"He
aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra"
Pedro Sergio Donoso Brant
Lc 1, 26-38
1.
“Y AL SEXTO MES, EL ANGEL GABRIEL FUE
ENVIADO POR DIOS
“Y
al sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José,
de la casa de David, y el nombre de la Virgen era María.”
“Y
al sexto mes”. El ángel fue enviado a María en el sexto mes de la
concepción de Juan Bautista, este corresponde según la cristiandad antigua
al mes de Marzo, y se ha fijado como fecha el 25 de ese mes. Nueve meses
más tarde, el 25 de Diciembre es la fecha de nacimiento de Jesús. El porqué
de esa fecha, es algo de la divina sabiduría.
“El
Angel Gabriel fue enviado por Dios” Digno principio de la restauración
humana ha sido lo que hizo Dios al enviar a un Angel a la Virgen, que sería
consagrada con un parto divino. Porque la primera causa de la perdición
humana fue que la serpiente fuese enviada a la mujer por el espíritu de la
soberbia y la maldad.
A
María Virgen no se envía un ángel cualquiera, sino el arcángel San Gabriel,
Lucas lo designa por su propio nombre. Gabriel, viene por una parte de
Gabri, que es “mi hombre”, el que se entiende como hombre fuerte o
protector, y El, que es Dios, entonces se considera que Gabriel es “mi
protector es Dios”, también se le traduce como “fortaleza de Dios”. Por la
fortaleza de Dios había de ser anunciado el que, siendo Dios de las
virtudes, venía a salvar a los hombres.
“Enviado
por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret”, Ciudad de Galilea (Mt.
2:23) donde moraban José y María (Lc. 2:39). Nazareo, significa coronado,
de la corona de la flor, y se entiende también como consagrado, así se
denominaban a los hombres o mujeres que era puesto aparte para Dios.
2.
“A UNA VIRGEN DESPOSADA”
San
Agustín dice: “Sólo la virginidad pudo decentemente dar a luz a Aquel que
en su nacimiento no pudo tener igual. Convenía, pues, que nuestro Redentor
naciese, según la carne, de una Virgen por medio de un milagro insigne para
dar a entender que sus miembros debían nacer de la Iglesia virgen, según el
espíritu.”
San
Jerónimo dice: “Con razón se envía un ángel a la Virgen, porque la
virginidad es afín de los ángeles. Y ciertamente, vivir en carne fuera de
la carne, no es una vida terrestre, sino celestial.”
San
Juan Crisóstomo dice: “No anuncia el Angel a la Virgen después del parto,
para que entonces no se turbe en demasía, sino que le habla antes de la
concepción. No en sueños, sino presentándose de una manera visible. Porque
como había de recibir una gran revelación, necesitaba de una visión solemne
antes del cumplimiento.”
Lucas,
dice dos palabras muy exactas en su definición, “Virgen” y “Desposada”. La
primera denominación, “Virgen”, para que conste y no quepa la menor duda,
que ella no conocía ninguna unión con un varón, esto es pura y sin mancha,
y la segunda, “Desposada”, para que conste que desconocía la unión marital
y para que quedase ilesa de la infamia de una virginidad manchada, cuando
su fecundidad pareciese signo de corrupción.
Quiso
Dios, la posibilidad que algunos dudasen de su nacimiento, pero no de la
pureza de su Madre. Sabía que el honor de una Virgen es delicado y la
reputación del pudor es frágil. Entonces no estimó conveniente que la fe de
su nacimiento se demostrase con las injurias de su Madre. Es entonces como
tenemos la más amplia convicción, de que la Santísima Virgen fue íntegra
por su pudor, así su virginidad es inviolable en toda opinión.
San
Ambrosio no comenta: “No convenía dejar a las vírgenes que viven en mala
reputación esa apariencia de excusa, es decir, que la Madre misma del Señor
pareciese difamada. ¿Qué se hubiera podido reprochar a los judíos y a
Herodes si hubiese parecido que perseguían el fruto de un adulterio? ¿Cómo
hubiera podido decir El mismo: "No vine a destruir la ley, sino a
cumplirla" (Mt 5,17), si hubiese parecido comenzar por una violación
de la ley, que condena el parto de la que no está casada? ¿Qué, por otra
parte, da más fe a las palabras de la Virgen y remueve todo pretexto de
mentira? Madre, sin estar casada, hubiera querido ocultar su falta con una
mentira. Pero casada, no tenía motivo para mentir, puesto que la fecundidad
es el premio y la gracia de las bodas. Tampoco es pequeña causa que la
virginidad de María engañase al príncipe del mundo, el cual, viéndola
desposada con un hombre, nada pudo sospechar respecto de su parto.”
“Con
un varón que se llamaba José” Está claro, que si María, no hubiera tenido
esposo, la habladuría sería mayúscula. Conocemos la debilidad de los
hombres, el comentario malicioso, la mala fe, la incredulidad, entonces
Dios, se sirve del marido, como un seguro testigo del pudor de su
desposada, he ahí, un hombre justo.
“De
la casa de David y el nombre de la Virgen era María". Se refiere
directamente a los dos como miembros de la misma familia o tribu, así era
como estaba mandado por le ley Judía.
María
en Sirio, significa Señora, sin embargo la definición del significado de la
palabra María en hebreo que más me agrada, es la que quiere decir “estrella
del mar”, referido a la luz del astro, y con razón, porque mereció llevar
en sus entrañas al Señor del mundo y a la luz constante por los siglos.
3.
"DIOS TE SALVE, LLENA DE GRACIA,
EL SEÑOR ES CONTIGO
“Y
habiendo entrado el Angel donde estaba María, le dijo: "Dios te salve,
llena de gracia, el Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres": Y
cuando ella esto oyó, se turbó con las palabras de él, y pensaba qué
salutación sería ésta.”
“Y
habiendo entrado el Angel donde estaba María”. Allí estaba María, no estaba
en el bosque, ni el campo, ni en la montaña, estaba en su habitación, sola
y solo un ángel sabía dónde encontrarla, donde están las mujeres como ella,
donde ningún hombre llega. Aquí no se produce una conversación animada y
distendida, entre dos o más persona, es algo muy digno, es un ángel que
viene a anunciar.
"Dios
te salve, llena de gracia”. No vino como en el caso de Eva a señalar un
castigo como los dolores del parto a causa del pecado, viene a desterrar la
tristeza, viene a anunciar la alegría, vine con gozo, sus palabra son una
composición poética que alaba a la Virgen María. Así el ángel anuncia con
razón la alegría a la Virgen, diciendo: "Dios te salve" y para
ratificar que es digna de ser desposada, dice: "Llena de gracia".
San
Jerónimo, nos comenta: “Y en verdad que es llena de gracia, porque a los
demás se distribuye con medida, pero en María se derramó al mismo tiempo
toda la plenitud de la gracia. Verdaderamente es llena de gracia aquella
por la cual toda criatura fue inundada con la lluvia abundante del Espíritu
Santo. Ya estaba con la Virgen quien le enviaba su ángel y el Señor se
anticipó a su enviado. No pudo ser contenido en un lugar, Aquel que está en
todas partes; de donde sigue: "El Señor es contigo".
“El
Señor es contigo”, San Agustín, dice: “Más que contigo, Él está en tu
corazón, se forma en tu seno, llena tu espíritu, llena tu vientre.”
Este
es el complemento de todo el mensaje: El Verbo de Dios como Esposo que se
une de una manera superior a la razón, como engendrando El mismo y siendo
engendrado, adaptó a sí mismo toda la naturaleza humana.
4.
“BENDITA TÚ ENTRE LAS MUJERES".
A
saber, una sola entre todas las mujeres, pero también para sean bendecidas
en ella todas las mujeres que imitaran por siempre su santidad y su ejemplo
de madre, como los hombres serán bendecidos en su Hijo, que seguirán sus
enseñanzas y lo imitaran. Todo un cambio nos trae Dios, porque así como por
medio de una mujer y un hombre entraron en el mundo el pecado y la
tristeza, así ahora por una mujer y por un hombre vuelven la bendición y la
alegría, y se derraman sobre todos.
“Y
cuando ella esto oyó, se turbó con las palabras de él, y pensaba qué
salutación sería ésta.”
Normal
en toda mujer inocente y pura, turbarse, esto es una pequeña alteración por
la sorpresa, alguien entro sin aviso a su habitación, como dijo San
Ambrosio. “Temblar es propio de las vírgenes, y el sobresaltarse cuando se
acerca un hombre y temer todo trato de los hombres. Aprended, vírgenes, a
evitar toda licencia de palabras. María se conturbaba hasta de la
salutación del ángel.”
Comprendamos
la situación de María, ella sabía de las apariciones de los ángeles, por eso
no se turbo por su presencia, en los apócrifos se dice que de niña fue
alimentada por los ángeles, ella se turbo “con las palabras de él”, como
dice el Evangelio, por tanto me inclino a considerar que fue por el pudor y
la prudencia de la Virgen y su alma.
Entonces,
oída la alegre noticia, examinó lo que se le había dicho y no se resiste
abiertamente por incredulidad, tampoco se somete al punto por ligereza, Por
esto continúa Lucas diciendo: "Y pensaba qué salutación sería
ésta", un saludo que nunca hasta ese minuto había oído nadie jamás,
pues estaba reservada solamente para María.
5.
"NO TEMAS, MARÍA, PORQUE HAS
HALLADO GRACIA DELANTE DE DIOS
“Y el Angel le dijo: "No temas,
María, porque has hallado gracia delante de Dios: he aquí que concebirás en
tu seno y parirás un hijo y llamarás su nombre Jesús. Este será grande y se
llamará Hijo del Altísimo, y le dará al Señor Dios el trono de David, su
Padre: y reinará en la casa de Jacob por siempre, y no tendrá fin su
reino".
Y
el Angel le dijo: "No temas, María, Como había visto que la Virgen se
había turbado con aquella salutación no acostumbrada, la llama por su
nombre, como si la conociese más familiarmente, y le dice que no debe
temer.
También
podemos opinar que trato de decirle: No he venido a engañarte, sino más
bien a dar la absolución del engaño. No he venido a robarte tu virginidad
inviolable, sino a preparar tu seno para el autor y el defensor de la
pureza. No soy ministro de la serpiente, sino enviado del que aplasta la
serpiente. Vengo a contratar esponsales, no a maquinar asechanzas. Así,
pues, no la dejó atormentarse con alarmantes consideraciones, a fin de no
ser juzgado como ministro infiel de su negociación.
“Porque
has hallado gracia delante de Dios”. Quien merece gracia delante de Dios,
nada tiene que temer.
¿Cómo
puede encontrar esta gracia cualquiera que sea, sino por medio de la
humildad? “Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes.” (1
Pe 5,5)
La
Virgen encontró gracia delante de Dios porque, adornando su propia alma con
el brillo de la pureza, preparó al Señor una habitación agradable. Y no
sólo conservó inviolable la virginidad, sino que también custodió su
conciencia inmaculada.
6.
“HE AQUÍ QUE CONCEBIRÁS EN TU SENO”
Muchos
habían encontrado gracia antes que ella; y por lo mismo añade lo que es
propio de este caso. La palabra "he aquí" denota la prontitud y
la presencia, insinuando con dicha palabra que la concepción se había
celebrado al instante.
Severo
de Antioquía dice: "Concebirás en tu seno" para demostrar que el
Señor toma carne del mismo seno virginal y de nuestra sustancia. Vino,
pues, el Verbo Divino a limpiar la naturaleza humana, el parto y el origen
de nuestra generación. Por eso, sin pecado y sin concurso de hombre, es
concebido en carne y llevado en el vientre nueve meses como nosotros.”
“Y
parirás un hijo” Y como acontece especialmente que es concebido el Divino
Espíritu y ella da a luz al Espíritu de salvación, según anunciara el
profeta. No todos son como María, que cuando conciben al Verbo del Espíritu
Santo, lo dan a luz. Hay de aquellos que abortan al Verbo antes de dar a
luz (Lc 22), y hay de aquellos que tienen a Cristo en su seno pero que
todavía no lo han formado.
7.
“Y LLAMARÁS SU NOMBRE JESÚS.”
Somos
testigos que la expectación del parto infunde un cierto temor a las
mujeres, en este caso, el anuncio de un parto dulce apaga esa aprehensión
de temor cuando se dice: "Y llamarás su nombre Jesús". La palabra
Jesús quiere decir Salvador. La venida del Salvador es el alejamiento de
todo temor. "Tú lo llamarás", dice el ángel, porque no lo hará el
padre, porque carece de padre en cuanto a la generación humana, así como
carece de madre respecto de la generación divina.
Este
nombre fue impuesto de nuevo al Verbo Divino, y convenía a la natividad de
su carne, según aquello del Profeta: “Y te Será dado un nombre nuevo, que
la boca de Dios Otorgará.” (Isaías 62,2)
“Este
será grande”. Seguro, porque no se asemejara a nadie, San Juan fue grande
como hombre, pero en este caso será grande como Dios. Consideremos entonces
la grandeza de nuestro Salvador, como el más grande.
“Y
se llamará Hijo del Altísimo.” No somos nosotros los indicados a poner un
nombre, es El Padre, quien conoce a su hijo quien lo hace, él sabrá muy
bien quien será Jesús, como cuando nos dice "Este es mi hijo muy
amado". (Mt 17,5) Existe desde la eternidad, aunque ahora para nuestra
inteligencia se manifiesta su nombre. Y por esto dice "será
llamado", no "será hecho" ni "será engendrado",
porque ya antes de los siglos era consustancial esto es de la misma naturaleza
o esencia al Padre. Concebirás, pues, a Este, serás su Madre. Tu vientre
virginal contendrá a Aquel que vendrá a enseñarnos el mayor acto de amor y
generosidad, el darlo todo por nosotros.
8.
"Y SU REINO NO TENDRÁ FIN".
“Y
le dará al Señor Dios el trono de David, su Padre: y reinará en la casa de
Jacob por siempre, y no tendrá fin su reino".
Para
que se sepa con claridad que el que había de nacer de Virgen era el mismo
Cristo que los profetas prometieron que nacería de la descendencia de
David.
Sin
embargo, el cuerpo purísimo de Jesucristo no procede de José, aunque
descendía de la misma línea de parentesco que la Virgen, de la cual el
Unigénito del Padre tomó la forma humana.
"Y
su reino no tendrá fin". Sólo Dios puede reinar eternamente. Por esto
sucede que aunque se diga que toma el trono de David por la encarnación, en
cuanto Dios es reconocido como Rey eterno, así como hoy que reina sobre
muchos y finalmente reinará sobre todos porque todas las cosas le están
sometidas (1Cor 15).
9.
Y DIJO MARÍA AL ANGEL: "¿CÓMO SE
HARÁ ESTO, PORQUE NO CONOZCO VARÓN?"
San
Ambrosio nos comenta que: Ni María debió rehusar de creer al ángel, ni
usurpar temerariamente las osas divinas. Por eso se dice: "Dijo María
al ángel: ¿Cómo se hará esto?" Esta respuesta fue más oportuna que la
del sacerdote. Esta dice: "¿Cómo se hará esto?" y aquél dijo:
"¿Cómo podré saber esto?". Aquél se niega a creer y parece como
que busca otro motivo que confirme su fe, éste no duda que debe hacerse,
puesto que pregunta cómo se hará. María había leído (Is 7,14): "He
aquí que una virgen concebirá y dará a luz un hijo" y, por tanto,
creyó que iba a suceder. Pero no había oído antes el cómo había de suceder.
No se había revelado -ni aun al Profeta- cómo aquello se había de llevar a
cabo. Tan gran misterio debía ser proclamado, no por la boca de un hombre,
sino por la de un ángel.
Consideremos
también las palabras de la purísima Virgen María. El ángel le anuncia el
parto; pero ella insiste en su virginidad creyendo que ésta podría
mancharse con sólo el aspecto de un ángel. Por eso dice: "Porque no
conozco varón".
El
conocimiento se entiende de muchas maneras. Se llama conocimiento la sabiduría
de nuestro Señor; también la noticia de su grandeza; el cumplimiento de sus
mandatos; los caminos que conducen a Él y la unión nupcial, como aquí se
entiende.
San
Gregorio Niseno, dice que estas palabras de la Virgen son indicio de
aquellas que encerraba en el secreto de su inteligencia. Porque si hubiese
querido desposarse con José a fin de tener cópula, ¿por qué razón había de
admirarse cuando se le hablase de concepción, puesto que esperaría ser
madre un día según la ley de la naturaleza? Mas como su cuerpo, ofrecido a
Dios como una hostia sagrada, debía conservarse inviolable, dice:
"Puesto que no conozco varón". Como diciendo: Aun cuando tú seas
un ángel, sin embargo, como no conozco varón, esto parece imposible. ¿Cómo,
pues, seré madre si no tengo marido? A José sólo lo conozco como esposo.
10.
Y RESPONDIENDO EL ANGEL, LE DIJO:
"EL ESPÍRITU SANTO VENDRÁ SOBRE TI”
El
ángel, le aclara a María, que no tenga dudas, entonces le explica su misión
inmaculada y el parto inefable, porque no se puede explicar con palabras,
como si le dijese: No te fijes en el orden natural cuando se trata de cosas
que traspasan y superan el orden de la naturaleza. Tú dices: "¿Cómo se
hará esto, puesto que no conozco varón?" Pues por lo mismo que no
conoces varón sucederá esto, porque si hubieras conocido varón, no serías
considerada digna de este misterio. No porque el matrimonio sea malo, sino
porque la virginidad es más perfecta.
Este
era el Plan de Dios, él quiso que Jesús, participase con nosotros en el
nacimiento y se distinguiese en él. Tuvo de común entre nosotros el nacer
del vientre de una mujer y nos superó naciendo sin que aquélla se uniese a
un hombre.
San
Gregorio Niseno, dice: “¡Cuán bienaventurado aquel cuerpo que por la
exuberante pureza de la Virgen María se vinculó a sí mismo el don del alma!
En cada uno de los demás, apenas el alma sincera conseguirá la presencia
del Espíritu Santo; mas ahora la carne resulta ser la mansión del Divino
Espíritu.”
"La
virtud del Altísimo te hará sombra". La virtud del Rey altísimo es
Cristo, formado en la Virgen por la venida del Espíritu Santo.
Por
las palabras: "Te hará sombra", se significan las dos naturalezas
de Dios encarnado. Pues la sombra se hace con la luz y con el cuerpo. El
Señor es la luz por su divinidad. Y como la luz incorpórea había de tomar
cuerpo en las entrañas de la Virgen, oportunamente se dice que la virtud
del Altísimo le haría sombra, esto es, en ti el cuerpo de la humanidad
recibirá la luz incorpórea de la divinidad. Se dice también esto a María
por el dulce consuelo dado por el cielo.
11.
“Y POR ESO EL FRUTO SANTO QUE NACERÁ
DE TI SERÁ LLAMADO HIJO DE DIOS”
Aquí
tenemos una gran diferencia con nosotros los hombres, porque a diferencia
de nuestra santidad que la conseguimos con nuestra vida, Jesucristo nace
Santo. Así es como, aunque nos hagamos santos, no nacemos santos. Jesus, es
aquél verdaderamente ha nacido Santo, que no ha sido concebido de unión
carnal alguna.
El
ángel, ha mencionado en estas frases a toda la Santa Trinidad, ha nombrado
al Espíritu Santo, al Hijo y al Altísimo, ciertamente el Dios Padre.
12.
"Y HE AQUÍ QUE ISABEL, TU
PARIENTE, TAMBIÉN ELLA HA CONCEBIDO UN HIJO EN SU VEJEZ.
Este
es el sexto mes a ella, que es llamada la estéril, porque no hay cosa
imposible para Dios". Y dijo María: "He aquí la esclava del
Señor, hágase en mí según tu palabra". Y se retiró el Angel de ella.”
"Y
he aquí que Isabel, tu pariente”. Como lo que se ha dicho superaba a lo que
la Virgen podía comprender, el ángel habló de cosas humildes, para
persuadirla por medio de cosas sensibles, y por ello le dice: "Y he
aquí que Isabel, tu pariente".
“También
ella ha concebido un hijo en su vejez”, dando a entender su incapacidad
natural. Prosigue: "Y está en el sexto mes". No anunció desde el
principio el embarazo de Isabel, sino después de transcurridos seis meses,
a fin de que el embarazo sirviese de prueba.
“Porque
no hay cosa imposible para Dios" Así pues, recibe el ejemplo de la
anciana estéril no porque haya desconfiado de que una virgen pueda dar a
luz, sino para que comprenda que para Dios todo es posible, aun cuando
parezca contrario al orden de la naturaleza.
13.
"HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR,
HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA".
Y
dijo María: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu
palabra". Estamos ante la gran humildad de María, mujer de gran
devoción, el Señor sabía que elegía muy bien, ella va ser la madre del
Redentor del Mundo, la madre del Salvador, la madre del Príncipe de la Paz
, entonces dijo: "He aquí la esclava del Señor”, “He aquí la sierva
del Señor". Se llama sierva la que es elegida como Madre, y no se
enorgullece con una promesa tan inesperada. Porque la que había de dar a
luz al manso y al humilde de corazón, debió ella misma manifestarse
humilde. Llamándose también a sí misma sierva, no se apropió la
prerrogativa de una gracia tan especial, porque hacía lo que se le mandaba.
Es así como dice: "Hágase en mí según tu palabra", "He aquí
la sierva del Señor", es su disposición a cumplir con su oficio.
"Hágase en mí según tu palabra", es el deseo que concibe. Y se
retiró el Angel de ella.
Cada
cual puede admirar las palabras de Nuestra Madre la Virgen María de
distinta forma, unos la prontitud de su obediencia, otros su disposición a
cumplir, otros la humildad, otros el gran amor por Dios, yo he admiro y
aprendí de ella el deseo de que se cumpla la voluntad de Dios.
El
Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant