, son
llamados cabritos, los que trepan los más ásperos peñascos y caminan por
sus precipicios. La
Sagrada Escritura suele designar la sencillez y la
inocencia con el nombre de oveja. Bellamente, pues, se designan aquí los
elegidos con este nombre. Sin embargo el cabrito es animal lascivo, que en
la ley antigua se ofrecía para víctima de los pecados.
2.
PORQUE
TUVE HAMBRE, Y USTEDES ME DIERON DE COMER…
“Porque tuve hambre, y ustedes
me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me
alojaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y
me vinieron a ver". Y hay que notar que lo que menciona Jesús, son las
siete obras de misericordia, las cuales, cualquiera que tenga cuidado de
cumplirlas, merecerá alcanzar el reino preparado a los escogidos desde el
establecimiento del mundo.
Pues en un sentido místico
observa las leyes del verdadero amor, quien al que tiene hambre y sed de
justicia le alimenta con el pan de la palabra, o bien le da de beber la
bebida de la sabiduría, y el que recibe en la
Iglesia al que anda errante por el pecado, y el que admite
al que está enfermo en la fe.
Los justos le responderán:
"Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y
te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te alojamos; desnudo, y te
vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?". Los
Santos, pues, que obraron obras derechas, recibieron en premio de sus obras
rectas, la derecha del Rey, en la cual está el descanso y la gloria. Y a
causa de su humildad se proclaman indignos de alabanza por sus buenas
obras; no por haberse olvidado de aquello que hicieron, pues El mismo les
muestra su compasión en los suyos. Dicen esto ciertamente no desconfiando
de las palabras del Señor, sino pasmándose de tan extraordinaria excelencia
y de la grandeza de su majestad.
3.
"LES
ASEGURO QUE CADA VEZ QUE LO HICIERON CON EL MÁS PEQUEÑO DE MIS HERMANOS, LO
HICIERON CONMIGO".
Y el Rey les responderá:
"Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis
hermanos, lo hicieron conmigo". Libremente podemos entender que
Jesucristo hambriento es alimentado en todo pobre, y sediento saciado, y de
la misma manera respecto de lo otro. ¿Por qué los llama pequeños? Por lo
mismo que son humildes, pobres y despreciados.
Y dice mis hermanos,
recordándonos que nos dijo; "Son hermanos míos, los que hacen la
voluntad de mi Padre" (Mt 12,50).
Así como había dicho a los
justos, vengan, así también dice a los injustos, malvados y crueles,
"Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado
para el demonio y sus ángeles” Los que se apartan de Jesús, caen en el
fuego eterno, el cual es de distinta naturaleza del fuego de que hacemos
uso: pues ningún fuego es eterno entre los hombres, y ni siquiera de mucha
duración. Y tengamos presente que no dice que el reino está preparado, en
verdad, para los ángeles, más sí que el fuego eterno lo está para el diablo
y para sus ángeles. Porque por lo que a Él toca, no ha creado a los hombres
para que se pierdan, pero los que pecan son los que se unen con el diablo,
para que así como los que se salvan son comparados a los ángeles santos, de
la misma manera sean comparados a los ángeles del diablo los que perecen.
4.
PORQUE
TUVE HAMBRE, Y USTEDES NO ME DIERON DE COMER…
“Porque tuve hambre, y ustedes
no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; era forastero, y
no me alojaron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me
visitaron".
Así es, cómo los malos
hombres, abandonaron la misericordia, y no en un sólo concepto, sino en
todos. Porque no tan sólo no dieron de comer al hambriento, sino que
tampoco visitaron al enfermo. Nótese que Jesús no está diciendo estaba en
la cárcel y no me sacaron; enfermo y no me curaron; sino dice, no me
visitaron, no se acercaron a mí. Todas estas cosas, por tanto, bastan para
sufrir la pena del infierno.
Además, ninguna de las cosas que
pedía Jesús era difícil dar, (tampoco lo es hoy), era un poco de pan porque
tenía hambre, era darse cuenta de la miseria pues era pobre, era sentir
compasión de la naturaleza, pues era hombre, era el deseo de alcanzar lo
que se prometía, tan deseable como el reino, era sentir la dignidad del que
recibía, pues era Dios el que recibía por medio de los pobres; era un trato
con honor, porque se dignó recibir de mano de los hombres, lo justo que era
dar, pues recibía de nosotros lo que es suyo, sin embargo los hombres ante
todas estas cosas estuvieron cegados por la avaricia.
5.
LES
ASEGURO QUE CADA VEZ QUE NO LO HICIERON CON EL MÁS PEQUEÑO DE MIS HERMANOS,
TAMPOCO LO HICIERON CONMIGO
Éstos a su vez, le
preguntarán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero
o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?" No es menos
cierto, que es propio de los hombres malos, excusarse, dar a entender que
no tienen culpas, o que son leves y pocas las faltas; y esto mismo lo
indica la respuesta de Jesucristo. "Les aseguro que cada vez que no lo
hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron
conmigo". Queriendo demostrar que las acciones buenas de los justos
son sublimes, y que las culpas de los pecadores no lo son. Dice Jesús, “mis
hermanos” verdaderamente, los que son perfectos, son sus hermanos.
Finalmente dice Jesús; “Éstos
irán al castigo eterno, y los justos a la
Vida eterna”. La sentencia que se da es eterna. Los
malvados “irán al suplicio eterno, y los justos a la vida eterna” “El
castigo será “eterno.” La palabra cobra un espantoso realismo, sin
atenuación alguna posible, en este contexto. Los unos y los otros tienen un
destino igualmente eterno. Eso sí, algunos irán por la derecha y otros por
la izquierda.
La
Paz de Cristo Jesús viva en sus corazones
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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PARA LA LECTIO DIVINA
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"CONMIGO LO HICIERON”
"Yo soy el Señor", repite Dios en
la primera lectura de hoy (Lev 19, 1-2. 11-18), como rúbrica a los
preceptos sobre el amor práctico y cotidiano con el prójimo.
“Yo soy el Señor”. El
es quien ve nuestra conducta, que nos cuida y cuida de la vida de todos
exigiendo que se respete y se socorra, de suerte que seamos santos con su
misma santidad.
"Conmigo lo hicieron", repite
Jesús en el Evangelio. Es el Rey que no vemos en cada uno de nuestros
hermanos más pequeños, pero en ellos le podemos socorrer, servirle o quizás
ignorarle.
Canta el salmista (Sal 112): “¿Quién cómo
el Señor, que yace como cualquier desvalido al borde del camino y se deja
mirar con indiferencia o con misericordia”?
Él se sentará en el trono de su gloria. A
su lado colocará a cada uno de nuestros hermanos más pequeños y a cuantos
la actitud gratuita de compartir el pan, el agua y los bienes les haga
sentirse importantes en su corazón y en el corazón de Dios.
Hoy comienza mi vida eterna, si te amo
como a mí mismo, hermano en Cristo, hermano Cristo.
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ORACION
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Señor misericordioso:
Tú que lloras con nosotros y que rompe con tu mirada la dureza de
nuestro corazón.
Tú que lloras por nosotros y con nosotros y que has venido a nuestra
humanidad desnudo y humillado, pobre y enfermo, solo y rechazado.
Tú eres el que carga con nuestro pecado desde la primera caída que
nos hizo miserables y desgraciados.
Tú enjugarás nuestras lágrimas, tiernamente, hasta la última lágrima,
hasta cambiar en gozo de salvación el llanto de la humanidad entera.
Haznos capaces de recibir y dar tu divina compasión.
No permitas que pasemos a tu lado sin mirarte, no dejes que vivamos a
tu lado sin reconocerte y amarte.
No permitas que juzguemos a los demás con nuestra medida tacaña y
falsa, sino con la tuya, tan paciente y abundante, hasta que nos sintamos
deudores de todos, deudores de una caridad cada vez mayor, de una ternura
sin límites.
Pedro
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FUENTES DE LA PAGINA
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La Pagina de la Misa Diaria, esta preparada y es enviada
por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd.
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